Primera Persona celebra su ¨²ltima edici¨®n dejando ¡®Cicatrices¡¯
El festival de relatos de vida cierra el 15 de mayo en el CCCB una singladura con m¨¢s de 200 invitados y 10.000 asistentes
Eran momentos irrepetibles en los que escritores y artistas, como si estuvieran en el sill¨®n de sal¨®n de sus casas o en el rinc¨®n de un pub con los amigos, bajaban barreras y se confesaban ante centenares de personas, de manera parad¨®jica en una fresca e ¨ªntima comuni¨®n. ¡°Son instantes excepcionales, s¨ª, que se han de cuidar mucho en los preparativos y durante los encuentros y antes de agotar f¨®rmulas o repetirlas, es mejor dejarlo¡±, argumenta a este diario el escritor Miqui Otero, uno de los comisarios-confesores, junto a su colega Kiko Amat, del Festival Primera Persona. Justifica as¨ª que la convocatoria del 15 de mayo (la novena, con el ep¨ªgrafe Cicatrices) ser¨¢ la ¨²ltima edici¨®n de esta iniciativa de relatos de vida, que ha ido cobijando el Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona (CCCB).
Jo s¨®c el meu heroi era el ep¨ªgrafe que llevaba la primera cita, en mayo de 2012, en la que ser¨ªa una de las primeras propuestas del flamante espacio del Teatre del CCCB. Se pretend¨ªa analizar el entonces a¨²n no hegem¨®nico relato narrado en primera persona a trav¨¦s de protagonistas seleccionados ¡°por el valor emocionalmente honesto, puro, crudo y humor¨ªstico de sus historias¡±, rezaba el cartel. M¨¢s de 200 creadores y 10.000 espectadores despu¨¦s, la profundidad emocional y los jirones de intimidad que se fueron depositando entre momentos musicales y charlas y entrevistas fue notable.
Julieta Venegas, Vivian Gornick, James Rhodes y Renata Adler han sido algunos de los rutilantes nombres que pasaron por ese peculiar confesionario, que lleg¨® a tener miniedici¨®n en Madrid. Otero tiene entre lo m¨¢s idiosincr¨¢sico de lo que ha sido el Primera Persona la presencia, ya en la primera edici¨®n, del escritor jud¨ªo afincado en EEUU Jonathan Amer, por ¡°los preparativos previos en los que se puso en escena una especie de mayordomo como el que reflejaba el autor en sus novelas humor¨ªsticas para que charlara con ¨¦l¡±; o la iniciativa musical que implic¨® a Robert Forster con una banda de m¨²sicos diversos de Barcelona que se form¨® seis d¨ªas antes para que actuaran juntos; o la descarga de humanidad que desprendi¨® el encuentro entre Jos¨¦ Luis Cuerda y Eduardo Mendoza en 2015.
Sello personal de los comisarios
Temerosos de que aquella excitaci¨®n y atm¨®sfera inicial se fuera diluyendo o el formato se adulterara, los comisarios han decidido dejarlo aqu¨ª. ¡°Cuando empec¨¦ ten¨ªa 30 a?os y ahora tengo 41¡±, fija Otero, consciente tambi¨¦n del desgaste del impulso y de la excitaci¨®n iniciales, necesarios para buscar siempre momentos irrepetibles. Desde la direcci¨®n del CCCB ni se plantea la continuidad con otros directores: ¡°Es una historia de ¨¦xito, pero tiene el sello muy personal de sus creadores¡±, resumen. En cualquier caso, la despedida ser¨¢ notable, con una edici¨®n especial al aire libre en el Pati de les Dones del CCCB. Con el hilo conductor de la monologuista Oye Sherman (Mar¨ªa Rovira), la jornada ¨²nica del Primera Persona (novena edici¨®n presencial, d¨¦cima convocatoria si se cuenta la edici¨®n indoor de 2020, que, por la pandemia, qued¨® reducida a la intervenci¨®n digital de la pensadora Jia Tolentino y de la escritora Rachel Cusk) contar¨¢ con el poeta y cantante David Ca?o (premio Jocs Florals 2019 y miembro del grupo Ovidi4), la periodista y escritora Anna Pacheco (Listas, guapas, limpias) y la ilustradora peruana Roc¨ªo Quillahuaman, entre otros. Su experiencia ante las cicatrices, ya sean f¨ªsicas o espirituales, ser¨¢ el cord¨®n umbilical. Habr¨¢ una decena de intervenciones en total, en una jornada que culminar¨¢ la actuaci¨®n del barcelon¨¦s Joe Crep¨²sculo (Jo?l Iriarte).
Como fin de fiesta, el mismo d¨ªa 15 podr¨¢ descargarse, desde la web del CCCB, una publicaci¨®n con una veintena de trabajos de otros tantos creadores: textos, canciones y vi?etas reflexionando alrededor de Cicatrices. ¡°La cicatriz es el recuerdo de alguna cosa que nos hizo da?o, y nos hizo diferentes, pero tambi¨¦n la prueba de que realidad lo tenemos controlado, que esa herida ya no sangra¡±, describe Otero. Para Amat, la publicaci¨®n es ¡°el tel¨®n del Primera Persona, el ¨²ltimo gag para poder llev¨¢rselo a casa¡±. All¨ª donde siempre pareci¨® anidar el festival.
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