Aguirre, el juez de las tramas infinitas al que los magistrados empiezan a decir ¡®no¡¯
Los correctivos de la Audiencia de Barcelona en la trama rusa del ¡®proc¨¦s¡¯ y en el ¡®caso Negreira¡¯ marcan la etapa final de un juez que eterniza sus investigaciones
Joaqu¨ªn Aguirre simboliza como nadie la idea de que los jueces son inamovibles. Mientras sus colegas de promoci¨®n han ido subiendo pelda?os en la carrera judicial, ¨¦l ha preferido quedarse en el lugar de siempre, en la trinchera, magistrado a perpetuidad como lo han sido, a menudo, sus investigaciones, que se eternizan sin llegar siempre a buen puerto. Nacido en Canarias, Aguirre lleva 36 a?os al frente del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona. Es el m¨¢s veterano. Pero, con la jubilaci¨®n en el horizonte, su final de etapa no est¨¢ siendo pl¨¢cido ni lucido. Ha recibido la reprimenda de sus superiores, los magistrados de la Secci¨®n 21? de la Audiencia de Barcelona, en las dos grandes causas que investiga actualmente: los pagos millonarios del Bar?a al exvicepresidente de los ¨¢rbitros espa?oles y, sobre todo, la supuesta ¡°trama rusa¡± del proc¨¦s. El juez, sin embargo, no da su brazo a torcer: acaba de reabrirla esta misma semana, por un delito de traici¨®n, pese a haber recibido la orden de acabar ya la instrucci¨®n.
El azar de las normas de reparto de asuntos en los juzgados ha sido generoso con ¨¦l, aunque tambi¨¦n ha puesto de su parte. ¡°No es que investigue siempre causas complejas¡ ?Es que ¨¦l las hace complejas!¡±, cuenta con iron¨ªa un exfiscal de Barcelona. Aguirre se estren¨® en su puesto investigando un fraude en el servicio militar: familias de la burgues¨ªa catalana compraban certificados m¨¦dicos para salvar de la mili a sus hijos. Pero su conversi¨®n en juez medi¨¢tico (y su fama de duro, firme e incisivo) lleg¨® de la mano de Grand Tibidabo: encarcel¨® al empresario Javier de la Rosa, en la cima de su ¨¦xito y bien relacionado con Jordi Pujol, por el presunto desfalco de la entidad. El caso acab¨® en condena, pero dej¨® pistas sobre una forma de proceder: la instrucci¨®n fue largu¨ªsima y el juicio no se celebr¨® hasta 2008. Tambi¨¦n sembr¨® una semilla que, seg¨²n sus colegas, con el tiempo le ha perjudicado. ¡°Lo endiosaron. Empez¨® a creer que era el mejor juez, cuando la verdad es que como instructor tiene muchos d¨¦ficits¡±.
¡°El problema es que siempre cree que tiene ante s¨ª el caso de su vida. Y eso es imposible¡±, cuenta otro veterano magistrado. El caso Macedonia ilustra esa tendencia a magnificar las cosas, a construir tramas barrocas en las que impera la sospecha y en las que la explicaci¨®n m¨¢s rocambolesca se toma como la m¨¢s veros¨ªmil. Lo que empez¨® como un sencillo alijo de coca¨ªna acab¨® convertido, bajo la mirada suspicaz del juez, en una macrocausa contra la corrupci¨®n en los Mossos d¡¯Esquadra, que pasaron de investigadores a investigados en un proceso sin fin que mantuvo en el punto de mira al major Josep Llu¨ªs Trapero.
El caso Macedonia arranc¨® en 2009. Seis a?os despu¨¦s, la Secci¨®n 21? de la Audiencia de Barcelona le dijo al juez lo que le ha repetido m¨¢s de una vez: que no se escudara en la supuesta ¡°complejidad¡± de la causa y que no exist¨ªa ¡°justificaci¨®n alguna para demorar la finalizaci¨®n de la instrucci¨®n¡±. Le advirti¨®, adem¨¢s, de que el proceso estaba empezando a parecerse a ¡°una fiscalizaci¨®n general de toda la actuaci¨®n policial¡±. La sentencia final qued¨® en nada, al margen de condenas a peque?os traficantes. El ¨²nico subinspector de los Mossos que fue llevado al banquillo (la Fiscal¨ªa se hab¨ªa desmarcado desde hac¨ªa mucho tiempo de la hip¨®tesis de Aguirre sobre una corrupci¨®n generalizada) fue absuelto en una resoluci¨®n que anul¨® autos judiciales y que subray¨® las ¡°dificultades¡± de la sala para ¡°reconstruir el iter [itinerario] procesal¡± por ¡°las m¨²ltiples piezas separadas¡± abiertas.
