Puigdemont quema el ¨²ltimo cartucho para condicionar la pol¨ªtica catalana
El expresidente busca con su retorno hoy a Catalu?a acelerar la aplicaci¨®n de la amnist¨ªa y presionar a ERC contra la investidura de Illa
Seis a?os y diez meses despu¨¦s de abandonar Espa?a para evitar la acci¨®n de la justicia por su liderazgo del proceso independentista fallido de 2017, Carles Puigdemont volver¨¢ hoy a aparecer en p¨²blico en Espa?a. Lo har¨¢ afrontando una detenci¨®n de inciertas consecuencias. El expresidente catal¨¢n ha decidido poner fin a su autoproclamado ¡°exilio¡± con el triple objetivo de desencallar la aplicaci¨®n de la amnist¨ªa a su caso particular, reivindicar el liderazgo del independentismo y hacer un ¨²ltimo acto de protesta contra la investidura del socialista Salvador Illa, que en circunstancias normales hoy deber¨ªa ser proclamado presidente de la Generalitat por el Parlament de Catalunya.
Pero muchas cosas distan de ser normales en Catalu?a, comenzando por la incertidumbre que pesa sobre la propia llegada de Puigdemont, su detenci¨®n y su posterior paso a disposici¨®n judicial. El expresidente, que este mi¨¦rcoles confirm¨® que acababa lo que ¨¦l y sus colaboradores han insistido en definir como ¡°exilio¡± y que otros muchos ve¨ªan como una simple fuga, pretende hacer un ¨²ltimo acto pol¨ªtico antes de ser detenido frente a sus seguidores. Si la polic¨ªa no lo impide antes ser¨¢ a las nueve de la ma?ana en el paseo Llu¨ªs Companys, a escasos 300 metros del Parlament, donde a las 10 de la ma?ana tendr¨ªa que comenzar la sesi¨®n de investidura de Salvador Illa. Puigdemont, que en circunstancias normales hoy pasar¨ªa a ser l¨ªder de la oposici¨®n como jefe de la segunda fuerza m¨¢s votada, seguramente no podr¨¢ ni acceder a la c¨¢mara. Protegido por un fuerte dispositivo de seguridad, el Parlament es el objetivo de una estrecha vigilancia de los Mossos d¡¯Esquadra, que como cualquier otro cuerpo de seguridad de Espa?a tienen la obligaci¨®n de detener a Puigdemont nada m¨¢s detectar su presencia en Espa?a. Si no ocurre antes, la detenci¨®n se producir¨¢ cuando intente pasar el filtro de seguridad de C¨¢mara catalana. M¨¢s de 300 agentes velar¨¢n por la seguridad en el entorno del Parlament. Y dan por hecho que Puigdemont no entrar¨¢ en la c¨¢mara. Seg¨²n fuentes policiales, no era descartable que Puigdemont ya estuviera en Catalu?a durante la jornada de ayer. Lo que pase despu¨¦s de la detenci¨®n est¨¢ en manos del juez Llarena, que tendr¨¢ que decidir si le permite declarar en un juzgado de Catalu?a o si ordena su traslado a Madrid para tomarle declaraci¨®n en el Tribunal Supremo.
Todo ello har¨¢, con casi toda seguridad, que el pleno de la c¨¢mara se interrumpa o ni siquiera llegue a comenzar. Junts ya ha dejado claro que sus diputados se ausentar¨ªan si no se interrumpiera el pleno. As¨ª lo tienen asumido la mayor parte de grupos parlamentarios, incluido el PSC de Salvador Illa que, sin embargo, prev¨¦n que, pase lo que pase este jueves, el pleno de investidura pueda celebrarse en pocos d¨ªas, incluso el viernes.
Son muchos los seguidores de Puigdemont que no entienden la jugada de dejarse detener tras casi siete a?os jugando al gato y al rat¨®n con el instructor de la causa del proc¨¦s en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Con la ley de amnist¨ªa en vigor desde hace m¨¢s de dos meses, Puigdemont sigue sin poderse acoger a ella porque el juez considera que el expresidente catal¨¢n no cumple las condiciones al mantenerle la acusaci¨®n por malversaci¨®n agravada. La elevada condena que puede acarrear este delito, de hasta 12 a?os de prisi¨®n, hace altamente probable que el juez dicte orden de prisi¨®n por riesgo de fuga. Sin embargo, el entorno de Puigdemont considera que el riesgo de entrar en prisi¨®n puede valer la pena, ya que esto le permitir¨¢ recurrir inmediatamente este ingreso ante el Tribunal Supremo para, posteriormente, acudir directamente al Tribunal Constitucional, que es quien deber¨¢ dirimir sobre la constitucionalidad de la ley de amnist¨ªa, su aplicaci¨®n y si est¨¢ o no justificado mantener a alguien privado de libertad en estas circunstancias. Los plazos para que todo esto ocurra son, sin embargo, un misterio, algo que genera grandes inquietudes en Junts per Catalunya.
