Prohibir los coches con etiqueta amarilla: el pr¨®ximo paso de Barcelona contra la contaminaci¨®n
El Ayuntamiento quiere vetar los veh¨ªculos euro 4 e instaurar un peaje urbano, pero admite que no tiene calendario
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona, pionera en Espa?a y una de las mayores ¨¢reas vetadas a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes, ya no da para m¨¢s. Desde que se estren¨® ha conseguido reducir un 11% las emisiones de di¨®xido de nitr¨®geno (NO2), como estaba planeado cuando se dise?¨® en 2017. Adem¨¢s, ha reducido en m¨¢s de 600.000 los desplazamientos diarios de veh¨ªculos contaminantes: eran el 20% del total de parque circulante en 2017 y ahora son el 4%. La pregunta es, pues: ?Qu¨¦ toca ahora para reducir la contaminaci¨®n, que est¨¢ recuperando niveles prepandemia?. La respuesta del gobierno de la alcaldesa Ada Colau es vetar los coches m¨¢s contaminantes con etiqueta amarilla (B) de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) e instalar un peaje urbano para entrar en la ciudad. El consistorio, con todo, admite que no ser¨¢ r¨¢pido. No hay calendario.
El concejal de Emergencia Clim¨¢tica, Eloi Badia, ha celebrado este lunes el impacto de la ZBE que, en ¨²ltimo t¨¦rmino persigue mejorar la salud de las personas. Porque el tr¨¢fico urbano es la principal fuente de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en la ciudad, ha remachado la concejal de Salud, Gemma Tarafa. La edil ha recordado que la poluci¨®n causa mil muertes prematuras al a?o y ha revelado que seg¨²n un informe del Ayuntamiento la mejora del parque circulante evita 125 muertes cada a?o. Pero no es suficiente, han admitido los regidores.
Con los coches que no tienen etiqueta eliminados de la circulaci¨®n, el pr¨®ximo paso, pues, es reducir los m¨¢s contaminantes en este escenario: los que tienen etiqueta amarilla. Y dentro de esta agrupaci¨®n, los euro 4, los di¨¦sel matriculados entre 2006 y 2009. ¡°Los coches con etiqueta amarilla tambi¨¦n se han reducido desde 2017: representaban un 47% y ahora un 24%¡±, ha celebrado Badia, que siempre recuerda que las etiquetas amarillas comprenden un periodo de matriculaciones muy largo, ¡°que dif¨ªcilmente podr¨ªa prohibirse de golpe¡±. El concejal es partidario de vetar primero los veh¨ªculos euro 4.
El AMB propuso vetar los coches con etiqueta amarilla en 2022, pero se descart¨® durante la pandemia, que comport¨® tambi¨¦n prorrogar las sucesivas moratorias de coches contaminantes a los que se permit¨ªa circular. ¡°Ahora s¨ª tenemos sobre la mesa que la prohibici¨®n pueda evolucionar a la etiqueta amarilla, sobre todo la euro 4, que tiene niveles de contaminaci¨®n muy elevados¡±, ha manifestado el concejal, que ha admitido que no ser¨¢ inmediato: ¡°No hay calendario, es necesario hablar con otras administraciones y sectores, y conocer los calendarios de amortizaci¨®n de los veh¨ªculos profesionales, como las furgonetas ligeras¡±.
Sobre la idea del peaje contra la contaminaci¨®n, que en 2019 defend¨ªa hasta la alcaldesa, Badia recuerda ahora que es competencia de la Generalitat: ¡°En la ¨²ltima conversaci¨®n no lo ten¨ªa previsto: sin descartarlo, no lo contemplaba¡±, ha dicho y ha pedido que se constituya el grupo de trabajo que se acord¨® en la Segunda Cumbre de la Calidad del Aire. En el borrador de la futura Ley de Movilidad Sostenible que prepara el Govern, ha destacado, Barcelona ha pedido habilitaci¨®n a los Ayuntamientos con las ciudades m¨¢s contaminadas para poderlo aplicar. ¡°No ser¨¢ r¨¢pido ni inminente, la situaci¨®n tampoco acompa?a¡±, ha concluido.
Otras consecuencias de la implantaci¨®n de la ZBE en Barcelona han sido que 13.300 ciudadanos han desvalijado coches o motos antiguos y han podido pedir la T-Verde de transporte p¨²blico gratis por tres a?os. En el registro de autorizaciones puntuales para circular con veh¨ªculos sin etiqueta se han apuntado 26.000 personas que han pedido una media de 3,3 permisos al a?o (lejos de los 10 que podr¨ªan pedir). Y en el plano de las multas, se han impuesto 70.000. Pocas, ha explicado Badia, si se compara con otras infracciones de tr¨¢fico como el exceso de velocidad. ¡°Es un valor bajo, muestra un alto grado de cumplimiento y que la ZBE se ha entendido¡±, ha aplaudido.
Los niveles de contaminaci¨®n se disparan durante el ¨²ltimo trimestre
Mientras el consistorio dice que la ZBE no da más de sí y ha cumplido con sus objetivos iniciales, la contaminación no para de subir en Barcelona. Todavía no se han alcanzado los niveles anteriores a la pandemia y en 2021 no se superaron los valores legales, pero las cifras de las estaciones de medición apuntan a crecimientos generalizados de las emisiones de NO2 a partir de septiembre. Coincidió la vuelta al trabajo tras las vacaciones y con menos teletrabajo, la desaparición de los peajes y un largo anticiclón.
La estación del Eixample, ubicada en el cruce entre Urgell y València, comenzó el año con un valor mensual de 32 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico en enero y alcanzó los 46 en diciembre (cuando el límite legal es 40). De media, la estación cerró el año con una media de 38, todavía dentro de la legalidad.
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