64 familias andaluzas, en la incertidumbre de si tendr¨¢n enfermera escolar para sus hijos
La Junta firm¨® un protocolo el curso pasado para la escolarizaci¨®n de alumnos con enfermedades cr¨®nicas o en situaci¨®n de paliativos que se renueva en septiembre y cuya aplicaci¨®n este a?o no ha llegado a todas ni ha satisfecho muchas de sus necesidades
Dylan tiene seis a?os. Ha aprendido a leer y a escribir en casa gracias a programas educativos de Internet. El curso pasado solo acudi¨® un d¨ªa a su colegio en La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz), pero cuando el T¨¦cnico en Cuidados Auxiliares de Enfermer¨ªa (TCAE) que le hab¨ªa sido asignado en virtud de un protocolo de la Junta de Andaluc¨ªa para atender a la escolarizaci¨®n de menores con enfermedades cr¨®nicas complejas constat¨® el tipo de cuidados que requer¨ªa, advirti¨® de que no iba a poder hacerse cargo del ni?o. Dylan tiene una enfermedad rara que le provoca una par¨¢lisis muscular y necesita de un respirador. ¡°Sin un apoyo continuo y sin alguien con una formaci¨®n especializada es imposible que mi hijo vaya al colegio¡±, explica su madre, Nazaret Campos, que es quien se encarga de educar a su hijo en casa.
Ella es una de las 64 familias que ha emprendido una campa?a para que la Junta de Andaluc¨ªa cumpla con ese protocolo firmado en septiembre de 2023 entre la Consejer¨ªa de Salud y la de Desarrollo Educativo para proporcionar atenci¨®n sanitaria espec¨ªfica dentro de los centros educativos a ni?os que padecen enfermedades cr¨®nicas complejas o que est¨¢n en situaci¨®n de cuidados paliativos. Se trata de un servicio que presta el Personal T¨¦cnico de Integraci¨®n Social (PTIS) o los TCAE, bajo la supervisi¨®n de las enfermeras referentes escolares, y en casos concretos tambi¨¦n enfermeras que atienden a sus necesidades terap¨¦uticas y de cuidados espec¨ªficos garantizando as¨ª su escolarizaci¨®n normalizada. Un servicio que en este curso se ha aplicado tarde y que no se ha desarrollado de acuerdo con lo previsto, seg¨²n recalcan las familias que s¨ª han contado con este apoyo, y su prestaci¨®n el a?o depende de la renovaci¨®n del protocolo a partir del 1 de septiembre y deber¨¢ solicitarse a partir de septiembre, con el curso escolar en marcha. Reclaman que puedan pedir la enfermera escolar ahora, que es cuando se realizan las matriculaciones, para empezar el pr¨®ximo a?o con la garant¨ªa de que contar¨¢n con ella.
¡°Nos han dicho que el protocolo termina el 31 de agosto y que vuelve a activarse el 1 de septiembre, esto implica que los profesionales de orientaci¨®n educativa que deben certificar que el ni?o necesita de esta atenci¨®n tienen que volver a realizar todos los informes, y eso con el curso empezado supone perder un tiempo que para nosotros es oro¡±, explica Alejandro Tagua, padre de Leo, un ni?o de seis a?os que lleva escolarizado en un aula ordinaria de un colegio del Aljarafe sevillano desde los tres y cuya enfermedad neuromuscular le obliga a alimentarse a trav¨¦s de un bot¨®n g¨¢strico. Su hijo no es uno de los que se ha beneficiado del protocolo. ¡°Todos estos a?os hemos tratado de que uno de los PTIS est¨¦ pendiente de sus secreciones para aspirarle y para darle de comer, pero eso es complicado porque en su clase hay 22 ni?os m¨¢s, y en el centro hay m¨¢s alumnos con otras necesidades especiales y solo cuenta con dos PTIS, as¨ª que Leo recibe la atenci¨®n justa, cambio de pa?ales y poco m¨¢s¡±, explica.
El protocolo se firm¨® para atender a ni?os en situaci¨®n de cuidados paliativos, que necesiten soporte ventilatorio en horario escolar o que padezcan la enfermedad de la piel de mariposa. El 90% est¨¢n escolarizados en Primaria. ¡°Se trata de ni?os con enfermedades muy graves, pero que no necesitan ni un aula espec¨ªfica, ni una educaci¨®n especial, muchos no tienen afectada su capacidad cognitiva, sino que tienen problemas de movilidad o respiratorios, y en los casos de par¨¢lisis cerebral es esencial la integraci¨®n social en las aulas, pero siempre con atenci¨®n de una enfermera¡±, se?ala Araceli Quintero, vocal en Andaluc¨ªa de AMECE, la Asociaci¨®n Nacional e Internacional de Enfermer¨ªa Escolar.
Quintero defiende la importancia de que estas atenciones se presten por una enfermera escolar porque ni los PTIS, que no tiene una formaci¨®n espec¨ªfica en los cuidados tan concretos que necesitan estos ni?os ¡ªy en muchas ocasiones, ellos mismos o las empresas que los subcontratan advierten de que ese no es su cometido, ni pueden abordarlo de forma exclusiva porque tiene a su cargo a otros alumnos con necesidades especiales¨D, ni los TCAE, entre cuyas funciones tampoco se recogen muchas de las t¨¦cnicas que deber¨ªan aplicar, pueden afrontarlas con garant¨ªas. ¡°Estos menores necesitan de unas t¨¦cnicas muy concretas, no todo el mundo puede manejar un sistema flash para monitorizar la glucosa, aspirar secreciones¡¡±, indica. Esa falta de formaci¨®n es la que llev¨® al TCAE que se le hab¨ªa asignado a Dylan en su colegio a renunciar, obligando a su madre a optar por escolarizarlo en casa.
