Vox impone sus banderas ideol¨®gicas en los pactos auton¨®micos con el PP
Los ultras logran que los populares admitan la derogaci¨®n de las normas regionales de memoria hist¨®rica, la reforma de las leyes trans o medidas contra la inmigraci¨®n irregular
Vox ha llevado a los cinco acuerdos que ha pactado con el PP para gobernar conjuntamente comunidades aut¨®nomas en esta legislatura ¡ªCastilla y Le¨®n, Comunidad Valenciana, Extremadura, Arag¨®n y Baleares, aunque en esta ¨²ltima los ultras no han entrado en el Ejecutivo auton¨®mico, sino solo en los consejos insulares¡ª sus batallas ideol¨®gicas y culturales contra la izquierda. Eso explica que varios apartados de dichos acuerdos est¨¦n copiados textualmente unos de otros. El PP, consciente de que necesita los votos de Vox para hacerse con la presidencia de estas instituciones, ha cedido en muchos casos, incluso cuando se ha tratado de medidas inaplicables o ilegales; y ha puesto pie en pared en otros, sobre todos las que pretenden debilitar la protecci¨®n de la mujer ante la violencia machista, aunque no siempre. Estos son algunos de los puntos m¨¢s importantes de esos acuerdos:
Memoria democr¨¢tica. La derogaci¨®n de las leyes de memoria democr¨¢tica es una de las obsesiones de Vox. Como no puede eliminar la de ¨¢mbito nacional, intenta suprimir las auton¨®micas. El PP se resisti¨® a hacerlo en el pacto de Castilla y Le¨®n, el primero de todos, pero se ha comprometido a derogarlas en Extremadura y Arag¨®n.
Derechos del colectivo LGTBIQ+. A pesar de que la aprob¨® en su d¨ªa en las Cortes regionales, el PP ha aceptado reformar la ley trans de Arag¨®n, al igual que la de Baleares.
Violencia contra la mujer. Consciente de que la negaci¨®n de la violencia de g¨¦nero es uno de los aspectos que m¨¢s rechazo social provoca, el PP ha sido cada vez m¨¢s firme respecto a este tema en sus negociaciones con Vox. Sin embargo, el primero de los pactos program¨¢ticos, el de Castilla y Le¨®n, ya inclu¨ªa una ley contra la violencia intrafamiliar, en la que el partido ultra quiere diluir la violencia machista, igual que el segundo que suscribi¨®, en la Comunidad Valenciana.
Defensa del castellano. Vox presume de que sus acuerdos con el PP en la Comunidad Valenciana o Baleares han consagrado el derecho a recibir ense?anza en castellano o a dirigirse en esta lengua a las administraciones p¨²blicas en dichas comunidades. Sin embargo, su defensa del idioma com¨²n se acompa?a de una indisimulada hostilidad hacia otras lenguas espa?olas, como muestra la supresi¨®n en Arag¨®n de las ayudas a las entidades que fomentan el aragon¨¦s y la variante aragonesa del catal¨¢n o la revisi¨®n de la ley auton¨®mica que las protege.
Recorte fiscal. En lo que m¨¢s f¨¢cilmente se ponen de acuerdo PP y Vox es en la conveniencia de abordar una dr¨¢stica bajada de impuestos. La supresi¨®n de los impuestos de sucesiones y donaciones, la eliminaci¨®n del de patrimonio y una rebaja de tipos en el tramo auton¨®mico del IRPF figuran en los pactos de Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura o Arag¨®n. En algunos de ellos, con el compromiso de ponerlas en marcha en los primeros 100 d¨ªas de gobierno.
Apoyo a las familias (sobre todo a las numerosas). La aprobaci¨®n de una Ley Integral de Protecci¨®n de la Familia figura en varios pactos PP-Vox, como los de Baleares y la Comunidad Valenciana. En algunos casos, incluye la creaci¨®n de una consejer¨ªa o direcci¨®n general y, en casi todos, la inclusi¨®n de la ¡°perspectiva de familia¡± (en sustituci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero) en los futuros textos legales. Los pactos detallan una bater¨ªa de medidas de apoyo a la natalidad e incluso, en el caso de Arag¨®n, para aquel c¨®nyuge que se dedique a las tareas de hogar o al cuidado de los hijos. Pero siempre se trata de deducciones fiscales, no de ayudas directas que, por su baja renta, pudieran percibir quienes no est¨¢n obligados a pagar impuestos.
Inmigraci¨®n irregular. El rechazo a los inmigrantes irregulares es una de las se?as de identidad de Vox. El pacto valenciano prev¨¦ que la Generalitat informe a la polic¨ªa de ¡°los posibles casos de inmigraci¨®n ilegal¡±, lo que podr¨ªa vulnerar la ley de protecci¨®n de datos; mientras que el aragon¨¦s quiere excluir a los inmigrantes irregulares del acceso a ayudas p¨²blicas, al margen de su situaci¨®n econ¨®mica y familiar.
Recorte de subvenciones a los sindicatos. Aunque el acuerdo de Gobierno no lo mencionaba, Castilla y Le¨®n ha sido la primera comunidad en recortar las subvenciones a sindicatos y patronal. El pacto extreme?o habla de una ¡°reducci¨®n considerable¡± de dichas ayudas y el de Baleares, de una ¡°racionalizaci¨®n¡± de las mismas.
Educaci¨®n. Su obsesi¨®n por la supuesta ¡°corrupci¨®n¡± y ¡°sexualizaci¨®n¡± de la que ser¨ªan v¨ªctimas los menores en los colegios ha llevado a Vox a incluir, en varios acuerdos con el PP, el compromiso de velar por ¡°la neutralidad ideol¨®gica de la ense?anza¡± (Extremadura) o por una ¡°educaci¨®n libre de adoctrinamiento ideol¨®gico¡± (Castilla y Le¨®n). El PP lo ha aceptado aunque, en alg¨²n caso, como este ¨²ltimo, hace d¨¦cadas que la educaci¨®n es gestionada por los populares. Tambi¨¦n ha admitido que los acuerdos de la Comunidad Valenciana y Arag¨®n dejen en manos de los padres la autorizaci¨®n del ¡°contenido de las actividades extracurriculares¡±, aunque la educaci¨®n en igualdad o la prevenci¨®n de la homofobia no formen parte ya de las materias extracurriculares, sino que sean principios transversales del eje troncal de la formaci¨®n.
La menci¨®n a la caza y la tauromaquia se repite en la mayor¨ªa de los pactos PP-Vox, igual que el problema de la okupaci¨®n, aunque sea marginal en algunas de esas comunidades. Eso evidencia que los acuerdos no los cocinan los responsables auton¨®micos del partido ultra, sino los dirigentes de Vox en Madrid, donde hay banderas que no est¨¢n dispuestos a arriar.
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