Cuando no tener barrenderos en agosto es el menor de los problemas en la Espa?a rural
Los vecinos de El Garrobo (Sevilla) reh¨²yen la pol¨¦mica por la petici¨®n de su alcalde de que mantengan limpias sus calles y reclaman que lo urgente es que se recupere el m¨¦dico las 24 horas. El verano intensifica las carencias de los servicios p¨²blicos en las zonas despobladas
Estrella abre el portal de su casa en la calle Juan Carlos I de El Garrobo, junto al consistorio, y bayeta en mano, se pone a limpiar la puerta de la entrada. ¡°Es lo que he hecho toda mi vida y lo que hacemos todos en el pueblo, lo normal, vamos¡±, explica. Por eso ella, como la mayor¨ªa de los 821 habitantes de este municipio de la Sierra Norte de Sevilla, no entiende el revuelo que se ha montado a cuenta de un mensaje que el 29 de julio public¨® el alcalde en la cuenta de Facebook del Ayuntamiento pidiendo a sus vecinos que tomaran ¡°conciencia de la importancia de colaborar en la limpieza viaria para el mantenimiento de las calles, plazas y parques de nuestra localidad¡±. Alertaba el regidor de que, con las fiestas del municipio acerc¨¢ndose, el servicio pod¨ªa ¡°verse mermado¡± por la falta de personal.
En redes sociales se extendi¨® la pol¨¦mica porque algunos entendieron que el regidor estaba exigiendo a los vecinos que limpiaran las calles del municipio. ¡°Se ha malinterpretado el mensaje, lo que quisimos es recomendar que, ahora que se acercan las fiestas, sigan con la costumbre de limpiar sus aceras y concienciar a la poblaci¨®n de que todos tenemos que mantener el pueblo limpio¡±, se?ala a este diario el alcalde, Juan Bay¨®n (Adelante Andaluc¨ªa), en conversaci¨®n telef¨®nica, porque estos d¨ªas se encuentra de vacaciones. El regidor explica que el operario municipal que se encarga de la limpieza est¨¢ de vacaciones y su sustituto, de baja. Mientras se resuelve el problema, quiso apelar a la responsabilidad de los vecinos, en una ¨¦poca del a?o en la que se duplica la poblaci¨®n con la llegada de los propietarios de los chalets de las afueras que quieren disfrutar del campo y el fresco de la sierra.
Las aceras de El Garrobo est¨¢n impolutas, m¨¢s all¨¢ de alguna colilla descuidada en el hueco de los bordillos; las papeleras, vac¨ªas; y en los contenedores, donde dos vecinos depositan sus basuras, no asoman restos. ¡±Eso se recoge a diario porque depende del operario que se lleva los residuos, que es distinto del que limpia las calles¡±, puntualiza Bay¨®n. Luisa Zamora y Victoria Gallego se cruzan en la plaza del Ayuntamiento con los carritos de la compra. Ambas se muestran sorprendidas por la pol¨¦mica que ha suscitado el mensaje del alcalde y se?alan a un enorme cartel que cuelga del balc¨®n del consistorio en el que se reclama que regrese la atenci¨®n m¨¦dica de 24 horas al municipio que la Junta de Andaluc¨ªa suspendi¨® tras la pandemia. ¡°Eso s¨ª es un problema, no la limpieza del pueblo, que limpio est¨¢. Llevamos tres a?os concentr¨¢ndonos todos los martes para pedir el m¨¦dico y no ha venido ning¨²n periodista¡±, se lamenta Zamora. ¡°A ver si al menos con todo lo que se ha formado con lo de las calles nos arreglan lo del consultorio¡±, apunta Gallego.
El Garrobo dispon¨ªa del servicio de urgencias 24 horas hasta que estall¨® la pandemia. Desde entonces, el consultorio m¨¦dico solo est¨¢ abierto de lunes a viernes de 8 a 15 horas. ¡°Si pasa algo despu¨¦s o tenemos una urgencia tenemos que ir a Gerena [a 14 kil¨®metros] o a Sevilla [a 32 kil¨®metros] directamente¡±, advierte Zamora. Rosa Valverde es la portavoz de la plataforma ciudadana El Garrobo Sanidad 24 horas, impulsora de las concentraciones semanales de los vecinos. ¡°Antes de la covid nuestra reivindicaci¨®n era tener pediatra, pero ahora es recuperar el m¨¦dico, porque en los municipios rurales la poblaci¨®n es fundamentalmente mayor y antes si le daba un ictus a alguien o una subida de tensi¨®n sab¨ªas que te iban a atender en cualquier momento, ahora no¡±, explica. La reducci¨®n de los horarios de atenci¨®n de los m¨¦dicos tambi¨¦n afecta a otras localidades de la zona como El Ronquillo (1.474 habitantes) o Villaverde del R¨ªo (7.711), que tambi¨¦n han organizado sus propias plataformas vecinales. ¡°Esto es una cuesti¨®n de voluntad pol¨ªtica y de modelo¡±, indica Valverde. ¡°La Junta nos dice que no hay profesionales, pero s¨ª los hay, lo que pasa es que no les permiten hacer guardias, aunque ellos las han pedido, y no activan las bolsas de m¨¦dicos¡±, argumenta.
