La lluvia deja a Sevilla sin Madrug¨¢
Las seis Hermandades que procesionaban esta noche cancelaron sus salidas, algo que solo se hab¨ªa producido en 2011
La lluvia est¨¢ convirtiendo la Semana Santa de Sevilla en un calvario. Los aguaceros caprichosos de la primavera que han deslucido los primeros d¨ªas, impidiendo a la mayor¨ªa de hermandades sacar sus pasos a la calle, tampoco dieron tregua en la Madrug¨¢, la fecha m¨¢s esperada por los cofrades de la capital andaluza tras el Domingo de Ramos. Las im¨¢genes de las seis cofrad¨ªas ¡ªMacarena, Silencio, Gran Poder, Esperanza de Triana, Gitanos y Calvario¨D que deb¨ªan haber procesionado a lo largo de la pasada noche y durante buena parte de la ma?ana de este Viernes Santo se quedaron en sus sedes impelidas por unas previsiones meteorol¨®gicas que auguraban un tren de precipitaciones y tormentas, que se cumplieron. Si se obvian los dos a?os de Pandemia, solo en 2011 la lluvia dej¨® sin Madrug¨¢ a los sevillanos.
La cancelaci¨®n de todas las procesiones del Jueves Santo dejaba poco espacio a la esperanza. Nelson ha sido inclemente. Desde el Domingo de Ramos la borrasca ha impedido a la mayor¨ªa de las Hermandades pasear su Cruz de Gu¨ªa, desluciendo el espect¨¢culo sensorial que estalla en las calles de Sevilla al paso de cada cofrad¨ªa y diluyendo el entusiasmo de los cofrades y de los miles de visitantes que cada a?o viajan hasta la capital hispalense atra¨ªdos por su Semana Santa. Los paraguas han sustituido a los capirotes, las miradas no se han alzado para contemplar los pasos, sino para escudri?ar el cielo gris y las rachas de viento golpeando los naranjos han silenciado las marchas de las bandas de m¨²sica.
Y pese a todo, ni los peores pron¨®sticos disuadieron a los sevillanos de apostarse desde primera hora de la tarde del jueves a las puertas de las capillas que ten¨ªan previsto salir esta Madrug¨¢. Desde primera hora de la tarde, los vecinos de Triana colocaban sillas de playa a la puerta de la Hermandad de la Esperanza para prepararse para una larga espera (su salida estaba prevista a la 1.30 de la madrugada), en una reciente y pol¨¦mica tradici¨®n que evidencia la peligrosa desvirtuaci¨®n que se cierne en los ¨²ltimos a?os alrededor la celebraci¨®n de la Semana Santa. ¡°Seguro que no nos va a fallar¡±, contaba una vecina, parapetada detr¨¢s de un chubasquero, que hab¨ªa llegado a los aleda?os de la capilla alrededor de las seis de la tarde.
Hac¨ªa alusi¨®n a c¨®mo en 2004, cuando el resto de Hermandades de la Madrug¨¢ cancel¨® su estaci¨®n de penitencia por el riesgo de lluvia, la Esperanza de Triana fue la ¨²nica que sali¨® a la calle y no se moj¨®. Sin embargo, ayer fue la primera que poco despu¨¦s de las once de la noche confirmaba que sus im¨¢genes no iban a procesionar. Fue el comienzo de una cascada de cancelaciones a la que se fueron sumando el resto de cofrad¨ªas. La que m¨¢s tard¨® en decidirse fue El Calvario, la que part¨ªa en ¨²ltimo lugar, a las cuatro de la madrugada, que se lo hizo saber a sus hermanos media hora antes. ¡°Es una temeridad salir¡±, reconoc¨ªa el hermano mayor de la Hermandad de La Macarena, Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Cabrero.
Muchas de las im¨¢genes de la Semana Santa de Sevilla son tallas que se remontan a los siglos XVI y XVII y los palios y mantos que visten a las V¨ªrgenes y otras figuras requieren de unas condiciones de conservaci¨®n que no son sencillas. Se trata de un valioso patrimonio para los que el agua y las condiciones meteorol¨®gicas representan un riesgo grave. ¡°El agua hace mucho da?o a las im¨¢genes porque la mayor¨ªa son de madera tallada y aunque est¨¦n ahuecadas para evitar que entre la humedad, puede haber filtraciones`que pueden ser muy da?inas. Muchas tienen m¨¢s de 400 a?os¡±, explica el historiador de Arte de la Universidad de Sevilla, Andr¨¦s Luque. ¡°A los tejidos tambi¨¦n les afecta porque est¨¢n bordados con hilo de plata, pero tambi¨¦n al propio palio cubierto con pan de oro, que se va con nada¡±, abunda.
