Los escritores catalanes premian la figura ¡®renacentista¡¯ de Narc¨ªs Comadira

¡°Desde que nos implantaron el confinamiento no he escrito ni un solo verso¡±, reconoce Narc¨ªs Comadira (Girona, 1942). Dif¨ªcil concentrarse cuando la vida gira como gira y parece perder sentido y m¨¢s para un bardo que se ha caracterizado por reflexionar sobre ello y por su rigor formal y m¨¦trico, con un punto renacentista en su pr¨¢ctica art¨ªstica, as¨ª en la traducci¨®n como en el ensayo, en la dramaturgia y en la pintura. ¡°Hacerlo bien es mi ambici¨®n¡±, dice. Quiz¨¢ por todo ello, y tambi¨¦n por ese af¨¢n multidisciplinar, sus colegas de la Associaci¨® d¡¯Escriptors en Llengua Catalana (AELC) han decidido otorgarle, por votaci¨®n, el premio Jaume Fuster, en su ya XX? edici¨®n. Comadira es el s¨¦ptimo ganador consecutivo del Fuster que tiene la poes¨ªa como principal raz¨®n de ser literaria, tras Ant¨°nia Vicens (2019), Francesc Parcerisas (2018), Jordi P¨¤mias (2017), Carles Hac Mor (2016), Joan Margarit (2015) y Jaume P¨¦rez Montaner (2014).

No pillan en el fondo desprevenido estos tiempos de coronavirus a Comadira, que en 1990 ya publicaba un poemario bajo el t¨ªtulo de En quarentena, una de sus obras m¨¢s reconocidas (obtuvo el Ciutat de Barcelona, el Nacional de la Cr¨ªtica y la Lletra d¡¯Or), en cualquier caso un buen ejemplo de ¡°la calidad de su obra, la importancia de su trayectoria y el compromiso del autor¡±, como reza el acta de la concesi¨®n del premio.

Todo lo re¨²ne este particular autor de la llamada Generaci¨®n de los Setenta, m¨¢s decantado quiz¨¢ que el resto de sus coet¨¢neos por esos poetas-pensadores proclives a reflexionar sobre el sentido de la vida y del arte y por la palidez de ambas con el paso del tiempo. Lo demostr¨® ya desde sus inicios en la segunda mitad de los sesenta, punto de partida de una obra de extensi¨®n notable, con una veintena de poemarios, con t¨ªtulos notables como Papers privats (1969), Desdesig (1976), Enigma (1985, premios Serra D¡¯Or y de la Generalitat), Lent (2012) o el ¨²ltimo hasta la fecha, Manera negra (2018).

S¨ª coincide con sus coet¨¢neos en el influjo de Gabriel Ferrater, que en su caso casa con el rigor tambi¨¦n de Josep Carner y de J.V. Foix; como en todos ellos, su inquietud intelectual le ha llevado al campo del ensayo en donde, a trav¨¦s de una quincena de t¨ªtulos, ha reflexionado desde su Girona natal (Girona. Mat¨¨ria i mem¨°ria, 1989), a la arquitectura (Guia de l¡¯Arquitectura dels segles XIX i XX a Girona, 1978) o al Noucentisme (Forma i prejudici. Papers sobre el Noucentisme, 2006). Omn¨ªvoro en lo cultural, no ha podido por menos que traducir, desde a ingleses (marca de fuego de su generaci¨®n, de nuevo) como W. H. Auden a italianos como Luigi Pirandello y, sobre todo, a Leopardi, de la que ofreci¨® en 2004 una reconocida versi¨®n de sus Cants (premios Serra d¡¯Or y Ciutat de Barcelona).

Dramaturgo desde 1991, cuando debut¨® en el g¨¦nero con La vida perdurable, admite Comadira que tiene ahora en cartera sendos proyectos en ese g¨¦nero y en poes¨ªa que estos tiempos de coronavirus han congelado: ¡°Hab¨ªa escrito tres o cuatro poemas antes del confinamiento; pero esta situaci¨®n me ha dejado sin ganas de hacer nada; espero que cuando lo levanten vuelva a tener ganas de poes¨ªa¡±, asegura en un podcasts en la web de la AELC (a trav¨¦s de Spotify e Ivoox), en el marco del programa Parlem de literatura? de la entidad, donde agradece el premio. Pero tiempos qu seguramente tampoco podr¨¢n frenar su vocaci¨®n pict¨®rica, llena de vol¨²menes, con tendencia a la geometr¨ªa y simplificaci¨®n de formas, liofilizaci¨®n de su estar en el mundo contempl¨¢ndolo, reflexion¨¢ndolo desde cualquier categor¨ªa art¨ªstica. Como un renacentista contempor¨¢neo.