Lo que s¨ª tiene asegurado Puigdemont es una cuota de protagonismo inusitado para alguien que qued¨® segundo en unas elecciones auton¨®micas. El d¨ªa que el protagonismo deber¨ªa ser para el candidato a la investidura, el expresidente recibir¨¢ todas las atenciones y este mi¨¦rcoles ya aprovech¨® para reivindicar su figura y su capital pol¨ªtico. Intentando alejar la idea de que se rinde ante los jueces tras a?os de huidas hacia adelante, Junts insiste en presentar el retorno de Puigdemont como una victoria.
Lo que pretende Puigdemont es dejar en evidencia a un juez al que considera un prevaricador por negarse a aplicarle una ley vigente como es la amnist¨ªa. En su mensaje confirmando su regreso emitido este mi¨¦rcoles, Puigdemont se?al¨® al juez. ¡°Que yo pueda asistir al Parlament deber¨ªa ser normal, que por hacerlo me arriesgue a una detenci¨®n, que ser¨ªa arbitraria e ilegal, es la evidencia de la anomal¨ªa democr¨¢tica que tenemos el deber de denunciar y combatir, no porque seamos independentistas, sino porque somos dem¨®cratas¡±, afirm¨®. Puigdemont no ser¨¢ el ¨²nico diputado que previsiblemente no podr¨¢ asistir al pleno. Tampoco lo har¨¢ Llu¨ªs Puig, el que fuera consejero de Cultura del gobierno de Puigdemont y que tambi¨¦n sigue fuera de Espa?a para evitar la acci¨®n de la justicia.
El retorno de Puigdemont crea expectaci¨®n en sus filas, hartazgo en la de sus rivales y absoluta indiferencia en amplias capas de la poblaci¨®n. De ah¨ª que Junts per Catalunya y sus entidades afines redoblaran el llamamiento a sus fieles para que acudan a lo que califican de ¡°acto institucional¡± de bienvenida. En relato de Puigdemont, lo de este jueves pretende ser el retorno a Catalu?a del presidente despose¨ªdo ¡°ilegalmente¡± de su cargo mediante la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Para sus rivales no deja de ser el final de la escapada y un acto trumpista de manual, pero todos le reconocen un importante poder desestabilizador, m¨¢s a¨²n si logra convocar a varios miles de personas para protestar o incluso entorpecer su detenci¨®n y presionar para que no se celebre el pleno. Ante esta delicada situaci¨®n Salvador Illa y el PSC han decidido hacer de tripas coraz¨®n y evitar cualquier palabra altisonante. Si el pleno no puede celebrarse se har¨¢ el viernes o, a m¨¢s tardar, los primeros d¨ªas de la pr¨®xima semana. En cualquier caso, Puigdemont tendr¨¢ todos los focos y previsiblemente lograr¨¢ algo tan at¨ªpico en una democracia como frenar ni m¨¢s ni menos que el pleno de investidura de un presidente. Eso s¨ª, tanto los socialistas como sus socios de investidura de ERC y Comuns se han aliado para garantizar que la investidura sale adelante con la ajustad¨ªsima mayor¨ªa absoluta de 68 diputados sobre un total de 135. Este mi¨¦rcoles, la direcci¨®n socialista y la republicana rubricaron p¨²blicamente el acuerdo para dejar claro su compromiso para investir al l¨ªder del PSC, que en mayo gan¨® las elecciones tanto en votos como en esca?os.
La probable detenci¨®n de Puigdemont tambi¨¦n contribuir¨¢ a agravar el enfrentamiento existente entre los dos grandes partidos independentistas. Esquerra Republicana, que los ¨²ltimos d¨ªas ha sido objeto de todo tipo de cr¨ªticas por parte de Junts, participar¨¢ desde un segundo plano del acto de recibimiento del expresidente. Est¨¢ por ver c¨®mo recibir¨¢ a los representantes de ERC el p¨²blico m¨¢s af¨ªn a Junts y a sectores del independentismo m¨¢s duro, especialmente porque es muy probable que sean los Mossos, hoy bajo la direcci¨®n pol¨ªtica de Esquerra, los responsables de detener a Puigdemont. El independentismo, en cualquier caso, tendr¨¢ que buscar un acomodo ante la nueva situaci¨®n de una Generalitat que volver¨¢ a ser presidida por un socialista tras 14 a?os de gobiernos soberanistas.
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