Sin duda la talla del Jes¨²s del Gran Poder, que Juan de Mesa gubi¨® en 1620 y que se ha convertido en un icono del barroco sevillano, es una de las que m¨¢s podr¨ªa haberse resentido del azote de Nelson, de haber procesionado esta madrugada. Pero adem¨¢s de por el valor patrimonial de las tallas y los bordados que salen a la calle, el hermano mayor de La Macarena tambi¨¦n se refer¨ªa a la seguridad de los hermanos que procesionan. Muchas de las cofrad¨ªas de la Madrug¨¢ llevan a m¨¢s de 2.000 nazarenos que estar¨ªan expuestos a la lluvia y a la tormenta que preve¨ªan los partes meteorol¨®gicos y que pasadas las 5.30 de la ma?ana se confirm¨® con potentes truenos y rel¨¢mpagos.
La desilusi¨®n, como la lluvia, no cesa pese al varapalo de la cancelaci¨®n de la Madrug¨¢. El agua de primavera sigue siendo una amenaza seria para los d¨ªas que vienen, pudiendo convertir esta Semana Santa en la m¨¢s deslucida de las que se recuerdan ¡ªsi se pasan por alto los dos a?os en los que fue suspendida por la pandemia¡ª. De nuevo, hay que retrotraerse a 2011 para encontrarse con un precedente tan malo. Hasta este Jueves Santo, ¨²nicamente 12 cofrad¨ªas completaron sus recorridos. Entonces lo hicieron 31. ¡°Esta siendo una semana nefasta, no se ha salvado ning¨²n d¨ªa¡±, ilustra Laura, que acaba de salir de la bas¨ªlica de la Macarena con su madre, unas de las primeras en visitar en esta ma?ana de lluvia persistente de Viernes Santos los pasos que anoche no pudieron salir en procesi¨®n. Detr¨¢s viene la familia Junquera-Paris, que vinieron el mi¨¦rcoles desde Barcelona. En todo este tiempo solo han podido ver la cofrad¨ªa del Carmen Doloroso, la ¨²nica que termin¨® su recorrido el martes y que fue criticada por procesionar lloviendo. ¡°Hab¨ªamos reservado el viaje desde la pandemia y ten¨ªamos muchas ganas¡±, se lamenta la madre.
¡°Si es para que los embalses se llenen y se alivie la sequ¨ªa, al final aunque la pena sea grande, merece la pena¡±, comentaba una joven vestida de mantilla el jueves a mediod¨ªa mientras hac¨ªa cola agarrada a un paraguas para visitar la bas¨ªlica de La Macarena. Los embalses andaluces han ganado un total de 44 hect¨®metros c¨²bicos en los ¨²ltimos siete d¨ªas, elevando la reserva de agua al 29,09% de su capacidad, y acogiendo 3.225 hm3 de agua en total y aumentando sus reservas en 54 hect¨®metros c¨²bicos m¨¢s que hace un a?o, seg¨²n los datos del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica.
Pero aunque Nelson haya podido diluir buena parte del entusiasmo acumulado en Sevilla ante la llegada de la Semana Santa, no puede apagar su pasi¨®n. Si los pasos no salen de las iglesias, los sevillanos entran en ellas para verlos. Pas¨® anoche con el Gran Poder, que no cerr¨® su capilla de madrugada para que los que se hab¨ªan congregado a sus puertas pudieran admirar las im¨¢genes y ha ocurrido a primera hora de esta ma?ana con el resto de Hermandades de la Madrug¨¢ que no procesionaron anoche, pero que desde primera hora est¨¢n abiertas. Mar, hermana de la Macarena acaba de salir de la bas¨ªlica. Ha tomado el relevo al resto de su familia que ayer esper¨® a sus puertas con la ilusi¨®n de que pudiera salir. ¡°Siempre voy a verla salir, pero ayer todo apuntaba a que no iba a poder ser y por eso he venido por la ma?ana¡±, cuenta. Se va adentr¨¢ndose en la hilera de paraguas que atraviesa la plaza en la que se ubica el templo y se pierde ya m¨¢s all¨¢ de la manzana aleda?a, cuando a¨²n no ha pasado una hora desde que abriera sus puertas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.