El chat de los panaderos

Hay una queja generalizada sobre los grupos de WhatsApp. Son muchos los que querr¨ªan salir de alguno, pero, por el motivo que sea, se ven atrapados. Pero al menos hay uno con una din¨¢mica diferente, todo el mundo se aferra a ¨¦l para no perder la plaza mientras otros est¨¢n en lista de espera para entrar. Es un grupo que se denomina La casa dels forners/eres (La casa de los panaderos/eras), y hay maestros del pan de todo Catalu?a y alguno de Arag¨®n y Baleares. Aqu¨ª se debate sobre harinas, se recomiendan cursos de pasteler¨ªa, se comparten recetas, se aconsejan m¨¢quinas o se publican ofertas laborales. Todo empez¨® con Jes¨²s Querol, propietario de la panader¨ªa Pa rony¨® de Torregrossa (Lleida), que pens¨® que esta red pod¨ªa ser una herramienta ¨²til para su gremio.

¡°Hace a?o y medio no ten¨ªa ni idea de WhatsApp¡±, cuenta Querol a trav¨¦s del manos libres mientras faena en su obrador. La familia le convenci¨® para que se instalara la aplicaci¨®n y, un poco a rega?adientes, se la descarg¨®. ¡°Verlas chorradas de los amigos estaba bien, pero pens¨¦ que pod¨ªa servir para algo m¨¢s¡±, apunta. Y cre¨® un grupo de panaderos, donde a?adi¨® a compa?eros de profesi¨®n. ¡°A m¨ª me gusta mucho mi trabajo, y all¨¢ donde voy busco al panadero y me presento¡±, dice para explicar que tuviera tantos contactos en su tel¨¦fono, adem¨¢s de ser agremiado.

El chat hierve con textos y v¨ªdeos de utilidad para los miembros del grupo, la mayor¨ªa panaderos y algunos proveedores de maquinaria o productos del sector. ¡°Es una manera de ayudarnos y una forma r¨¢pida de comunicarnos¡±, explica Querol, que reconoce que tiene lista de espera de profesionales que quieren entrar. WhatsApp solo permite grupos de 257 miembros, y ya est¨¢ pensando en una alternativa para que la comunidad crezca. El chat pita varias veces al d¨ªa, y a cualquier hora, porque ya se sabe que los panaderos trabajan de noche y de madrugada. Eso s¨ª, el domingo es silencioso, casi todo el mundo respeta el d¨ªa de descanso.

Las conversaciones son amistosas y con tono colaboraror, solo ha habido alg¨²n susto por temas pol¨ªticos o demasiado publicitarios, reconoce Querol, que enseguida ha tomado cartas en el asunto. Cuenta que estos casos aislados les llevaron a establecer unas normas de uso: no se habla ni de pol¨ªtica ni de f¨²tbol, aqu¨ª toda tem¨¢tica tiene que tener como punto de partida la harina. Con una semana de intrusi¨®n en el grupo, esta periodista ha podido constatar las ganas de cooperaci¨®n que tienen sus miembros, a pesar de una breve transgresi¨®n de estas normas de buen uso a qui¨¦n nadie dio bola.

Los mensajes habituales hacen todos referencia al oficio: nuevos cursos de los gremios de panaderos, ofertas de trabajo en panader¨ªas y pasteler¨ªas, recomendaciones de maquinaria o harinas. Como muestra, un panadero que ped¨ªa ayuda para eliminar unas ampollas que le sal¨ªan en las barras de pan recibi¨® enseguida un mont¨®n de sugerencias, u otro profesional que ped¨ªa almid¨®n de ma¨ªz modificado para hacer unas pruebas de laboratorio recibi¨® m¨¢s de una oferta en un santiam¨¦n. Teniendo en cuenta las fechas, consejos sobre la masa de bu?uelos tambi¨¦n han protagonizado algunas conversaciones. En La casa dels forners/eres parece pasada de moda la competencia entre iguales. Aqu¨ª, la cooperaci¨®n es la nueva masa madre.