Del aeropuerto al hospital: Catalu?a investiga el aumento de ni?os peruanos con c¨¢ncer que se tratan en Barcelona
Las familias, desesperadas, llegan sin papeles y representan uno de cada cuatro nuevos tratamientos
Las llaman ¡°familias oncol¨®gicas¡±. Familias con un hijo enfermo de c¨¢ncer que llegan a Barcelona procedentes de Per¨² sin nada m¨¢s que la desesperaci¨®n y los informes oncol¨®gicos. Algunas se dirigen directamente a un hospital desde el aeropuerto para acceder de manera irregular a trav¨¦s de urgencias y conseguir una visita. Otras obtienen primero una tarjeta sanitaria tras empadronarse desde la distancia o al llegar a casa de un familiar o amigo. Son las dos v¨ªas m¨¢s habituales en plena emergencia para iniciar un tratamiento que no existe en su pa¨ªs. ¡°Es un problema creciente en los ¨²ltimos a?os¡±, admiten fuentes del consulado peruano de Barcelona.
Seg¨²n datos facilitados por el Departamento de Salud de la Generalitat, unos 60 ni?os reci¨¦n llegados del pa¨ªs sudamericano han recibido en este 2023 una ¡°autorizaci¨®n excepcional por razones humanitarias¡± para tratarse de c¨¢ncer (mayoritariamente leucemia) en Barcelona. Representan alrededor del 25% de los nuevos c¨¢nceres diagnosticados en toda Catalu?a, unos 250, aunque el porcentaje es probablemente mayor porque no incluye a aquellas familias que consiguen una tarjeta sanitaria, pero que llegan ¨²nicamente para tratarse. Salud, que investiga las causas del aumento de pacientes de esta comunidad espec¨ªfica, concede las autorizaciones a los pacientes irregulares despu¨¦s de recibir un informe del hospital en el que explica la gravedad de la situaci¨®n. El centro sanitario realiza el tratamiento y el Servicio Catal¨¢n de Salud asume el coste, que puede alcanzar los 300.000 euros. El fen¨®meno se reproduce en otras zonas de Espa?a, especialmente en Madrid, seg¨²n diferentes fuentes consultadas, aunque no concretan el volumen de casos.
Eva Bartra aterriz¨® en diciembre del 2019 a Barcelona junto a su hija de 15 a?os enferma. La menor, que a los ocho a?os requiri¨® un trasplante de m¨¦dula para combatir una leucemia, necesitaba tratamiento para el injerto contra hu¨¦sped (Eich por sus siglas, el ataque de las c¨¦lulas trasplantadas al receptor) que sufr¨ªa en los pulmones. ¡°En Per¨² exist¨ªa un convenio con un hospital de Estados Unidos para casos complejos como el de mi hija, pero el Gobierno dej¨® de pagar y dejaron de atendernos¡±, explica. Sin opciones de cura en su pa¨ªs, busc¨® a trav¨¦s de internet, asegura, una posible soluci¨®n. ¡°En Per¨² solo me planteaban buscar la mejor calidad de su muerte y me negu¨¦ a aceptarlo. Me inform¨¦ de donde podr¨ªan atenderla y di el salto a Barcelona. Es lo que har¨ªamos todos para salvar a una hija¡±, expone.
En tres semanas en la capital catalana consigui¨® la tarjeta blanca que le acredit¨® como solicitante de asilo y un NIE para poder residir en Espa?a. Inicialmente, le dieron cita para al cabo de 10 meses, pero tras justificar de todas las formas la urgencia de su llegada consigui¨® un documento regulado. A finales de enero del 2020 acudi¨® con su hija al hospital de Sant Pau para ingresar a la menor. ¡°Con la tarjeta sanitaria me pudieron atender¡±, dice. Tras tres a?os de tratamiento, ha conseguido el alta.
Hasta cinco de las seis asociaciones de la comunidad peruana consultadas admiten que el fen¨®meno aumenta. ¡°Muchos de nosotros conocemos a casos particulares que llegan a Barcelona por su drama familiar¡±, explica Pina Qui?ones, responsable de la Asociaci¨®n Centro Peruano en Barcelona. ¡°Llegan en avi¨®n, van al Servicio de Atenci¨®n a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (Saier) de Barcelona y consiguen un padr¨®n¡±, relata Qui?ones, que asegura que la propia comunidad hace pedagog¨ªa a los que buscan dar el salto: ¡°Les explicamos que la sanidad aqu¨ª est¨¢ muy tensionada, pero toda esta situaci¨®n es muy compleja porque nace de una necesidad vital¡±.
