1.077 euros al mes por un piso: el precio del alquiler en Barcelona alcanza el salario m¨ªnimo

El precio del alquiler medio en Barcelona se situ¨® el cuarto trimestre del a?o pasado en 1.077 euros, seg¨²n los datos que ha publicado este martes la Secretar¨ªa de Vivienda de la Generalitat y que beben de las fianzas que se depositan en el Incas¨°l. Un 4,8% m¨¢s que en el mismo periodo de 2021. Se trata de un nuevo r¨¦cord hist¨®rico y una cifra que equipara lo que vale un alquiler en la ciudad con el salario m¨ªnimo, que es de 1.080 euros. Solo tres euros menos. En la ciudad, de diez distritos, en seis el alquiler supera los mil euros, y en tres distritos (Eixample, Sarri¨¤-Sant Gervasi y Les Corts) rebasa el salario m¨ªnimo.

En Catalu?a el alquiler medio del cuarto trimestre de 2022 alcanz¨® los 815 euros, un 4,3% m¨¢s que un a?o antes. Por provincias, las medias son de 892 euros en la de Barcelona, 626 en la de Girona (694 en la capital), 474 en la de Lleida (537 en la capital) y 562 la de Tarragona (637 en la capital). En grandes ciudades como L¡¯Hospitalet, el coste del alquiler se cerr¨® con 779 euros y en Badalona, con 839. En el cuarto trimestre, el alquiler super¨® los mil euros en 17 poblaciones catalanas: las dos donde es m¨¢s caro son Cabrils (1.583) y Sant Vicen? de Montalt (1.542).

Estas cifras, en m¨¢ximos hist¨®ricos, corresponden a los meses de octubre a diciembre, cuando la ley catalana de contenci¨®n de rentas ya no estaba en vigor, tras ser anulada, en sus art¨ªculos clave, por el Tribunal Constitucional en marzo y abril del a?o pasado. Y llegan cuando la tramitaci¨®n de la Ley de Vivienda, que est¨¢ previsto que de un modo u otro regule el precio del alquiler, parece atascada de nuevo en el Congreso, cinco a?os despu¨¦s del compromiso del presidente Pedro S¨¢nchez de aprobarla. Una demora que ha provocado reproches por parte de la alcaldesa Ada Colau, tanto al presidente como a la ministra Nadia Calvo. Y tambi¨¦n el clamor de las entidades que luchan por el derecho a la vivienda, como el Sindicato de Inquilinos o la PAH, que reivindican la regulaci¨®n de los alquileres.

La publicaci¨®n de los precios coincide tambi¨¦n con la precampa?a electoral de las elecciones municipales, cuando los pol¨ªticos (candidatos o en el poder) han entrado en un qui¨¦n da m¨¢s a la hora de prometer aumentar el parque p¨²blico de viviendas de alquiler. El viernes, el president Pere Aragon¨¨s anunciaba 10.000 nuevos alquileres p¨²blicos en solo tres a?os. Y el domingo, el candidato de ERC a la alcald¨ªa de Barcelona, Ernest Maragall, sub¨ªa la apuesta a 20.000 en cuatro a?os. En los ocho a?os que lleva en la alcald¨ªa, Colau ha aumentado el parque de alquileres sociales en 4.600 viviendas, la mitad de lo que prometi¨®.

La concejal de Vivienda del consistorio barcelon¨¦s, Luc¨ªa Mart¨ªn, ha insistido en que ¡°el Ayuntamiento ha reclamado en incontables ocasiones la aprobaci¨®n de la ley estatal de vivienda que garantice un control y regulaci¨®n de los precios del alquiler, incluyendo tambi¨¦n los de temporada, para evitar subidas abusivas y desmesuradas¡±. La regidora ha recordado que la ley catalana tuvo como efecto la contenci¨®n de los precios. Por parte del Sindicato de Inquilinos, uno de sus portavoces, Enric Aragon¨¨s, ha valorado que el alza de las rentas ¡°demuestra lo urgente que es regular los precios¡± y ha asegurado que la Ley de Vivienda ¡°se podr¨ªa aprobar ma?ana mismo¡± pero que ¡°el ¨²nico obst¨¢culo es el PSOE¡±. Aragon¨¨s ha se?alado, adem¨¢s, ¡°la necesidad de que la futura ley ponga topes en las subidas tanto anuales como en renovaciones de contratos: tiene que ser un buen texto porque si no funciona habremos quemado un cartucho¡±.