Causas como mu?ecas rusas
Esa idea de procesos que acaban siendo bosques impenetrables se repite en el correctivo m¨¢s reciente que ha recibido Aguirre: el auto de la Audiencia de Barcelona que le obliga a poner fin a la instrucci¨®n de la llamada ¡°trama rusa¡± del proc¨¦s. Aguirre abri¨® esa ¡°pieza separada¡± del caso Voloh en agosto de 2019, cuando la Guardia Civil le inform¨® de unos archivos de audio encontrados en el tel¨¦fono de V¨ªctor Terradellas, exdirigente de Converg¨¨ncia y cercano a Carles Puigdemont. En esas grabaciones, Terradellas dec¨ªa que, por las fechas en que se celebr¨® el refer¨¦ndum (octubre de 2017), alguien del entorno del Kremlin hab¨ªa ofrecido ¡°10.000 soldados rusos¡± para garantizar la independencia de Catalu?a. El juez tom¨® en serio aquella afirmaci¨®n y abri¨® una pieza que dio origen a otras piezas, convertida la causa en una mu?eca rusa que los supervisores de las decisiones del juez admiten ser incapaces de desentra?ar.
En agosto de 2023, cuando la investigaci¨®n sumaba ya cuatro a?os, Aguirre dict¨® una nueva pr¨®rroga de seis meses. ¡°Por si resultara necesario practicar m¨¢s diligencias¡± ¡ªque no citaba porque adem¨¢s eran ¡°imposibles de prever¡±¡ª y porque era ¡°absolutamente imposible¡± terminar la instrucci¨®n por su ¡°extraordinaria complejidad¡±, con ¡°decenas de miles¡± de folios. En este punto, la Audiencia de Barcelona dice basta. Le recuerda que los ¨²ltimos informes policiales sobre el tema se remontan a un a?o antes. Y que, desde entonces, la investigaci¨®n ¡°no ha avanzado sustancialmente¡±. Los ¨²ltimos seis meses, a?ade, fueron ¡°de completa inactividad¡±. La sala no le dice qu¨¦ tiene que hacer con los indicios (puede archivar o enviar el caso a juicio) pero s¨ª le ordena que no siga investigando una causa formada por 8.500 folios (¡°no decenas de miles¡±), que ¡°no exige un especial estudio¡± ni es tan ¡°compleja¡± e ¡°inabordable¡± como la pinta Aguirre.
Pero el tenaz juez parece no haberse dado por aludido. Y ha decidido sortear las ¡°objeciones t¨¦cnico-procesales¡± de la Audiencia abriendo una nueva pieza para investigar lo mismo (la trama rusa) en las que pone en la diana a 13 personas, incluido el expresidente Puigdemont, por malversaci¨®n y traici¨®n. Dice que lo hace ¡°por equidad y justicia¡± y por la ¡°importancia hist¨®rica¡± que supone para la Uni¨®n Europea indagar las injerencias de Rusia.
¡°Se entusiasma con un tema, pero va perdiendo fuelle¡±, cuenta otro colega de profesi¨®n, entre los que sus actuaciones generan una creciente antipat¨ªa, la misma que se ha ganado en el entorno del independentismo, que lo equipara a Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, instructor de Tsunami Democr¨¤tic, por su oportunismo al concebir nuevos delitos al comp¨¢s de la ley de amnist¨ªa. El pasado enero, en una nueva pr¨®rroga de la trama rusa (la Audiencia de Barcelona a¨²n no hab¨ªa recibido el papeleo con los recursos en lo que tilda de ¡°retraso injustificado¡±), Aguirre habl¨® por primera vez de un delito de traici¨®n o contra la seguridad nacional por las ¡°estrechas relaciones¡± de investigados con ¡°individuos de nacionalidad rusa, alemana e italiana¡±. Son que, en algunos supuestos, quedan excluidos de la amnist¨ªa y que eventualmente perjudicar¨ªan a Puigdemont.
Tras dictar la resoluci¨®n, Aguirre concedi¨® una entrevista a la televisi¨®n p¨²blica alemana ARD para explicar que indagaba ¡°la influencia directa de Rusia¡± en el proceso independentista. El abogado Gonzalo Boye pidi¨® su recusaci¨®n por falta de imparcialidad, pero la Audiencia de Barcelona no lo ha concedido porque no aprecia un ¡°inter¨¦s directo¡± del juez en el pleito.