¡°Sin centros de salud, pierdes la econom¨ªa de los pueblos¡±
Para Valverde el problema de la falta de barrenderos es menor en comparaci¨®n con el deterioro de la atenci¨®n sanitaria, pero ambas carencias evidencian las dificultades para mantener los servicios p¨²blicos de los pueblos peque?os, que se agravan en verano cuando aumenta la poblaci¨®n. ¡°Estamos asistiendo a un deterioro de los servicios p¨²blicos que est¨¢n pagando con creces los municipios del mundo rural. Los Ayuntamientos, que son las entidades m¨¢s cercanas a los ciudadanos, muchas veces no tienen medios ni competencias y su poblaci¨®n cada vez est¨¢ m¨¢s envejecida¡±, se?ala Antonio Aguilera, secretario de la Fundaci¨®n Savia, una entidad para la defensa del mundo rural y la sostenibilidad.
Miguel Oporto, l¨ªder del PSOE garrobe?o, el ¨²nico partido de la oposici¨®n, tambi¨¦n pide rebajar la pol¨¦mica por la limpieza de las calles y llama la atenci¨®n sobre el deterioro del servicio sanitario. ¡°El comunicado fue desafortunado y se ha sacado de contexto, pero la situaci¨®n de falta de m¨¦dicos es sintom¨¢tica en los municipios peque?os y si desde la Junta no se env¨ªan los recursos necesarios se est¨¢ incitando al abandono del mundo rural¡±, opina. Aguilera alerta sobre el riesgo que la falta de oportunidades en los pueblos puede suponer para el incremento de la despoblaci¨®n y la desigualdad. ¡°No puede haber ciudadanos de distintas categor¨ªas. En El Garrobo es la falta de m¨¦dicos o los problemas para sustituir a los operarios de limpieza, pero en otros sitios es el cierre de colegios¡ Hay que buscar f¨®rmulas y superar el municipalismo para impulsar la presencia de las comarcas, los consorcios que a¨²nan esfuerzos para la gesti¨®n de los servicios de limpieza o de suministro de agua¡±, a?ade.
Valverde se traslad¨® a El Garrobo desde el barrio de Triana de Sevilla hace m¨¢s de 20 a?os precisamente para huir del bullicio y el estr¨¦s de la capital y apostar por la calidad de vida, pero la ausencia de un m¨¦dico permanente le est¨¢ haciendo replantearse esa decisi¨®n. ¡°Varias parejas de personas mayores se han mudado a Sevilla con sus hijos por la falta de profesionales sanitarios¡±, indica. El diminuto consultorio del municipio est¨¢ lleno a media ma?ana. Hay un m¨¦dico, un ATS y una administrativa que solo va dos d¨ªas a la semana. ¡°A ver qu¨¦ pasa la segunda quincena de agosto. El a?o pasado solo tuvimos m¨¦dico dos o tres horas porque iba rotando por el resto de pueblos de alrededor. Imag¨ªnate ahora con los que vienen a las casas de verano. Somos m¨¢s de mil personas y sin centros de salud pierdes la econom¨ªa de los pueblos¡±, advierte.
¡°Los servicios p¨²blicos no deben verse desde el punto de vista de la rentabilidad¡±, se?ala Aguilera. ¡°All¨ª donde viva una persona, la prestaci¨®n de los servicios b¨¢sicos debe ser en igualdad de condiciones y estas carencias se manifiestan m¨¢s en verano porque muchos trabajadores municipales se van de vacaciones y la poblaci¨®n se duplica, mientras que sus servicios est¨¢n dimensionados para otro n¨²mero de personas, un desequilibrio que en los municipios rurales pesa a¨²n m¨¢s¡±, abunda.
Francisco, de 75 a?os, apura un cigarro en un taburete del bar que est¨¢ frente al consultorio. Tampoco entiende la pol¨¦mica que ha generado el mensaje del regidor. ¡°Cada uno limpia su puerta y si luego uno tira la colilla al suelo, podr¨ªa parecer que la competencia es del alcalde, pero tambi¨¦n es nuestra. Lo importante es que tengamos m¨¦dico todo el d¨ªa, como hemos tenido durante 60 a?os¡±, dice. A escasos metros, en la calle de la Pastora, Concha P¨¦rez barre la acera del portal de su casa. ¡°Lo hago a diario para quitar las hojas que dejan mis plantas¡±, indica. Ella no tiene problemas para cumplir con la petici¨®n de su alcalde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.