Barcelona acoge el ¨²ltimo desaf¨ªo del genio surrealista: ?Cu¨¢nto sabes de Salvador Dal¨ª?
¡®Dal¨ª Challenge¡¯, la exposici¨®n que recorre la vida del artista catal¨¢n a trav¨¦s de una selecci¨®n de 65 de sus obras, llega al Reial Cercle Art¨ªstic
Cuando el siglo XX contaba poco m¨¢s de una d¨¦cada, un ni?o vestido de marinero corr¨ªa divertido por las calles de Figueres (Girona). Era el hijo del notario Salvador Dal¨ª Cus¨ª y de Felipa Dom¨¨nech. En 2024, el mismo marinerito salta burl¨®n de una pantalla a otra, al tiempo que empieza a reproducirse el audio: ¡°Bienvenido a Dal¨ª Challenge¡±, la exposici¨®n que llega a Barcelona para responder a una pregunta: ?Qui¨¦n fue Salvador Dal¨ª i Domenech, marqu¨¦s de Dal¨ª de P¨²bol, a quien le gustaba que le llamaran ¡°El divino¡±? Santiago Ru¨ªz, productor ejecutivo de la muestra, explica que Dal¨ª Challenge no es una exposici¨®n inmersiva, ¡°utiliza un formato innovador que la ciudad a¨²n no ha conocido¡±. Durante los pr¨®ximos cuatro meses, el Reial Cercle Art¨ªstic presenta esta selecci¨®n de 65 obras ic¨®nicas del artista, en una superficie de 500m2, para ense?ar al p¨²blico la figura, la obra y los mecanismos art¨ªsticos que convirtieron a la persona de carne y hueso en el genio surrealista.
Despu¨¦s de convertirse en el evento cultural m¨¢s visitado de S?o Paulo, y tras el ¨¦xito cosechado en Madrid, Dal¨ª Challenge llega al G¨°tic de la mano de la productora barcelonesa SeedsXR. Se trata de un recorrido por las distintas etapas personales y art¨ªsticas del pintor, en el que los espectadores tendr¨¢n un audio relato ¨Ddisponible en catal¨¢n, castellano e ingl¨¦s¨D al que se accede a trav¨¦s de un c¨®digo QR. El espectador comenzar¨¢ en ¡°Descubriendo a Dal¨ª¡±: un paseo con las obras del artista en gran formato ¨Dlos originales est¨¢n en once museos y colecciones privadas de todo el mundo¨D, donde caminar¨¢ sobre una l¨ªnea temporal de los eventos m¨¢s importantes de la vida personal de Dal¨ª. Al levantar la vista, el visitante observar¨¢ otra l¨ªnea temporal remarcando los hechos hist¨®ricos que definen el siglo XX. ¡°Esta secci¨®n permite conectar lo que pasaba en el mundo y lo que viv¨ªa Dal¨ª en la intimidad, con su producci¨®n¡±, explica Ru¨ªz.
Las obras se muestran a gran escala con la t¨¦cnica de las cajas de luz, complementando la experiencia en el mundo daliniano: ¡°Queremos que quien no conozca la obra original vaya a visitarla. Y quienes ya la hayan visto, tengan una nueva perspectiva, m¨¢s detallada¡±, puntualiza. Esta t¨¦cnica reaparece en la segunda fase de la exposici¨®n, ¡°Dal¨ª Poli¨¦drico¡±. Al doblar la esquina, el cuadro Mano De Dal¨ª Retirando El Vellocino De Oro (1977) dar¨¢ la bienvenida al espectador a un espacio, donde los vinilos, las pantallas luminosas, las gafas 3D, realidad aumentada, realidad virtual o micro mapping se fusionan para sumergir al espectador en los juegos de luces del pintor. En uno de sus muchos alardes exc¨¦ntricos, Dal¨ª se habitu¨® a practicar el duermevela con una cuchara en la mano y un objeto met¨¢lico en el suelo, para que, al dormirse, el estruendo le despertara y ¨¦l pudiera plasmar en el lienzo la ¨²ltima imagen de su universo on¨ªrico. ¡°La C¨¢mara del Surrealismo¡± homenaje a la influencia del psicoan¨¢lisis freudiano, el surrealismo, el comportamiento on¨ªrico, la estereoscopia y las im¨¢genes m¨¢s recurrentes de Dal¨ª.
¡°En su cerebro, Gala, Dios y las pesetas¡±: el ruido surrealista deja paso a la calma del estudio del t¨¢ndem Dal¨ª-Gala en su casa de Portlligat (Cadaqu¨¦s, Girona). Desde ah¨ª, Dal¨ª presum¨ªa de ser el primer espa?ol al que ba?aban los rayos de sol al amanecer. La luz mediterr¨¢nea entraba por su ventana de madera y se reflejaba en fotos y retratos de Gala, mesas de madera protegidas con pa?os de ganchillo y el enorme caballete que mand¨® construir este ¡°catal¨¢n anacoreta¡± cuando la vejez le rob¨® agilidad para pintar. ¡°Queremos reivindicar la presencia de Gala en toda la obra y la figura de Dal¨ª. El personaje de Dal¨ª no existe sin Gala¡±, subraya Ru¨ªz.
Dejando a la derecha Portlligat, el visitante acceder¨¢ a una sala de cine, donde se atender¨¢ a un corto que recopila las diversas disciplinas a las que el artista dedic¨® su tiempo. Dal¨ª se consideraba mejor escritor que pintor, su contribuci¨®n al cine no se redujo a la direcci¨®n de arte de Recuerda (Hitchcock, 1945) y Un perro andaluz (Bu?uel, 1929), tambi¨¦n escribi¨® el guion de esta ¨²ltima junto a Luis Bu?uel. En su producci¨®n, destacan las ilustraciones de libros, el dise?o de joyas como Los labios de rub¨ª, La sortija lenta o El ojo del tiempo ¨Dcon mecanismos de movimiento que, a d¨ªa de hoy, resultan irreparables por su complejidad¨D, o las cu?as publicitarias para el chocolate Lavin, el Brandy Osborne o del Nissan Datsun en 1972.
¡°En 1944, cuando Dal¨ª y Gala se mudaron a Nueva York para huir de la guerra, no hubo un d¨ªa en el que el nombre del artista no saliera en la prensa estadounidense. Dal¨ª era mucho m¨¢s que un pintor, era una figura idolatrada en el mundo entero¡±, puntualiza Ruiz, anunciando el final de la muestra: ¡°La inspiraci¨®n de Dal¨ª¡±, una experiencia inmersiva con realidad virtual, que sumerge y transporta al entorno geogr¨¢fico que inspir¨® la obra del artista. Una mirada nueva al ¡°corte impresionista y trazo impresionante¡± del pintor de Figueres con la que Dal¨ª Challenge quiere descubrir al pintor, al personaje, al creador y a su creaci¨®n.
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