La maniobra sobre el Bar?a
La llamada trama rusa naci¨®, como el caso Macedonia, a partir de un asunto menor: las supuestas irregularidades en subvenciones de la Diputaci¨®n de Barcelona, donde merodeaba Tarradellas. A partir de ah¨ª, el juez fue haciendo crecer el proceso, hasta el punto de que se le asign¨® una jueza de refuerzo. Y en esas, de nuevo el azar hizo recaer en instrucci¨®n 1 otra bomba de relojer¨ªa: la querella que la Fiscal¨ªa acababa de presentar contra el FC Barcelona por pagar m¨¢s de siete millones de euros, durante casi 20 a?os, al ex n¨²mero dos de los ¨¢rbitros espa?oles, Jos¨¦ Mar¨ªa Enr¨ªquez Negreira.
La magistrada Silvia L¨®pez se hizo cargo del caso. Pero cuando acab¨® su refuerzo, en junio de 2023, Aguirre se lo qued¨®. Estaba, bromean sus cr¨ªticos, ¡°ante un nuevo caso de su vida¡±. Mientras la investigaci¨®n sobre el proc¨¦s languidec¨ªa pero se manten¨ªa viva a base de pr¨®rrogas, el juez m¨¢s veterano se puso manos a la obra con la corrupci¨®n en el deporte. Y apenas tres meses despu¨¦s, con el verano de por medio y sin haber practicado apenas diligencias, plante¨® su tesis: dijo que el caso Negreira hab¨ªa destapado una ¡°corrupci¨®n sist¨¦mica¡± en el arbitraje del f¨²tbol espa?ol para favorecer al equipo azulgrana. ¡°Se presume por pura l¨®gica¡±, afirm¨®.
Con una nueva causa entre las manos regres¨® el Aguirre m¨¢s incisivo, el que tambi¨¦n gusta entre sus compa?eros porque ¡°no deja cabos sueltos¡±; escarba, muerde, ordena registros y detenciones, llevado una determinaci¨®n inquebrantable. Orden¨® registros en la sede de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) y cit¨® como testigos a multitud de ¨¢rbitros y ex¨¢rbitros, pero ninguno pudo confirmarle la hip¨®tesis que ya hab¨ªa perfilado. ¡°Su problema es que construye una teor¨ªa y luego busca las pruebas para confirmarla. Pero es que una instrucci¨®n es lo contrario. Hay que tener indicios y despu¨¦s se va tirando del hilo¡±, explica otra veterana colega.
En la causa estaban investigados, inicialmente por corrupci¨®n en el ¨¢mbito del deporte, los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, adem¨¢s de otros directivos del Bar?a. Tambi¨¦n se hicieron pagos durante la primera etapa de Joan Laporta (2003-2010), pero el delito hab¨ªa prescrito. As¨ª lo indic¨® el juez en un auto que dict¨® en octubre de 2023, en el que critic¨® la falta de ¨¦tica del actual presidente azulgrana. Una semana despu¨¦s, sin embargo, cambi¨® de opini¨®n: imput¨® a Laporta y a todos los investigados un delito de cohecho, al elaborar jur¨ªdicamente la idea de que Negreira, como miembro del Comit¨¦ T¨¦cnico Arbitral (CTA) de la RFEF debe ser considerado funcionario p¨²blico. Los plazos de prescripci¨®n de ese delito son m¨¢s extensos.
Las defensas rechazaron esa imputaci¨®n. Tambi¨¦n la Fiscal¨ªa, que se sum¨® al recurso del que ha surgido el segundo gran correctivo a Aguirre. En su resoluci¨®n, la Audiencia de Barcelona concluye que en ning¨²n caso Negreira puede ser considerado funcionario p¨²blico y excluye el delito de cohecho para todos los investigados, incluido el FC Barcelona como persona jur¨ªdica. Laporta, por tanto, ha quedado exonerado. La Secci¨®n 21? critica al juez por ¡°incurrir en cierta contradicci¨®n¡± al centrar todos sus esfuerzos argumentativos en el cohecho pero, al mismo tiempo, mantener la calificaci¨®n alternativa de corrupci¨®n en el deporte por si su planteamiento no era aceptado.
La oposici¨®n de la Fiscal¨ªa es algo con lo que Aguirre est¨¢ acostumbrado a lidiar, lo que a menudo le ha llevado a acoger de manera generosa la participaci¨®n de acusaciones particulares. En el caso Macedonia acept¨® al pseudosindicato ultra Manos Limpias, que guerre¨® contra Trapero. En el caso Voloh est¨¢n presentes entidades ¡°constitucionalistas¡±, plataformas como Impulso Ciudadano o partidos pol¨ªticos como Vox, cuyas peticiones enredan a menudo m¨¢s la madeja de los procesos judiciales de Aguirre que, como dej¨® escrito el veterano periodista de La Vanguardia Santi Tar¨ªn, ¡°m¨¢s que casos investiga rompecabezas¡±.
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