El a?o de los alquileres m¨¢s caros
Los arrendamientos acabaron 2022 tocando m¨¢ximos en la mayor¨ªa de las capitales de provincia tras subidas desbocadas en muchas de ellas
El alquiler est¨¢ muy caro. Los ¨²ltimos datos publicados por el portal Idealista y los que adelanta Fotocasa a EL PA?S muestran que los arrendamientos acabaron 2022 m¨¢s altos que nunca, tanto en el conjunto de Espa?a como en buena parte de las capitales provinciales. La recuperaci¨®n de la demanda tras a?os de relativa calma por la pandemia y la escasez de oferta, seg¨²n los expertos, han provocado una especie de cortocircuito con consecuencias negativas para muchos inquilinos: ¡°Cuando sale un piso de alquiler, enseguida se llena de solicitudes y han vuelto situaciones que hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªan, como gente que quiere reservar una casa sin verla¡±, resume un agente inmobiliario de Barcelona. La metr¨®polis catalana se suma a otras como M¨¢laga, Valencia, Palma, Santander o A Coru?a, en las que los alquileres alcanzaron su pico hist¨®rico en diciembre.
La carencia de una estad¨ªstica oficial de alquileres en Espa?a (el ¨ªndice que publica el Gobierno ofrece datos muy antiguos) convierte a los portales inmobiliarios en el indicador m¨¢s ¨¢gil para seguir las tendencias del mercado. Los precios que expresan estos portales son de oferta (es decir, lo que piden los propietarios), pero sirven para saber si los arrendamientos se encarecen o se abaratan. Y a juzgar por los ¨²ltimos datos disponibles, el a?o pasado los importes subieron mucho. De media, por el alquiler de un piso en Espa?a en diciembre se ped¨ªan 11,03 euros por metro cuadrado, seg¨²n Fotocasa, el precio m¨¢s elevado de su serie hist¨®rica que arranca en 2006. Idealista ofrece un importe todav¨ªa superior: 11,4 euros por metro cuadrado, que supone rozar el techo hist¨®rico (11,5 euros en septiembre de 2020) y que se traduce, tambi¨¦n, en el diciembre m¨¢s caro en 17 a?os. Con esas cuant¨ªas, alquilar un piso de 80 metros cuadrados costar¨ªa en torno a 900 euros mensuales.
Pero todav¨ªa m¨¢s importante que la media nacional es observar las tendencias locales porque el mercado de alquiler est¨¢ muy descentralizado. En la ¨²ltima d¨¦cada, por ejemplo, han abundado los ejemplos en los que los arrendamientos crec¨ªan con fuerza en las grandes metr¨®polis a la vez que ca¨ªan en ciudades de tama?o mediano. Sin embargo, ese no parece ser el escenario actual. 42 de las 50 capitales provinciales acabaron el a?o pasado con los alquileres m¨¢s altos de la historia en las bases de datos de Idealista o de Fotocasa. 18 de ellas lo hicieron en ambos portales, incluyendo cuatro capitales andaluzas (C¨¢diz, Granada, Huelva y M¨¢laga), tres gallegas (A Coru?a, Ourense y Pontevedra), dos catalanas (Barcelona y Girona), una vasca (Vitoria) y las capitales asturiana, balear y c¨¢ntabra; as¨ª como las dos cabezas provinciales canarias y las tres valencianas.
La oleada de arrendamientos disparados recorre casi toda Espa?a, especialmente la perif¨¦rica. H¨¦ctor Sim¨®n, director de la c¨¢tedra Unesco de Vivienda de la Universitat Rovira i Virgili, no duda en hablar de una ¡°burbuja del alquiler¡±. Esta sigue hinch¨¢ndose desde 2016, desarrolla, como consecuencia de ¡°una pol¨ªtica de vivienda err¨¢tica¡± que no ha equilibrado los modelos de tenencia de vivienda ni ha ayudado a que esta sea m¨¢s accesible, especialmente para j¨®venes y familias vulnerables. Si la pandemia fue una oportunidad, por el alivio temporal de precios que supuso, esta se perdi¨® porque ¡°no se han llevado a cabo medidas estructurales¡±, a?ade Sim¨®n. ¡°Ahora los inquilinos pueden prorrogar el contrato seis meses m¨¢s¡±, dice el acad¨¦mico en alusi¨®n a una de las medidas aprobadas en el ¨²ltimo Consejo de Ministros de 2022. ¡°Pero son parches que demuestran que siguen sin hacerse los deberes¡±.
