El Liceu se reencuentra con su adorado Parsifal
El teatro de la Rambla presenta en seis funciones la ¨²ltima ¨®pera de Wagner con un reparto de lujo
El Liceu se reencontrar¨¢ este jueves con su adorado Parsifal, la ¨²ltima ¨®pera de Wagner con la que el teatro barcelon¨¦s vive desde hace m¨¢s de un siglo una historia de amor. La nochevieja de 1913 el Liceu abri¨® sus puertas para representar la obra y convertirse as¨ª en el primer teatro del mundo que la representaba fuera de Bayreuth (Alemania) una vez cumplidos los 30 a?os que la familia del compositor oblig¨® para escenificarla fuera de su pa¨ªs. Con un reparto de lujo, el cartel est¨¢ encabezado por el tenor austriaco Nikolai Schukoff en el papel de Parsifal y la soprano rusa Elena Pankratova en el de Kundry.
Bajo la batuta de Josep Pons, el Liceu repone esta coproducci¨®n con la ?pera de Zurich, firmada por el alem¨¢n Claus Guth, que se estren¨® en 2011 y que vuelve a La Rambla. La funci¨®n se presenta este jueves y se representar¨¢ cinco funciones m¨¢s. ¡°Parsifal tiene una historia de amor con el Liceu. Tenemos al Parsifal de Guth como fondo de armario y no tuvimos ninguna duda cuando tuvimos que decidir qu¨¦ Parsifal ¨ªbamos a hacer¡±, explic¨® el director general art¨ªstico sobre esta obra que aborda la redenci¨®n y la compasi¨®n.
Con una pasi¨®n desbordada por Wagner, Parsifal se represent¨® aquella madrugada de 1914: empez¨® la funci¨®n a las 23.00 horas y seg¨²n las cr¨®nicas acab¨® a las 5.00 de la madrugada. El t¨ªtulo dura, por tanto, cinco horas y media y este lunes, en el ensayo general, con un teatro lleno, nadie se movi¨® de su butaca. Guth firma una escenograf¨ªa sobria y elegante, que arranca en un hospital de la Alemania de entre guerras, con un plataforma giratoria que representa el castillo de Monsalvat o el de Klingsor salpicados por momentos por im¨¢genes de los pies desnudos que evocan los caminos de Parsifal o a soldados mutilados con muletas.
¡°Es un lujo tener al reparto que tenemos. Es excepcional. Est¨¢n todos los cantantes en el momento en que les encaja el papel¡±, afirma Pons en alusi¨®n adem¨¢s de la pareja protagonista a Ren¨¦ Pape (Gurnemanz), Matthias Goerne (Amfortes), Evgeny Nikitin (Klingsor) o Paata Burchuladze (Titurel). El director musical sostiene que Parsifal es un universo propio dentro de Wagner y apunta de este monumento a la m¨²sica la a ¡°descomposici¨®n de las tonalidades¡± y sus leif-motives. Educado en la Abad¨ªa de Montserrat, Pons detall¨® la conocida conexi¨®n montserratina con Parsifal, nacida tras los viajes del soci¨®logo alem¨¢n Wilhelm von Humboldt, que en sus viajes qued¨® fascinado por Montserrat transmitiendo esa admiraci¨®n Goethe hasta que lleg¨® a Wagner y...un siglo despu¨¦s confunde a los nazis al buscar en la abad¨ªa el grial.
Basado en un poema medieval, Parsifal es casi un h¨¦roe a quien la historia le reserva un papel para preservar el grial y que encarna la redenci¨®n y la compasi¨®n. Schukoff cuenta que interpret¨® por primera vez Parsifal en 2007 en M¨²nich y que nunca hasta ahora ha compartido escenario con una Kundry, ese personaje que viaja a trav¨¦s del tiempo, con los agudos de Pankratova. Una ¨®pera tan larga y exigente supone un esfuerzo tit¨¢nico para los m¨²sicos pero Pons es de la opini¨®n que a veces Wagner, cuando suena mejor, es cuando est¨¢n cansados. ¡°La orquesta est¨¢ acostumbrada. Es curioso: pero el sonido es mejor. El Trist¨¢n m¨¢s memorable que hicimos fue despu¨¦s de volver de tocar en Ginebra¡±, revel¨®. ¡°Casi ni dormimos¡±. Schukoff invit¨® al p¨²blico a sumergirse en esta fascinante historia apuntando que los artistas deben metaf¨®ricamente tomar la mano al p¨²blico y llevarlo a otro lugar: ¡°Necesitamos llevarlo de la mano a ver cosas bonitas, cuentos de hada, belleza y hacerles olvidar sus problemas¡±.
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