Espa?a cierra las puertas a los saharauis de Barajas: devueltos a Marruecos los ¨²ltimos solicitantes de asilo
Casi una decena de personas con ese origen salieron de territorio espa?ol en la medianoche del jueves en un vuelo con destino a Marrakech
No queda ya ning¨²n saharaui en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. La ¨²ltima decena de ciudadanos con ese origen ha salido de Espa?a al filo de la medianoche del jueves, dentro de un grupo de 22 personas devueltas, a bordo de un vuelo de Air Europa con destino a Marrakech (Marruecos), despu¨¦s de que sus solicitudes de asilo fueran denegadas. Corrieron la misma suerte que otra treintena de compatriotas durante la primera semana de octubre, despu¨¦s de permanecer durante un mes en dependencias del aeropuerto mientras ped¨ªan al Gobierno de Espa?a protecci¨®n internacional para no regresar a Marruecos, donde alegaban ¡ªmuchos de ellos con las pruebas en la mano ¡ª ser perseguidos por las autoridades.
Los saharauis devueltos en la noche del jueves contaban ¡ª igual que los restantes ¡ª con toda la documentaci¨®n que acredita su origen saharaui, incluyendo informes favorables de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) para que se autorizase su entrada a Espa?a, seg¨²n aseguran a EL PA?S los abogados que llevaban sus casos. Incluso, para dos de ellos todav¨ªa estaba pendiente que se resolvieran los recursos de reposici¨®n que su letrado present¨® contra las resoluciones que denegaron el asilo.
Sidi Talebbuia es el presidente de la Asociaci¨®n de Abogadas y Abogados Saharaui en Espa?a (Aprase) y representaba a dos de los solicitantes devueltos en la noche del jueves. Detalla que se trata de j¨®venes con un perfil similar al de los otros saharauis a quienes el Ministerio del Interior ha negado la protecci¨®n en las ¨²ltimas semanas: ¡°J¨®venes que por haber participado en las manifestaciones de la resistencia, de la intifada saharaui en los territorios ocupados (por Marruecos), o en colectivos de estudiantes, han sufrido represi¨®n, persecuci¨®n o detenciones, algunos desde hace m¨¢s de una d¨¦cada¡±. El letrado explica que una de las estrategias usadas para acorralarles es abrirles una ficha en la que se anota su afinidad con el Frente Polisario ¡ªque reivindica la autodeterminaci¨®n para el pueblo del S¨¢hara Occidental¨D lo que supone para ellos innumerables detenciones, controles e incluso se convierte en un aviso para que no sean contratados por posibles empleadores. ¡°Se trata b¨¢sicamente de hacerles la vida imposible, que se vean empujados a huir, a salir del territorio ocupado¡±, enfatiza Talebbuia.
Entre los saharauis devueltos a Marruecos destaca el caso de Ali Hamou, un hombre de 30 a?os nacido en El Aai¨²n, capital del S¨¢hara Occidental, que es sordomudo y padece c¨¢ncer. O el de Raschida Amaador, una joven de 32 a?os, cuyo sobrino fue deportado a Marruecos despu¨¦s de haber llegado a Canarias en patera en 2019 y actualmente cumple una pena de 12 a?os en una prisi¨®n marroqu¨ª. Tambi¨¦n el de Mohamed Aliaa, primo hermano de Hassana Aalia a quien la Audiencia Nacional reconoci¨® como asilado y que hab¨ªa sido condenado a cadena perpetua en Marruecos por participar en las protestas del campamento de Gdeim Izik en 2010.
