El Tribunal de Orden P¨²blico, en La Modelo de Barcelona
Es una iniciativa m¨¢s entre otras habidas en los ¨²ltimos a?os, en que incluso las instituciones oficiales en letargo prudente se han desperezado para rescatar al antifranquismo y situarlo como un valor democr¨¢tico
El relato dominante sobre la transici¨®n ¡°ejemplar¡± de Espa?a ha dibujado un acuerdo entre elites pol¨ªticas y econ¨®micas que graciosamente alumbr¨® la democracia. Sin embargo, la conquista de las libertades fue un parto con dolor y muertos. Por eso conviene recordar que, si bien Franco muri¨® en la cama, obreros, estudiantes y movimientos ciudadanos de todo tipo trataron de enterrar al franquismo en las calles, a trav¨¦s de huelgas y manifestaciones, con un notable coste humano. Para acabar con ciertos reduccionismos interesados, dos j¨®venes profesores de ense?anza secundaria ¨CCarlota Vidal S¨¢nchez y Gerard Rodr¨ªguez Arellano¨C han comisariado la exposici¨®n Generacions TOP, que recorre la trayectoria represiva del Tribunal de Orden P¨²blico desde su fundaci¨®n en 1963 hasta su disoluci¨®n en 1977. La exposici¨®n, asesorada por los historiadores Manel Risques y Javier T¨¦bar, sit¨²a a la izquierda de una de las galer¨ªas de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona a los movimientos opositores y a la derecha al poder represor de la dictadura. Se inaugur¨® nada menos que el 20-N y permanecer¨¢ abierta hasta finales de enero.
El TOP vino a sustituir a la jurisdicci¨®n militar en lo referente a los denominados delitos pol¨ªticos. El franquismo necesitaba remozar su fachada ante la creciente protesta generada por los cambios econ¨®micos y los nuevos movimientos de masas. La represi¨®n no disminuy¨®, pero cambi¨® de cara. En los 13 a?os en que el TOP estuvo operativo, un 21% de los casos ?¨Cque afectaron en toda Espa?a a 50.714 personas¨C se dieron en Catalu?a. La mayor¨ªa obreros y j¨®venes. Los comisarios de la muestra ¨Corganizada por la Asociaci¨®n Catalana de Personas Ex Presas Pol¨ªticas del Franquismo¨C repasan todos los movimientos de contestaci¨®n: desde los ya citados a los eclesiales, pasando por los movimientos vecinal, feminista o gay, que contaban con el respaldo de las organizaciones clandestinas de la izquierda, donde el PSUC era hegem¨®nico.
La de La Modelo es una iniciativa m¨¢s entre otras habidas en los ¨²ltimos a?os, en que incluso las instituciones oficiales en letargo prudente se han desperezado para rescatar al antifranquismo y situarlo como un valor democr¨¢tico. La serie de RTVE Las abogadas, emitida recientemente y disponible en RTVE-Play, aborda esa porci¨®n de historia a trav¨¦s del bufete de un grupo de mujeres ¨CManuela Carmena, Paquita Sauquillo, Cristina Almeida y Lola Gonz¨¢lez¨C que tiene como colof¨®n el asesinato por la extrema derecha de los abogados laboralistas, en enero de 1977. El modus operandi del franquismo tambi¨¦n queda perfectamente ilustrado por otro asesinato: el del joven estudiante Enrique Ruano, que el 20 de enero de 1969 ¡°cay¨®¡± por una ventana durante un registro policial. Distintos ministerios ¨Ccomo el de Gobernaci¨®n de Camilo Alonso Vega o el de Informaci¨®n y Turismo de Manuel Fraga Iribarne¨C manipularon pruebas, destruyeron informes forenses y falsearon documentos, como el diario personal de Ruano. El diario ABC public¨® el dietario ¡°retocado¡± para mostrar al joven militante del Frente de Liberaci¨®n Popular (FLP) como una persona inestable que se hab¨ªa suicidado. El caso se reabri¨® en democracia, pero fue archivado en 1992 por la Audiencia Provincial de Madrid al considerar que la responsabilidad penal hab¨ªa prescrito. El Tribunal Supremo volvi¨® sobre el asunto, pero absolvi¨® por falta de pruebas a tres agentes de polic¨ªa, a pesar de que los magistrados encontraron dudas razonables en la versi¨®n oficial.
La democracia espa?ola ¨Ccomo las europeas¨C tiene muchas lagunas, pero quiz¨¢s lo actuado por el Estado de Derecho y sus distintos administradores ha consistido durante muchos a?os en equiparar todas las memorias y eliminar as¨ª la responsabilidad pol¨ªtica del antifranquismo como un valor constitutivo de cultura democr¨¢tica, apunta el historiador Ricard Vinyes. La exposici¨®n Generacions TOP trata de poner las cosas donde corresponde.
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