Las puntas de acero de las bailarinas del Ballet de la ?pera de M¨²nich
La formaci¨®n b¨¢vara fascin¨® por partida doble en el festival de Peralada
El Festival Castell de Peralada inaugur¨® su 36? edici¨®n con la magn¨ªfica actuaci¨®n del Ballet de la ?pera de Munich, Bayerisches Staatsballet, bajo la batuta de su flamante director, el franc¨¦s, Laurent Hilaire. La compa?¨ªa formada por bailarines procedente de numerosos pa¨ªses guarda un estilo cohesionado como grupo, algo que no siempre ocurre cuando no se trata de una compa?¨ªa de autor.
De las tres coreograf¨ªas que presentaron, la m¨¢s aplaudida fue la segunda, With a chance of rain, del bailar¨ªn y core¨®grafo brit¨¢nico Liam Scarlett, talentoso creador que trabajo con The Royal Ballet y el New York City Ballet, y que falleci¨® a los 35 a?os el pasado a?o. La pieza posee un baile hermoso y melanc¨®lico, que desprende un halo rom¨¢ntico y que acuna la dram¨¢tica m¨²sica de los preludios para piano de Serguei Rachmaninov, que es interpretada a piano en directo por Dimitry Mayboroda. La pieza bailada por cuatro parejas es de una gran elegancia y sobriedad, los pasos a dos son fluidos y exhiben un vocabulario rico coreogr¨¢ficamente, si bien en ocasiones con un gesto ya emocionan: por ejemplo, la secuencia en que las bailarinas est¨¢n de espaldas al p¨²blico y dejan que uno de sus brazos desfallezca, resulta hipn¨®tica. No son bailarinas con souplesse, pues algunas son recias, pero poseen una fuerza y expresividad arrolladoras. Hay que decir en que en todo el espect¨¢culo el movimiento de brazos del elenco femenino es de una gran expresividad y belleza.
La segunda coreograf¨ªa que el p¨²blico aplaudi¨® con ganas es Bedroom Folk de las israel¨ªes Sharon Eyal y Gai Behacon, con m¨²sica electr¨®nica de Ori Lichtik. Una pieza que se pudo ver recientemente interpretada por el Nederlands Dans Theater (NDT), en la inauguraci¨®n del Festival Grec. Entonces fue ejecutada por 12 bailarines y en Peralada por ocho. Es una pieza que destila una gran sensualidad y un toque c¨ªnico y en donde el gesto cotidiano se convierte en frase coreogr¨¢fica. La formaci¨®n b¨¢vara lo interpret¨® correctamente y al p¨²blico le gusto, sin embargo no lleg¨® a la precisi¨®n del NDT, falta alg¨²n reajuste que el rodaje subsanar¨¢.
La funci¨®n hab¨ªa comenzado con una m¨ªtica obra, Capriccio para piano y orquesta, de Igor Stravinsky, que forma parte del ballet Jewels, concretamente es Rubies, de George Balanchine, que estren¨® el New York City Ballet el 13 de abril de 1967. Es una pieza coral con una pareja solista. En Peralada fueron el cubano Osiel Gouneo y la rusa Sofia Ivanova-Skoblikova; ambos lucieron un gran virtuosismo t¨¦cnico y una fuerte personalidad esc¨¦nica. En esta pieza brillaron como nunca las puntas de acero que poseen las bailarinas junto a sus espectaculares arabesques pench¨¦s y los d¨¦velopp¨¦s a la segunda. El elenco masculino mostr¨® un giro seguro y un elevado salto. La coreograf¨ªa transmite la vida fren¨¦tica y optimista del Nueva York de principios de siglo, pero tambi¨¦n cierto refinamiento.
La noche del s¨¢bado el programa que bail¨® el Ballet de la ?pera de M¨²nich inclu¨ªa la obra de Balanchine y Cuadros para una exposici¨®n de M¨²sorgski con coreograf¨ªa de Alexei Ratmansky, y Affairs of the Heart ,de David Dawson con m¨²sica de Majan Mozetich.
Los amantes de la danza est¨¢n de suerte porque en el espacio de 15 d¨ªas poder disfrutar del Nederlands Dans Theater, el Ballet de la ?pera de M¨²nich y el Ballet de Kiev, independientemente de todos los espect¨¢culos de danza del Grec, no est¨¢ nada mal.
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