El Gobierno negocia con Podemos el ¨²ltimo escollo de la reforma fiscal que pone en jaque la legislatura
Socios de izquierdas pactan un nuevo impuesto a la banca m¨¢s duro en una transaccional, pero PP y Vox podr¨ªan vetarlo en el pleno
El Gobierno negocia al m¨¢ximo nivel con Podemos, cuyos cuatro esca?os son el ¨²ltimo gran escollo para aprobar este jueves en pleno el paquete fiscal, una de las votaciones m¨¢s importantes de la legislatura, de la que dependen miles de millones de euros en ingresos y los 7.200 millones del quinto desembolso de los fondos europeos que la Comisi¨®n Europea condiciona a estas decisiones de aumento de recaudaci¨®n. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda, y F¨¦lix Bola?os, ministro de Justicia y tradicional negociador con Podemos, se reunieron este mi¨¦rcoles con Ione Belarra, la secretaria general de esa formaci¨®n. La reuni¨®n termin¨® sin acuerdo, pero Bola?os y Belarra, con larga relaci¨®n desde que ambos fueron ministros de la coalici¨®n e interlocutores habituales, seguir¨¢n en contacto m¨¢s que probablemente hasta el ¨²ltimo minuto antes de la votaci¨®n, en la tarde del jueves.
Si Podemos votara al final que no, como amenaz¨® este mi¨¦rcoles Belarra en varias comparecencias, el paquete fiscal que podr¨ªa afectar a la banca y grandes multinacionales caer¨ªa ¡ªla reforma se ha colgado en la trasposici¨®n de la directa europea que impone un tipo m¨ªnimo a las multinacionales¡ª. Si se abstuviera, podr¨ªa salir, porque se ratificar¨ªa con 174 s¨ªes frente 171 noes. Pero fuentes de Podemos se?alan que no est¨¢n negociando la abstenci¨®n, que entienden similar en su efecto al s¨ª, sino el voto a favor a cambio de un giro importante progresista del Ejecutivo.
El Gobierno de coalici¨®n ya logr¨® en la madrugada del lunes, en una negociaci¨®n ca¨®tica y angustiosa que estuvo al borde del abismo, incorporar a los dem¨¢s grupos de la izquierda (ERC, EH Bildu, BNG) y mantener dentro del acuerdo a Junts, algo que parec¨ªa casi imposible porque las posiciones en pol¨ªtica fiscal, y especialmente en el impuesto a las grandes energ¨¦ticas, son antag¨®nicas: Junts quiere eliminarlo y ERC, Bildu y BNG prorrogarlo y dejarlo permanente.
El Ejecutivo parec¨ªa haber conseguido, a falta de la decisiva jornada de este jueves, que esos grupos aceptasen el compromiso de que el Consejo de Ministros har¨¢ un decreto antes de que acabe este a?o para recuperar ese impuesto en el futuro y que se puedan deducir las inversiones verdes. Junts avis¨® luego de que cuando ese decreto llegase para ser convalidado lo tumbar¨ªa, pero entre los partidos de izquierdas del bloque de investidura se conjuraron para achacar entonces a la formaci¨®n que lidera Carles Puigdemont esa responsabilidad y su justificaci¨®n. ERC, siempre en competici¨®n constante con Junts, anticip¨® que estar¨ªa en alerta para cualquier concesi¨®n extra y su portavoz, Gabriel Rufi¨¢n, aclar¨® este mi¨¦rcoles que las 24 horas que quedaban hasta la votaci¨®n de este jueves iban a ser ¡°una eternidad¡±.
Ese pacto de izquierdas del Gobierno, sin embargo, no incluy¨® a Podemos, que ahora, cuando concentra todo el foco, exige m¨¢s porque Belarra dice que no se f¨ªa de un Ejecutivo que negocia como ¡°trileros¡±: piden un compromiso de que el decreto ¡°no ser¨¢ una tomadura de pelo¡± y que, adem¨¢s de adoptarse en un Consejo de Ministros, se convalidar¨¢ en el Congreso con el apoyo expreso de Junts y PNV. Eso parece imposible por parte de Junts y sin ellos no sale. El Gobierno y Podemos negociar¨¢n hasta ¡°la campana¡± con f¨®rmulas para que el grupo de Belarra pueda cambiar de posici¨®n. En cualquier caso, esta vez hay una cr¨ªtica generalizada a la forma de negociar del Gobierno y a la decisi¨®n de empezar antes el pacto con Junts y PNV para eliminar el impuesto a las grandes energ¨¦ticas y luego plantear un tr¨¢gala a la izquierda.