El portavoz del colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Catalu?a, Carles Sala, destaca la ca¨ªda de contratos de alquiler del 15% en Barcelona y atribuye el alza de precios a que la incertidumbre legislativa provoca una contracci¨®n de la oferta y que suban los precios: ¡°No puede continuar la incertidumbre y la inseguridad jur¨ªdica, que si queremos que los propietarios pongan pisos en alquiler, no podemos seguir con anuncios de normas que no se aprueban, ni con pr¨®rrogas anunciadas por seis meses que llevan tres a?os¡±. ¡°En un contexto de inflaci¨®n, la demanda ir¨¢ en aumento¡±, ha alertado, y ha reclamado que m¨¢s all¨¢ del inter¨¦s de los particulares, la administraci¨®n debe invertir en aumentar el parque p¨²blico.

Las cifras de la subida del precio de los alquileres que recoge la administraci¨®n catalana ganan relevancia si se casan con otros estudios recientes sobre cuestiones como el porcentaje, cada vez mayor, que los barceloneses destinan a pagar el alquiler; la brecha entre la subida del precio de las rentas y la de los ingresos de las familias; o la avalancha de peticiones de ayuda al pago de vivienda. Unas ayudas, por cierto, que en el caso del bono joven de 250 euros del Gobierno o de la Agencia de la Vivienda de la Generalitat fijan un precio m¨¢ximo del alquiler de 900 euros, de forma que en Barcelona es dif¨ªcil cumplirlo. El Bono Joven estatal se qued¨® corto y de casi 40.000 solicitudes solo hubo presupuesto para casi 10.000. Fue entonces cuando la Generalitat sac¨® su propia ayudas: tuvo 28.000 solicitudes y solo pudo atender 13.400, pero ha ampliado el presupuesto para atender todas las que se resolvieron favorablemente.

La subida de los alquileres tiene tambi¨¦n impacto en las entidades que atienden a colectivos vulnerables o personas sin hogar, porque si el alza dificulta el acceso a la vivienda de la mayor¨ªa de las familias, para estas organizaciones sociales obtener vivienda en el mercado libre para sus usuarios resulta directamente imposible. Un fen¨®meno que puede dar al traste con programas de reinserci¨®n, donde se ofrece vivienda costeada por las entidades o la administraci¨®n durante un periodo finito, con la idea de que las personas puedan formarse y tener empleo, y donde la emancipaci¨®n es el paso final.

La semana pasada el ?rea Metropolitana de Barcelona publicaba el estudio Actualizaci¨®n del salario de referencia metropolitano 2022 y mostraba que el salario m¨ªnimo para que una persona y su familia pueda vivir dignamente en la capital o los 36 municipios de su entorno se situ¨® el pasado a?o en 1.447,49 euros, un aumento de 102 euros con respecto a 2021. El estudio, elaborado por los equipos t¨¦cnicos de las consultoras Daleph y KSNET en base a datos del 2022, tiene en cuenta el coste de la vivienda, el transporte, la educaci¨®n, el vestuario y otros gastos familiares. Desde 2016, a?o en que se inici¨® este estudio, el salario de referencia ha aumentado un 38%, desde los 1.048,87 euros el primer a?o, a los actuales 1.447 euros. El estudio cuantificaba en un 34% lo que los hogares destinan al pago de vivienda, que asciende al 46% si se suman los gastos del hogar. Porcentajes que superan la regla que establece que el gasto en vivienda no deber¨ªa superar un tercio de los ingresos.

Sobre la brecha entre la subida de los alquileres y la de los ingresos de las familias, el a?o pasado, un estudio publicado por el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona y el Observatorio DESC se?alaba que el precio de las rentas mensuales subi¨® en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas el triple que los ingresos. Entre 2000 y 2020 el precio del alquiler en la capital catalana subi¨® un 136,3%, mientras que la renta familiar disponible lo hizo solo un 43,5%. En Catalu?a el aumento de los alquileres fue del 101,6%, frente a los ingresos familiares, solo un 33,6%. Con estas cifras, la presidenta del OHB, Carme Trilla vinculaba el precio del alquiler con el aumento de la pobreza: ¡°La vivienda es la principal causa de vulnerabilidad, porque es el principal gasto de las familias¡±. El aumento, adem¨¢s, tiene mayor impacto en las familias m¨¢s pobres, porque la proporci¨®n de sus ingresos que destinan a la vivienda es mayor: mientras de media, los catalanes es destinan un 38% de su sueldo a pagar la vivienda, las que ingresan menos de mil euros destinan un 54%.

El ¨²ltimo bar¨®metro del Ayuntamiento, de finales del a?o pasado situaba la vivienda como la tercera preocupaci¨®n de los barceloneses (tras la inseguridad y la limpieza). Y aunque el 41% de los vecinos consultados consideraba que la econom¨ªa de la ciudad mejorar¨ªa este a?o, el 49,5% declaraba que su econom¨ªa familiar hab¨ªa empeorado y el 43% opinaba que la situaci¨®n del mercado laboral estaba peor que en 2021.

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