M¨¢laga, Alicante y Ourense se llevan la palma en lo que a tensi¨®n del mercado de alquiler se refiere. Esas tres ciudades marcan en ambos portales inmobiliarios importes de r¨¦cord y, a la vez, presentan las subidas anuales m¨¢s acusadas de su historia. Es decir, que all¨ª los pisos no solo est¨¢n por las nubes, sino que acabaron el a?o creciendo m¨¢s que nunca. En la ciudad gallega se trata de un ritmo alto, pero relativamente razonable (entre un 13% y un 16% de subida, seg¨²n la fuente que se mire). En Alicante y M¨¢laga, las subidas est¨¢n en torno al 30%. Es decir, alquilar ahora una casa all¨ª supone pagar casi una tercera parte m¨¢s que un a?o antes.
Estos precios no han afectado a los inquilinos con contratos en curso: el Gobierno aprob¨® el pasado marzo una limitaci¨®n del 2% en las actualizaciones anuales de renta que se mantiene en vigor en 2023. Pero para Antonio Carroza, presidente de la inmobiliaria Alquiler Seguro, que intermedia unos 20.000 arrendamientos en toda Espa?a, esa medida es una de las que ha hecho que los nuevos contratos se encarezcan. ¡°El que va a alquilar un piso sube de golpe el precio un 10% para compensar lo que no podr¨¢ subir luego¡±, asegura el directivo. Tambi¨¦n cree que influyen el temor a las ocupaciones o ¡°el mensaje continuo de limitaci¨®n de precios¡±, en alusi¨®n a los topes de rentas que prev¨¦ la futura ley de vivienda, todav¨ªa en negociaci¨®n.
M¨¢laga no es la ¨²nica gran urbe espa?ola que presenta signos de un mercado de arrendamientos disparatado. En Madrid los precios subieron hasta un 12,5%, en Barcelona lo hicieron entre un 16% y un 25%, seg¨²n la fuente consultada, y en Valencia en torno a un 21%. La tres suben m¨¢s que nunca seg¨²n Idealista (Fotocasa solo ve esa situaci¨®n en la capital valenciana). Algo m¨¢s relajadas parecen las cosas en las otras dos ciudades que superan el medio mill¨®n de habitantes, Sevilla y Zaragoza, lo que no impide que ambas presenten precios de arrendamiento hist¨®ricamente elevados, aunque m¨¢s lejos de su pico.
Xavi Perramon, un agente inmobiliario de Barcelona, describe un c¨®ctel de ¡°factores que han hecho mermar la oferta y otros que han hecho subir los precios¡±. Algunos han sido espec¨ªficos de la capital catalana, como el fin de la norma que pon¨ªa tope a los alquileres en esa comunidad y que fue tumbada por el Tribunal Constitucional. Pero otros son comunes a muchas ciudades, como la recuperaci¨®n de la demanda de trabajadores flotantes conforme se ha ido superando la pandemia. ¡°Nos encontramos con propietarios que piden cambiar sus pisos de alquiler habitual a alquiler temporal¡±, se?ala, a la vez que muestra preocupaci¨®n porque la subida de precios sea insostenible y acabe provocando ¡°un repunte de la morosidad¡±. Finques Perramon, la centenaria firma familiar donde trabaja, gestiona unos 1.000 alquileres entre pisos propios y ajenos. Pero en la actual situaci¨®n parecen pocos: ¡°Si tuvi¨¦ramos m¨¢s pisos para alquilar, har¨ªamos m¨¢s contratos¡±, dice el agente inmobiliario.
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