El PSOE planea abstenerse sobre el techo de gasto de Ma?ueco para facilitar el debate presupuestario
El PP de Castilla y Le¨®n, ahora sin Vox, traza unas cuentas que por ahora no cuentan con el respaldo del resto de grupos
La ruptura de Vox con el PP en Castilla y Le¨®n abre nuevos escenarios de tacticismo pol¨ªtico. Los de Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco han preparado unos Presupuestos expansivos, con 15.084 millones de euros, crecientes en inversi¨®n pero decrecientes en apoyo parlamentario: la extrema derecha ya no est¨¢ ah¨ª. Vox ha anticipado su negativa al primer tr¨¢mite, el techo de gasto, y esta debilidad del PP abre v¨ªas para el PSOE, que sopesa abstenerse en la votaci¨®n de este mi¨¦rcoles. Ese paso a un lado implica mantener el proceso de debate presupuestario, donde quieren evidenciar la soledad de Ma?ueco y la falta de consensos. El peaje pol¨ªtico, escaso, al tratarse de un tr¨¢mite. Fuentes del PP admiten que si el PSOE y Vox votasen contra el techo de gasto, como esperaban, tendr¨ªan el relato servido: ellos han cumplido y la oposici¨®n trunca la gobernabilidad. En cambio, consideran que una abstenci¨®n socialista cambia el paso.
Las semanas previas a este formalismo han estado repletas de movimientos. Los Presupuestos dibujados por el equipo de Ma?ueco le han permitido llenar portadas en la prensa af¨ªn auton¨®mica con millones prometidos en todas las provincias, pero con un matiz: no hay nada negro sobre blanco en las Cortes, donde gobierna en minor¨ªa. Tampoco se desgastaron en negociar con los dem¨¢s grupos, puesto que estos criticaron que eran un ¡°tr¨¢gala¡± sin margen de di¨¢logo. Fuentes del partido admiten que bajo este aislamiento una estrategia consist¨ªa en pregonar esos Presupuestos expansivos pero de pies de barro y, cuando PSOE y Vox los frustraran en el debate parlamentario, empezando por el techo de gasto, culparles de impedir la gobernabilidad, reivindicar haber cumplido con su responsabilidad y quedar libres para prorrogar los anteriores, de mayo o adoptar decisiones m¨¢s dr¨¢sticas si era necesario. ¡°Creo que Ma?ueco preferir¨ªa que los Presupuestos no se discutiesen¡±, admite un miembro de su formaci¨®n.
Las primeras reacciones ante el tr¨¢mite del techo de gasto marcaron posiciones: el ex vicepresidente Juan Garc¨ªa-Gallardo (Vox) reneg¨® de unos Presupuestos con ¡°gui?os a las pol¨ªticas de izquierda¡± y ¡°electoralistas¡±. Uno menos. Podemos, nada. Uni¨®n del Pueblo Leon¨¦s y Soria ?Ya!, minoritarios pero de apoyo siempre ¨²til para ganar imagen en sus provincias, tampoco, salvo inclusi¨®n de ciertas exigencias. El l¨ªder de la oposici¨®n, Luis Tudanca, envuelto estas semanas en su enfrentamiento con el aparato del PSOE, tambi¨¦n se neg¨® pero abri¨® una posibilidad: ¡°Nos planteamos seriamente la abstenci¨®n¡±. Tudanca ha supeditado este apoyo indirecto a que el PP haga lo propio a escala nacional y ha apelado a su ¡°responsabilidad¡± para que aprueben la senda de gasto del Gobierno central o en Ayuntamientos: ¡°Apoyar los Presupuestos de Castilla y Le¨®n, s¨ª, porque es bueno para la comunidad. Apoyar los presupuestos en Espa?a, no, porque es bueno para Pedro S¨¢nchez. Igual hay que trabajar un poco m¨¢s los razonamientos¡±. Los socialistas tambi¨¦n han solicitado 10 claves e inversiones, pero en privado admiten que esos movimientos esconden la posibilidad de abstenerse igualmente y empujar a Ma?ueco al farragoso proceso de presentar Presupuestos firmes, negociar, someterse a enmiendas y pasar meses de aprietos y descontrol sobre la agenda, m¨¢s a¨²n cuando dif¨ªcilmente haya visos de aprobarlos. ¡°Estar¨ªa ajustado que salieran este a?o por las fechas y el calendario de diciembre¡±, apuntan fuentes de las Cortes, que miran a enero.
¡°La abstenci¨®n es lo m¨¢s inteligente, responsable y coherente¡±, admiten voces del PSOE, en lo t¨¢ctico y lo pol¨ªtico: ¡°Es decirle a la gente que queremos gobernar, un golpe de efecto org¨¢nicamente porque queremos negociar Presupuestos y el PP no porque no le interesa. Adem¨¢s, al tratarse de un formalismo, no tiene coste pol¨ªtico¡±. Un ejemplo reciente para retratar a Ma?ueco sucedi¨® con la ley de Concordia: los de Tudanca apoyaron, con Vox, proseguir su tramitaci¨®n para que llegara a Pleno y que el PP, que intent¨® retirarla, votara en contra, con los socialistas, de una norma que hab¨ªa defendido cuando gobernaba con Vox, furioso con el cambio de chaqueta.
El runr¨²n de la abstenci¨®n alcanza a otras figuras de la C¨¢mara, como el tambi¨¦n ex vicepresidente auton¨®mico, Francisco Igea, exdirigente de Ciudadanos, ahora independiente. Buen conocedor de las argucias parlamentarias, cree que el PSOE no deber¨ªa dudar en abstenerse. ¡°Solo tienen las de ganar¡±, resumen, y enumera cronol¨®gicamente motivos. Primero, se saca a Ma?ueco de la apacibilidad del relato ganado y cuentas prorrogadas. Luego se abre el siempre duro proceso de negociaci¨®n, con sus rivales ganando peso en los medios al plantear sus propuestas y con el PP quedando mal si rechaza nuevas inversiones, puesto que la oposici¨®n no le va a forzar a quitar dinero ya planteado. Si no se aprueban los Presupuestos, el presidente muestra debilidad e incapacidad de pactar. De acordarse, hay varias v¨ªas. Con Vox, a saber ¡°qu¨¦ goles les meter¨ªan¡± al encontrarse fuera de la Junta, y ya no ser¨ªan los Presupuestos del PP. Igea cree que un eventual apoyo socialista a las cuentas le dar¨ªa ¡°centralidad¡± a Tudanca, especialmente tras plantarse contra S¨¢nchez tras el pulso con las primarias, pero lo ve dif¨ªcil porque depender¨ªa del mando central. Tanto Igea como fuentes socialistas coinciden en que el equipo del PP que abord¨® con ellos los Presupuestos se petrific¨® cuando les insinuaron que quiz¨¢ se abstendr¨ªan: ¡°Se descompusieron. Les cambi¨® la cara¡±.
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