Solo dos de los casi 40 solicitantes saharauis en Barajas pudieron ingresar a Espa?a mientras se resuelve su petici¨®n de asilo, seg¨²n ha confirmado EL PA?S. Para el resto, pese a las pruebas documentales que los solicitantes han presentado, la respuesta de la Oficina de Asilo y Refugio ¡ª que depende de Interior ¡ª ha sido la misma: que ¡°no tienen suficiente relevancia p¨²blica como activistas¡±. Para Talebbuia, Espa?a ¡°no quiere ver¡± la represi¨®n que las autoridades marroqu¨ªes imponen sobre estas personas, con un cerco econ¨®mico, personal, laboral. ¡°Lo que hacen es obligarles a tener que claudicar: o dejas de reivindicar la autodeterminaci¨®n o te quedas sin comer, sin trabajo¡±. ?l resume as¨ª el comportamiento del Gobierno de Espa?a de estas ¨²ltimas semanas: ¡°Salvo que seas Aminatu Haidar o Sultana Jaya, dos activistas cuyos casos han sido muy medi¨¢ticos, no eres merecedor de la protecci¨®n internacional¡±.
Durante todo el mes en que los solicitantes de asilo permanecieron en Barajas, Interior mantuvo un manto de opacidad sobre su situaci¨®n en esas dependencias, de las que apenas se iban filtrando detalles a trav¨¦s de los abogados que llevaban sus casos. De hecho, no fue posible establecer con precisi¨®n el n¨²mero de solicitantes de asilo efectivamente saharauis, pues esa cartera no los distingue a ellos de otros ciudadanos ¡°con pasaporte marroqu¨ª¡±. A trav¨¦s de los letrados se ha establecido que en total se trat¨® de entre 30 y 40 saharauis que pidieron asilo en el aeropuerto y fueron finalmente devueltos a Marruecos. Entre ellos no se cuentan otros ciudadanos marroqu¨ªes que tambi¨¦n alegaron un origen saharaui sin que pudiera ser constatado.
El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, esquiv¨® durante todas estas semanas el asunto. Preguntado en ruedas de prensa o en el Congreso de los Diputados por estas devoluciones, el responsable de la cartera repiti¨® un argumento casi calcado: cada caso ¡°se eval¨²a individualmente¡± y se rige por ¡°criterios y requisitos establecidos por la ley nacional e internacional en materia de protecci¨®n¡±. Pese a su evasiva, el cerco se le fue cerrando. Formaciones como Sumar ¡ª socio del Gobierno ¡ª y Podemos le recriminaron constantemente su rechazo a acoger a los saharauis. La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, preguntada por el asunto en el Congreso el 25 de septiembre por la diputada Ione Belarra, reconoci¨® que no sab¨ªa de qu¨¦ le estaban hablando: ¡°Tendr¨ªa que informarme en concreto por ese caso, lo desconozco¡±.
La protecci¨®n del asilo no fue la ¨²nica ruta que les neg¨® Espa?a. Muchos de ellos tambi¨¦n solicitaron en Barajas el estatuto de ap¨¢tridas, al rechazar la nacionalidad marroqu¨ª, que consideran una imposici¨®n. Seg¨²n fuentes de su defensa, esa petici¨®n no fue tenida en cuenta por el Gobierno. Una fuente conocedora de esas solicitudes afirma que el hecho de haber intentado tanto la v¨ªa del asilo como la de la apatridia tampoco ayudaba en sus tr¨¢mites. ¡°Son dos caminos completamente diferentes¡±, asegura.
Hace casi 50 a?os ¡ª el 26 de febrero de 1976 ¡ª Espa?a abandon¨® el S¨¢hara Occidental en manos de Marruecos y Mauritania. Desde entonces, se ha considerado desligada de toda responsabilidad de car¨¢cter internacional con relaci¨®n a la administraci¨®n de ese territorio. En marzo de 2022, el Gobierno de Espa?a abandon¨® su tradicional postura de neutralidad en el conflicto entre el Frente Polisario y Marruecos y acept¨® la propuesta de Rabat de autonom¨ªa ¡°como la base m¨¢s seria, realista y cre¨ªble para la resoluci¨®n del contencioso¡± en la excolonia espa?ola. En diciembre pasado, el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, sostuvo desde Rabat que la relaci¨®n bilateral con Marruecos ¡°nunca hab¨ªa sido tan intensa y fruct¨ªfera como en estos momentos¡±.
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