Necesidad de formaci¨®n espec¨ªfica
Es la Consejer¨ªa de Desarrollo educativo quien traslada a la de Salud a trav¨¦s de una plataforma los alumnos que pueden precisar de esta atenci¨®n y una vez que se recibe la solicitud, es este ¨²ltimo departamento quien elabora un informe espec¨ªfico de cuidados en funci¨®n de las patolog¨ªas concretas que trasladan al TCAE o a la enfermera que es contratada por Desarrollo educativo. Esta consejer¨ªa detect¨® a 64 familias que podr¨ªan recibir esta atenci¨®n, pero, de acuerdo con la exposici¨®n que hizo la consejera de Salud, Catalina Garc¨ªa, en sede parlamentaria en este curso el protocolo se aplic¨® a 15 menores. Solo han recibido este servicio 15 ni?os.
Adem¨¢s, este curso se ha activado un programa piloto para cinco casos concretos en los que los menores han contado con las atenciones de una enfermera y un TCAE. Es el caso de M¨¢ximo, el hijo de Anabel Ballesteros, una de las madres pioneras en la lucha por reclamar a la Junta cuidados espec¨ªficos en los centros escolares. ¡°Esta atenci¨®n de una enfermera y una t¨¦cnico, no deber¨ªa ser algo excepcional, sino que es un servicio que deber¨ªan tener todos los ni?os en esta situaci¨®n, porque una auxiliar no puede ponerle medicaci¨®n a los ni?os, pero una enfermera no es la que tiene que cambiarle los pa?ales¡±, explica Ballesteros, m¨¦dico de profesi¨®n.
Su experiencia no ha sido positiva. Ballesteros cuenta que la enfermera que le asignaron para el centro escolar de su hijo en M¨¢laga no dispon¨ªa de ning¨²n material necesario para atender a M¨¢ximo, que padece la misma enfermedad que Leo, aunque en su caso no necesita de bot¨®n g¨¢strico para comer ¡ª¡±aun as¨ª se puede atragantar comiendo y no le puede dar de comer cualquiera¡±, explica¨D. ¡°Le tuve que entregar yo todo el material que requer¨ªa y la auxiliar no sab¨ªa ni a lo que ven¨ªa¡±, sostiene. Debido a sistema de contrataci¨®n por meses en el SAS, cuando la enfermera asignada no renov¨® su contrato, no apareci¨® nadie m¨¢s por el colegio. ¡°En mi caso no reclam¨¦ el recurso, porque tampoco me estaba solucionando nada y adem¨¢s en el colegio no es bien recibido que en un aula haya demasiados adultos: el profesor, un PTIS, un auxiliar y una enfermera¡±, indica. Pero existe otra raz¨®n m¨¢s importante: ¡°Si la enfermera o la auxiliar se ponen enfermas o se pillan una baja o no pueden asistir al centro, como no hay sustituciones, te advierten de que t¨² no puedes llevar al ni?o porque no hay quien se ocupe de su atenci¨®n¡±, explica.
Este es un problema a?adido para estas familias que son cuidadoras las 24 horas al d¨ªa y que incluso cuando dejan a sus hijos en el colegio, muchos se quedan esperando a las puertas o no se van muy lejos, porque est¨¢n pendientes del tel¨¦fono por si ha pasado algo. ¡°Cuando te suena el m¨®vil, en nuestro caso no es porque el ni?o se haya portado mal, es que puede ser que lo est¨¦n llevando a Urgencias porque se est¨¢ muriendo¡±, puntualiza Ballesteros. Por su situaci¨®n y porque necesitan de otras atenciones estos ni?os no pueden acudir diariamente al colegio. ¡°Muchos van d¨ªas alternos, otros se agotan y los tenemos que recoger a media jornada¡¡±, indica la madre de M¨¢ximo. En el caso de Leo, si coge un catarro puede estar casi tres meses sin poder regresar al colegio.
Las 64 familias identificadas en un primer momento por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n reclaman que el protocolo se active para todas ellas y con todos los recursos, no solo PTIS o auxiliares, sino tambi¨¦n enfermeras escolares, como en los casos piloto. Tambi¨¦n piden no tener que esperar a que se reactive el protocolo el 1 de septiembre, para poder comenzar el pr¨®ximo curso escolar con la garant¨ªa de contar con un apoyo esencial para que sus hijos puedan llevar ¡°una vida normal¡± dentro del colegio. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, atendi¨® a varios de sus representantes durante una visita que realizaron al Parlamento para visibilizar su situaci¨®n, pero nada ha cambiado. ¡°Adem¨¢s de buenas palabras, necesitamos realidades¡±, dice Ballesteros.
Las enferemeras escolares no son un lujo
Araceli Quintero, vocal en Andalucía de AMECE, la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar. advierte de otro problema relacionado con las enfermeras escolares en esta comunidad: “A priori las enfermeras capacitadas para atender a estas necesidades tan específicas son enfermeras pediátricas o comunitarias, una especialidad que no existe en la bolsa del Servicio Andaluz de Salud”. Quintero, además reclama la presencia de estas profesionales en los colegios de maneta permanente, no solo circunscritas al protocolo de escolarización de menores con enfermedades crónicas complejas. “Las enfermeras referentes están en el centro de salud y se coordinan con los centros educativos de la zona, pero no están en los colegios, su presencia es esencial para prevenir enfermedades y descongestionar la atención primaria, pero es otra asignatura pendiente”, subraya. Ahora mismo este servicio solo lo ofrecen los colegios privados o los concertados y lo hacen como un lujo, cuando es una necesidad esencial.
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