La pandemia golpea a los inquilinos m¨¢s vulnerables
Los parados y afectados por ERTE sufren como ning¨²n otro colectivo los efectos de los elevados alquileres
Inquilinos que han quedado en el paro, afectados por ERTE a consecuencia de la crisis econ¨®mica, o personas a las que se les pretende subir el alquiler por finalizaci¨®n de contrato son los colectivos m¨¢s vulnerables que est¨¢n sufriendo los efectos derivados del coronavirus. La soluci¨®n pasa por reducir la mensualidad o aplazar el pago hasta que remita la situaci¨®n de precariedad, pero los propietarios no siempre aceptan esta soluci¨®n pactada. Las medidas aprobadas por el Gobierno suponen solo un respiro a esa emergencia habitacional.
Las preocupaciones de Erik Escobedo llegaron cuando el virus irrumpi¨® en Espa?a, en marzo. Un d¨ªa antes de que se decretase el estado de alarma lo despidieron de un taller de reparaci¨®n de autom¨®viles. Sin poder buscar un nuevo trabajo por el confinamiento, se qued¨® en el paro. Escobedo, de 43 a?os, relata que tuvo que encontrar soluciones para pagar su vivienda en el barrio de Sant Andreu. Primero, con el visto bueno de su casero, alquil¨® un cuarto libre a una persona. Despu¨¦s, pidi¨® un pr¨¦stamo al Instituto de Cr¨¦dito Oficial. Hasta enero, cuando venza, puede estar tranquilo. Pero en unos meses las inquietudes volver¨¢n si no consigue un empleo. ¡°De aqu¨ª a diciembre espero encontrar algo¡±, cuenta.
El caso de Escobedo se repite. Cientos de inquilinos golpeados por la emergencia sanitaria y sus consecuencias econ¨®micas tienen problemas para afrontar el pago de los alquileres de sus viviendas. Los perfiles son variados: gente que perdi¨® su trabajo, personas con Expediente de Regulaci¨®n Temporal de Empleo (ERTE) desde hace meses, pero tambi¨¦n ciudadanos a quienes se pretende aplicar un aumento del alquiler para renovar su contrato, pese a la pandemia.
Seg¨²n las cifras del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona publicadas a finales de julio, el 57,6% de las familias que viven de alquiler ha sufrido un deterioro de su situaci¨®n econ¨®mica a causa del coronavirus.
Juan Rodr¨ªguez, de 45 a?os, tiene un restaurante en el barrio de Gr¨¤cia. Menciona que obtuvo una reducci¨®n de la mitad del alquiler del local, por dos meses, pero no consigui¨® lo mismo para el pago de su vivienda. ¡°En mi piso me dijeron que no hab¨ªa posibilidad. Me dieron a entender que pod¨ªa retrasarme con los dep¨®sitos, si quer¨ªa, y luego ponerme al corriente¡±, detalla. Seg¨²n el Observatorio, el 10,3% de los residentes del ¨¢rea metropolitana ha solicitado una reducci¨®n, el 5,8% una pr¨®rroga y el 6,5% ha recibido una oferta de disminuci¨®n o aplazamiento sin solicitarlo. Estas negociaciones entre inquilinos y propietarios han tenido ¨¦xito en el 55% de los casos.
Algunos inquilinos han visto c¨®mo se les sub¨ªa el alquiler en plena crisis sanitaria. A Diana Virg¨®s le lleg¨® un burofax, en pleno estado de alarma, con un aviso de que le aumentar¨ªan el precio de su hogar en el barrio del Raval de Barcelona. Su contrato vence a finales de agosto. De 27 a?os, dice que pudo solicitar la pr¨®rroga extraordinaria, por un periodo de seis meses con las mismas condiciones, debido a la extensi¨®n de las medidas aprobadas por el Gobierno. Asegura que el edificio donde reside lo ha comprado un fondo buitre y que algunos vecinos se han organizado para no firmar ¡°cl¨¢usulas abusivas¡±. ¡°De momento, me ha dado un respiro¡±, remarca.
El portavoz del Sindicato de Inquilinos de Catalu?a, Jaime Palomera, considera un caso de ¨¦xito la reducci¨®n, y no solo un aplazamiento, de los pagos. Se?ala que, antes de la pandemia, recib¨ªan consultas relacionadas con subidas de los alquileres o sobre arrendadores que no quer¨ªan realizar reparaciones en los hogares. ¡°La diferencia es que si hasta el estallido de la crisis el problema eran las subidas, ahora es que los precios se mantengan tan altos¡±, comenta. El sindicato advierte de que se siguen recibiendo avisos de aumentos en los contratos. ¡°Hay un deterioro de una situaci¨®n que ya era grave, de emergencia habitacional¡±, asegura.
El alquiler medio juvenil es de 1.100 euros
El coste medio de alquilar en solitario para los j¨®venes catalanes se sit¨²a en m¨¢s de 1.100 euros, cifra que representa tener que destinar el 110% de su sueldo, seg¨²n el Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de Juventud de Espa?a (CJE). Los elevados precios en Barcelona disparan este coste medio para los catalanes de 16 a 29 a?os, aunque son los que m¨¢s se emancipan a nivel espa?ol debido a una mayor participaci¨®n en el mercado laboral y oferta de viviendas disponibles, seg¨²n el presidente del CJE, Manuel Ramos. En Catalu?a, el 22,6% de los j¨®venes se han independizado, b¨¢sicamente compartiendo piso: es la tasa m¨¢s alta por comunidades, y tambi¨¦n superior a la media estatal (18,7%).
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