La vivienda, en urgencias

La vivienda protagoniza las conversaciones ¡®de la calle¡¯. Su precio y las dificultades para acceder a ella preocupan al 84% de la ciudadan¨ªa, seg¨²n el Bar¨®metro de febrero de 40dB. para EL PA?S y Cadena SER, un porcentaje que no presenta variaciones significativas desde 2023. Este asunto, por tanto, inquieta profundamente desde hace al menos dos a?os. Y lo hace trasversalmente: es el ¨²nico de los ocho incluidos que no divide pol¨ªticamente a progresistas y conservadores, los primeros m¨¢s angustiados por la crisis clim¨¢tica y la igualdad y los segundos por la inmigraci¨®n y la marcha de la econom¨ªa. Curiosamente, ni siquiera se observa un choque frontal en las actitudes de inquilinos y ¡®caseros¡¯: la gran mayor¨ªa de quienes poseen propiedades en alquiler manifiestan mayoritariamente inquietud por el problema social de la vivienda.

Obviamente, cuando un asunto preocupa extensa e intensamente, se hace necesario ofrecer respuestas. Hay razones para pensar que se deber¨ªa priorizar la vivienda entre los problemas apremiantes que esperan ser resueltos. Primero, la mayor¨ªa (siete de diez) cree que el problema de la vivienda s¨ª tiene soluci¨®n: no domina el escepticismo. Segundo, la vivienda ocupa la segunda posici¨®n en el ranking de asuntos que urge solucionar en Espa?a, ¨²nicamente por detr¨¢s del coste de la vida, que, en el imaginario colectivo, bien podr¨ªa estar incluyendo lo que cuesta tener un hogar.

Tercero, la ciudadan¨ªa tiene bastante claro cu¨¢l debe ser la orientaci¨®n que se d¨¦ a las pol¨ªticas de este ¨¢mbito. As¨ª, ante el dilema de si se debe hacer la vivienda m¨¢s accesible, aunque sea menos rentable para los propietarios o lo contrario, las tres cuartas partes de los/as entrevistados/as eligen la primera opci¨®n: menor precio y mayor accesibilidad. Incluso entre los ¡®caseros¡¯ esta es la respuesta mayoritaria, como tambi¨¦n lo es entre los votantes de Vox, los m¨¢s reacios a que bajen los precios (en ambos casos, algo m¨¢s de seis de diez est¨¢n a favor de medidas orientadas en este sentido).

Finalmente, hay un amplio apoyo social a muchas de las propuestas que han protagonizado el debate pol¨ªtico en los ¨²ltimos tiempos. Alrededor de ocho de cada diez se muestran a favor de reforzar las inspecciones de viviendas tur¨ªsticas ilegales, tal y como pretenden el PSOE y Sumar, as¨ª como de flexibilizar las condiciones para acceder a vivienda de protecci¨®n oficial en propiedad, como propone el PP. Ofrecer seguros de impago y asistencia jur¨ªdica a propietarios/as que alquilen sus viviendas vac¨ªas (PP) o dar incentivos fiscales a quienes alquilen sus viviendas a precios asequibles (PSOE) son otras de las medidas que cuentan con un respaldo amplio y, adem¨¢s, transversal. Otras, como limitar el n¨²mero m¨¢ximo de viviendas en propiedad que deber¨ªa tener una persona, provocan mayor divisi¨®n social, no solo entre progresistas (m¨¢s partidarios de las limitaciones) y conservadores (menos partidarios), sino tambi¨¦n dentro de los propios bloques, especialmente en la derecha. La vivienda, en suma, lleva tiempo en urgencias. Hay propuestas y consensos. Y la sociedad no puede esperar mucho m¨¢s.