Radiograf¨ªa electoral | Islas Baleares: equilibrios en la Espa?a que se llena
El Gobierno tripartito de izquierdas aspira a una tercera legislatura con el reto de gestionar los claroscuros del ¨¦xito tur¨ªstico y frenar los precios disparados de la vivienda
En las Islas Baleares ya es verano. O lo parece. Las calles rebosan de visitantes, la planta hotelera est¨¢ abierta casi al completo y la maquinaria tur¨ªstica aspira a una temporada de r¨¦cord. Sin embargo, el rev¨¦s de esa moneda muestra las dificultades de acceso a la vivienda para los residentes y la saturaci¨®n de unas infraestructuras que colapsan ante ese incremento repentino de poblaci¨®n. En este contexto, la izquierda balear aspira a revalidar en las elecciones del 28 de mayo el ¨¦xito de las dos ¨²ltimas citas electorales, para encadenar una tercera legislatura de Gobierno progresista tripartito. Las encuestas dan la victoria al PP, pero dibujan a la vez un panorama muy ajustado, con un pr¨¢ctico empate entre los bloques de izquierda y derecha. La b¨²squeda del equilibrio para que una industria tur¨ªstica que lo condiciona todo en el archipi¨¦lago no termine pasando por encima de sus residentes ¡ªy del entorno natural¡ª aparece como una de las principales claves del futuro y tambi¨¦n de la batalla electoral.
La cara de la moneda habla de una comunidad cuyo PIB creci¨® un 14,2% el a?o pasado ¡ªcasi nueve puntos m¨¢s que la media espa?ola¡ª y que cerr¨® 2022 con una tasa de paro del 10,9%, por debajo de la media nacional (aunque en el primer trimestre de este a?o est¨¢ muy por encima: 18% frente al 13,2%, lo que da una idea del alto componente de estacionalidad del empleo en Baleares). Una comunidad en la que viven 1,2 millones de personas y que, por ejemplo, el 5 de agosto ¡ªel d¨ªa de mayor afluencia de 2022¡ª lleg¨® a casi duplicar esa cifra de poblaci¨®n, seg¨²n el ¨ªndice de presi¨®n humana del Instituto Balear de Estad¨ªstica. El a?o pasado visitaron las islas 16,4 millones de personas, que dejaron en el territorio m¨¢s dinero que nunca: unos 17.000 millones de euros, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). El turismo, principal motor econ¨®mico de la regi¨®n, parece totalmente recuperado despu¨¦s de la estocada que supuso la pandemia. Y sobre esa recuperaci¨®n los partidos plantean un funambulismo: la necesidad de gestionar los flujos tur¨ªsticos protegiendo, al mismo tiempo, el medio ambiente.
La preservaci¨®n del entorno natural
El Gobierno de coalici¨®n (formado por PSOE, M¨¦s per Mallorca y Podemos) ha impulsado leyes de calado en ese sentido en estos cuatro a?os: la reforma de la Ley Tur¨ªstica ¡ªque impone un techo de plazas hoteleras y una moratoria para la creaci¨®n de nuevos alojamientos¡ª, el decreto ley para espaciar la entrada de los grandes cruceros en los puertos o la ley contra el turismo de excesos, uno de los caballos de batalla hist¨®ricos en el sector. Tambi¨¦n los tres gobiernos insulares que est¨¢n en manos progresistas ¡ªMallorca, Menorca y Formentera¡ª han promovido iniciativas, como la imposici¨®n de un n¨²mero m¨¢ximo de veh¨ªculos que pueden entrar en esta ¨²ltima, una medida que se quiere exportar al resto de islas. ¡°Los retos de la Administraci¨®n comienzan por valorar la importancia de la contribuci¨®n del turismo al bienestar, directo e indirecto, de la sociedad¡±, dice la presidenta de la Federaci¨®n Hotelera de Mallorca, Mar¨ªa Frontera, quien tambi¨¦n se?ala asignaturas pendientes: mejorar la formaci¨®n y la productividad del capital humano, modernizar los destinos con criterios de sostenibilidad y caminar hacia la simplificaci¨®n administrativa y el alivio de la carga fiscal.
Pero la llamada desestacionalizaci¨®n, el reparto de los visitantes durante todo el a?o, sigue siendo un objetivo que no termina de hacerse realidad, a pesar del compromiso de los distintos gobiernos que han tomado la vara de mando en las islas. ¡°Aqu¨ª padecemos las consecuencias del turismo masivo en todo su esplendor. El encarecimiento de los precios y el problema de vivienda es una deriva de ese modelo supertur¨ªstico¡±, apunta Amadeu Corbera, presidente del grupo ecologista GOB. Los ecologistas sostienen que el balance de aprobaci¨®n de leyes en defensa del territorio ¡°es pobre¡±, aunque reconocen avances ¡°importantes¡± como la ley balear de cambio clim¨¢tico, que pone freno a los coches de combusti¨®n, o el decreto de Posidonia, que protege uno de los principales tesoros naturales del Mediterr¨¢neo.
Viviendas por las nubes
La cruz de las Islas Baleares pasa ahora, sin duda, por unos precios de la vivienda completamente disparados que en este momento superan los 3.700 euros el metro cuadrado (casi un 12% m¨¢s que hace un a?o), seg¨²n datos del portal inmobiliario Idealista. La oferta de alojamiento, tanto de compra asequible como de alquiler, es mucho menor que la demanda que tiene que asumir una comunidad que no ha dejado de crecer en poblaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, hasta alcanzar 1.232.000 habitantes al cierre de 2022 y con unas proyecciones que, seg¨²n el INE, la llevar¨¢n a crecer un 25% de aqu¨ª a 2037.