En el trasfondo de este debate no est¨¢n solo los miles de millones de euros que supone el paquete fiscal, y los 7.200 millones de fondos europeos que van detr¨¢s, sino la propia estabilidad de la mayor¨ªa y el riesgo de que un fracaso en esta votaci¨®n clave instale la idea de que los Presupuestos del Estado para 2025 son inviables y que toda esta compleja legislatura est¨¢ en jaque, en el aire. La presi¨®n sobre Podemos es muy fuerte, pero ellos ya han dejado claro que no se consideran socios del Gobierno desde que salieron del Ejecutivo y del grupo de Sumar y se fueron al Mixto.
En el Gobierno y en los grupos de izquierda conf¨ªan en que Podemos entienda que no puede arriesgar con sus decisiones la posibilidad de abrir la puerta a un Ejecutivo del PP y Vox, pero en el equipo de Belarra insisten en que necesitan que el PSOE ceda en esta negociaci¨®n y les ofrezca alguna garant¨ªa m¨¢s. Otra batalla cruzada.
Si el lunes pasado en la comisi¨®n la tensi¨®n recurrente entre Junts y ERC, cada vez m¨¢s alejados, ya fue clave para que hubiera un riesgo real de colapso de la mayor¨ªa porque ambos partidos exig¨ªan al Gobierno sus posiciones contrapuestas sobre el impuesto a las energ¨¦ticas, ahora la guerra abierta se produce entre Sumar y Podemos, con PNV y EH Bildu vigil¨¢ndose. Algunos diputados incluso creen que Podemos podr¨ªa tener la tentaci¨®n de romper la mayor¨ªa y presionar as¨ª para un adelanto electoral porque pueden pensar que ahora les podr¨ªa beneficiar frente a Sumar, que est¨¢ muy d¨¦bil. S¨¢nchez ya ha dejado claro que no ir¨¢ a las elecciones por una derrota parlamentaria, por grave que sea, y este martes lo reafirm¨® desde Brasil: ¡°Algunas votaciones las ganaremos y otras las perderemos¡±. Otros socios habituales, como Sumar, ERC, PNV, BNG y EH Bildu, remacharon que est¨¢n por dar continuidad a la legislatura.
En ese contexto, los partidos del bloque de investidura han utilizado estas ¨²ltimas horas en labrar pactos para rematar el paquete fiscal y salvar algunas cuestiones que cayeron en la ca¨®tica votaci¨®n del lunes, especialmente el impuesto a la banca. El PSOE consigui¨® a ¨²ltima hora que ERC, EH Bildu y BNG votaran un compromiso que inclu¨ªa el decreto para recuperar el impuesto a las energ¨¦ticas y que este jueves se retomar¨ªa lo del tributo a la banca con un aumento en los tramos altos y la cesi¨®n de toda la recaudaci¨®n a las autonom¨ªas. Esa promesa se plasm¨® a trav¨¦s de una enmienda transaccional que este mi¨¦rcoles registraron al l¨ªmite los grupos progresistas, con el impulso de Sumar, que ha visto c¨®mo algunos de sus hitos fiscales ca¨ªan el lunes, aunque otros como el aumento de dos puntos en el IRPF a las rentas del capital superiores a 300.000 euros s¨ª prosperaron. Pero ese escenario corre el riesgo de ser de nuevo meramente simb¨®lico, porque las enmiendas transaccionales solo se pueden incorporar en esta fase de pleno, ya superada la comisi¨®n, si todos los grupos aceptan tramitarlas por unanimidad, algo que ha sucedido alguna vez pero ahora es bastante imprevisible de asumir para el PP y Vox.
Esa decisi¨®n de mantener el impuesto extraordinario a la banca es en cualquier caso firme hasta para Junts, lo que vaticina que se llevar¨¢ adelante en alg¨²n momento y con alguna f¨®rmula, que podr¨ªa ser incluso un nuevo decreto. Tambi¨¦n est¨¢ por ver c¨®mo se articula el dise?o del gravamen energ¨¦tico para contentar a Junts: fuentes de Sumar criticaban ayer que Hacienda est¨¢ estudiando bonificaciones de hasta el 90% por las inversiones en descarbonizaci¨®n. Todo este panorama vaticina un debate y una votaci¨®n de nuevo de v¨¦rtigo en el Congreso. Si el Gobierno al final supera este paso decisivo, empezar¨¢ a mirar ya a los Presupuestos, un salto definitivo para consolidar esta enrevesada legislatura.
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