Radiograf¨ªa del inquilino de una autocaravana: hombre con trabajo que se mudar¨ªa a una vivienda si pudiera

Hombres de nacionalidad extranjera que tienen un trabajo en el sector servicios, que obtienen unos ingresos de entre 1.000 y 1.500 euros al mes y han dejado de buscar una vivienda porque saben que no pueden pagarla. Es el prototipo del residente en uno de los seis asentamientos de autocaravanas que en los ¨²ltimos a?os han aflorado en Palma como consecuencia de las dificultades para acceder a una vivienda, tanto en r¨¦gimen de alquiler como de compra. La c¨¢tedra de Estudios Urbanos de la Universidad de las Islas Baleares ha presentado los resultados preliminares de la primera aproximaci¨®n que se ha realizado en Espa?a al creciente fen¨®meno de las autocaravanas y los remolques, consideradas infraviviendas, como opci¨®n de residencia permanente. ¡°Es un proceso que se encuentra en consolidaci¨®n y que se extiende a escala insular en Baleares y comienza a exportarse a otras regiones¡± explica el catedr¨¢tico del departamento de Geograf¨ªa y director del estudio, Jes¨²s Gonz¨¢lez.

Los resultados han sido obtenidos tras una encuesta realizada entre los meses de junio y julio de este a?o a los habitantes de 150 autocaravanas, de las m¨¢s de cuatro centenares que se estima que hay radicadas en distintas zonas de Palma. Los residentes en los seis asentamientos diseminados por barrios de la periferia de la capital balear son mayoritariamente hombres adultos j¨®venes y el 73% son extranjeros, principalmente latinoamericanos, con especial presencia de personas de origen argentino, que llevan ya m¨¢s de diez a?os viviendo en la ciudad. Se han localizado caravanas en las que viven ni?os y algunas en las que viven hasta cuatro personas. ¡°Los residentes en las autocaravanas trabajan, no son desempleados, no es poblaci¨®n que est¨¦ excluida socialmente, sino que m¨¢s del 70% est¨¢n ocupados y m¨¢s de la mitad tiene trabajo fijo. Tienen una cierta estabilidad laboral, predominantemente del sector servicios¡±, explica el director del estudio.

Los inquilinos de estos barrios n¨®madas no solo cuentan con trabajo, sino que m¨¢s de la mitad obtiene ingresos de entre 1.000 y 1.500 euros. Con ese salario, tan solo pueden acceder a once secciones de la ciudad sin destinar m¨¢s del 40% de su sueldo mensual al pago de un arrendamiento, seg¨²n el mapa de precios del alquiler del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. Para los encuestados, la autocaravana es la ¨²ltima opci¨®n residencial y es pr¨¢cticamente anecd¨®tico quienes la escogen como forma de vida deliberadamente. ¡°Si hubiera opci¨®n a acceder a una vivienda, tres de cada cuatro inquilinos dejar¨ªan la autocaravana¡±. Es m¨¢s, del total de encuestados, el 71% hab¨ªa intentado acceder a una vivienda de alquiler social, pero no lo hab¨ªa conseguido y el 64% ha dejado de buscar un alojamiento alternativo porque sabe que no puede pagarlo debido a los precios actuales del mercado.

Para el director de la c¨¢tedra, los resultados preliminares tras la encuesta hablan de un fen¨®meno en expansi¨®n metropolitana y en proceso de consolidaci¨®n. ¡°Hay que intentar que este fen¨®meno se reduzca, pero para eso hay que afrontar las causas, como la dificultad de acceso a la vivienda. Mejorar las condiciones del asentamiento de forma coyuntural puede ser una opci¨®n, pero no de manera estructural, no podemos construir ciudad¡±, se?ala Gonz¨¢lez, que insiste en que el espacio urbano no puede crecer en base a este tipo de asentamientos, que tambi¨¦n han proliferado en los ¨²ltimos a?os en la isla de Ibiza.

Su crecimiento en la ciudad no ha pasado desapercibido para el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Palma, del PP, que hace unos meses present¨® el borrador de la nueva ordenanza c¨ªvica, que se encuentra en periodo de alegaciones, y que plantea a¨²n m¨¢s trabas a quienes ya est¨¢n condenados a vivir en autocaravanas, con el objetivo de disolver los asentamientos que proliferan en la ciudad. Para ello, plantea prohibir que las autocaravanas permanezcan m¨¢s de diez d¨ªas aparcadas en el mismo lugar, bajo amenaza de sanciones de hasta 1.500 euros. La nueva normativa tambi¨¦n contempla obligarles a permanecer con el motor parado en todo momento, sin emitir ruidos e impidiendo que puedan instalar mobiliario en el exterior, como mesas o sillas. Este borrador, que se aprobar¨¢ en las pr¨®ximas semanas, gener¨® malestar entre los caravanistas, que protestaron el pasado mes de mayo ante el ayuntamiento de la capital y acusaron al equipo de gobierno de practicar una persecuci¨®n contra ellos y de ponerles dificultades a la hora de empadronarse y acceder a servicios b¨¢sicos como la tarjeta sanitaria.