La infraestructura habitacional se va quedando corta para atender la demanda, a pesar de que en los ¨²ltimos cuatro a?os se ha pisado el acelerador para ampliar el parque de vivienda p¨²blica, que ha crecido un 73% en esta legislatura con 1.300 viviendas (en la ¨²ltima legislatura del PP no se hizo ninguna). A los problemas del mercado inmobiliario se suma el imparable proceso de gentrificaci¨®n (el desplazamiento de poblaci¨®n residente por el aumento de los precios y la conversi¨®n masiva de inmuebles en pisos tur¨ªsticos) de buena parte de los barrios de Palma e Ibiza, colonizados por propietarios millonarios del norte de Europa y por franquicias con las que no pueden rivalizar los peque?os comerciantes o los residentes de toda la vida.
¡°La gentrificaci¨®n nos preocupa mucho, la manera en que se expulsa a trav¨¦s de los alquileres tur¨ªsticos¡± dice Gloria Olmos, activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Baleares. A pesar de que el primer Gobierno de la socialista Francina Armengol impuso fuertes restricciones al alquiler vacacional ¡ªque est¨¢ prohibido en todos los pisos y apartamentos de la capital balear con el respaldo del Tribunal Supremo¡ª, la plataforma cree que es necesario ¡°un mayor control y una mejor inspecci¨®n¡±, labores que dependen de las administraciones de cada una de las islas, los consejos insulares.
Un Parlamento fragmentado
El Gobierno tripartito ha avanzado en otras cuestiones olvidadas por Ejecutivos anteriores, como la memoria democr¨¢tica, con la apertura de decenas de fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo o la eliminaci¨®n de simbolog¨ªa franquista de las calles. Un despliegue de la ley auton¨®mica que las entidades especializadas ven peligrar si la derecha y la extrema derecha ganan las elecciones. ¡°Esperemos que no se produzca este cambio y avancemos para que la memoria democr¨¢tica sea una cuesti¨®n de Estado¡±, afirma Maria Ant¨°nia Oliver, presidenta de la asociaci¨®n Memoria Democr¨¢tica de Mallorca.
¡°Un Gobierno de la derecha es una vuelta al pasado, una destrucci¨®n de todo lo que se ha avanzado. Volver a hablar del impuesto de sucesiones, de la segregaci¨®n en las aulas y del catal¨¢n¡±, dice uno de los principales colaboradores de Armengol. La lengua ha sido una de las armas esgrimidas por la oposici¨®n durante la legislatura, en la que el Gobierno de coalici¨®n ha aprobado una Ley de Educaci¨®n que solo reconoce al catal¨¢n ¡ªno al castellano¡ª como lengua vehicular en la ense?anza y blinda el modelo por el cual el 50% de las horas lectivas deben ser en catal¨¢n, dando autonom¨ªa a los centros educativos para decidir sobre el resto. Vox ha centrado tambi¨¦n sus ataques contra el decreto que, desde 2018, exig¨ªa al personal sanitario de la comunidad que acreditara un conocimiento del catal¨¢n para poder ascender laboralmente o cobrar complementos salariales. Despu¨¦s de que los tribunales anularan ese decreto, est¨¢n exentos de acreditar el nivel de catal¨¢n los profesionales sanitarios que concurren a plazas consideradas deficitarias, las que tienen falta de personal.
¡°El PP no har¨¢ de la lengua una batalla pol¨ªtica, pero eran los propios profesionales quienes advert¨ªan de que, si al coste de la vida le sumaban el requisito del catal¨¢n, eso tendr¨ªa un efecto disuasorio a la hora de fidelizar m¨¦dicos en Baleares¡±, se?alaba poco antes de la campa?a la candidata del PP, Marga Prohens. Los populares centran sus propuestas en una reforma fiscal, incentivos a los propietarios para aumentar la oferta de viviendas en alquiler y la derogaci¨®n del techo de plazas tur¨ªsticas. Lo que ya no defienden, a pesar de que durante a?os fueron partidarios de ello, es suprimir el impuesto de turismo sostenible, la conocida como ecotasa, que grava las estancias de los turistas que llegan a las islas.
La secretaria general de los socialistas baleares, Francina Armengol, se presenta a la reelecci¨®n para seguir presidiendo el Gobierno que comparte con M¨¦s per Mallorca y Podemos, cuyos candidatos no repiten. Las tres formaciones han convivido en los ¨²ltimos cuatro a?os sin apenas sobresaltos, salvo alg¨²n amago de abandono de los econacionalistas que finalmente qued¨® diluido. Enfrente han tenido a un PP que ha tratado de recomponerse de los a?icos en los que Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢ ¡ªahora eurodiputado por Ciudadanos¡ª convirti¨® el partido hace ocho a?os. Tras el abandono del l¨ªder que sigui¨® a Bauz¨¢, Biel Company, el partido proclam¨® a su actual presidenta y candidata, Marga Prohens, que ha pasado los ¨²ltimos cuatro a?os como diputada en Madrid y apenas ha confrontado con Armengol en un Parlamento muy fragmentado, con representaci¨®n de ocho formaciones pol¨ªticas. En todo caso, nada es seguro para ninguna de ellas el 28-M, pues la historia demuestra que en Baleares, en ocasiones, las mayor¨ªas se deciden por muy poco.
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