A diferencia del turismo sanitario, donde los pacientes abonan directamente los miles de euros que cuesta un servicio que ofrece cualquier entidad privada, el flujo peruano tiene su origen principal en la pobreza. ¡°Las familias oncol¨®gicas vienen a la desesperada. Venden todo el patrimonio para llegar hasta aqu¨ª e intentar salvar una vida¡±, entiende Jaime Toledo, presidente de la Asociaci¨®n de Cooperaci¨®n e Integraci¨®n Iberoamericana de Barcelona. Las familias se empadronan, muchas previamente a su llegada a la ciudad, y acceden al sistema. Los agentes del sector admiten que algunas familias se han llegado a empadronar en la sede de Cruz Roja o en el mismo hospital. ¡°Conocemos familias que llegan directamente con las maletas en el hospital porque no pueden perder m¨¢s tiempo y van directos. Sacan pr¨¦stamos e hipotecas para poder venir a un hospital de Barcelona¡±, a?ade Qui?ones.
La Generalitat ha cedido temporalmente pisos de servicios sociales en la zona pr¨®xima a Sant Joan de D¨¦u a lo largo de los ¨²ltimos dos a?os, seg¨²n fuentes de la administraci¨®n. ¡°El problema afecta a m¨¢s ¨¢mbitos que el sanitario porque nos encontramos que a veces no sabemos d¨®nde meterlos¡±, remarcan. Muchas familias, explica Bartra, acaban regresando a Per¨² ¡°porque no tienen dinero para establecerse el tiempo necesario¡±.
La consejer¨ªa catalana ha mantenido encuentros con el consulado de Per¨² y la propia comunidad para encontrar soluciones a lo largo de los ¨²ltimos dos a?os, pero el fen¨®meno no solo no se ha reducido, sino que ha crecido. El consejero Manel Balcells se reuni¨® la semana pasada con la embajada en Madrid para encontrar f¨®rmulas que blinden el tratamiento en el lugar de origen y encontrar convenios de ¡°colaboraci¨®n¡±. ¡°El mismo consulado peruano ha contactado conmigo en alguna ocasi¨®n para que atienda a los reci¨¦n llegados¡±, explica Bartra. ¡°Yo intento ayudarles por humanidad, pero el Gobierno de Per¨² traslada sus obligaciones a sus ciudadanos y es terrible. Lo que debe hacer es pagar las deudas que tiene con los hospitales para habilitar los convenios y ayudar realmente a su poblaci¨®n enferma¡±.
No parece sencillo regular una situaci¨®n que a menudo se plantea por primera vez en las propias consultas peruanas. ¡°Los mismos m¨¦dicos de Per¨² plantean a los pacientes oncol¨®gicos viajar a Barcelona y a Espa?a cuando ven que no pueden ofrecer alternativas a su situaci¨®n¡±, coinciden Qui?ones y Bartra. ¡°Ellos conocen que aqu¨ª es f¨¢cil acceder al sistema y que les podr¨¢n atender¡±.
¡°Se atiende a casi todos¡±
Los hospitales concertados catalanes tienen convenios con gobiernos y entidades extranjeras para atender a pacientes complejos. Los enfermos se tratan en Catalu?a y el servicio se abona desde el lugar de origen. El problema es cuando no hay convenio y el paciente llega igualmente sin papeles. ¡°?Entonces qui¨¦n paga?¡±, se pregunta Jordi Cruz, presidente del sindicato Metges de Catalunya. El m¨¦dico ha vivido la misma situaci¨®n entre adultos. Hace unos meses atendi¨® en el hospital de Matar¨® a una mujer de 70 a?os con c¨¢ncer de colon que lleg¨® ¡°directamente¡± desde El Prat procedente de un pa¨ªs africano. ¡°La familia la recogi¨® en el aeropuerto y la traslad¨® a urgencias. Le hicieron una ficha m¨¦dica, present¨® los informes y le visitamos porque era una urgencia sanitaria¡±, dice. Dado que la paciente ten¨ªa una necesidad vital, los m¨¦dicos la atendieron. ¡°A nivel de urgencias debe atenderse a todo el mundo: demuestran que tienen un c¨¢ncer, pides la opini¨®n del director m¨¦dico y generalmente se le atiende o bien al momento o a trav¨¦s de un circuito programado¡±.
Los diferentes agentes del sector aseguran que ¡°las familias oncol¨®gicas¡± no afectan a las listas de espera porque ¡°no las hay¡± en menores, pero s¨ª plantean afectaciones entre los adultos. ¡°No es un problema mayoritario, pero si vas sumando, al final tiene un impacto¡±, entiende Cruz, que admite la complejidad para encontrar una soluci¨®n. ¡°Intentamos tener una sanidad p¨²blica universal y equitativa, cosa que cuesta mucho lejos del ¨¢rea metropolitana, pero tenemos una brecha en la que se cuela gente que no cotiza. No es cuesti¨®n de no querer gente de fuera: la prueba es que se atienden a casi todos los pacientes extranjeros sin tener la retribuci¨®n asegurada; sino de articular las formas de c¨®mo introducirlos en el sistema, c¨®mo tratarles y c¨®mo se paga¡±.
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