La nueva mejor vida de Pilar de Lara, la jueza ¡®anticorrupci¨®n¡¯ apartada de Galicia
Castigada sin empleo ni sueldo por el Poder Judicial, perdi¨® su destino en Lugo y recal¨® en Ponferrada, donde ya ha instruido causas contra pol¨ªticos y ha apuntalado su fama como gur¨² del derecho animal
Rufo es un schnauzer negro ¡ªahora ya salpicado de canas¡ª con tantos a?os en su lomo como la mism¨ªsima Operaci¨®n Pok¨¦mon, esa causa contra la corrupci¨®n que estall¨® en Lugo en 2012 y puso patas arriba la pol¨ªtica gallega (y despu¨¦s, la de varias comunidades aut¨®nomas). Rufo es el perro de Pilar de Lara Cifuentes (Cartagena, 56 a?os), la jueza que quit¨® el sue?o durante m¨¢s de una d¨¦cada a mandatarios de los principales partidos, a funcionarios, a empresarios, a polic¨ªas y guardias civiles y a traficantes de mujeres y proxenetas. Ahora Rufo camina por la calle pegado a las paredes, buscando referencias porque es pr¨¢cticamente ciego, una circunstancia que en la justicia se considera virtud. Pero al faltarle ese sentido ha desarrollado un olfato infalible. Como aquel que se le atribu¨ªa antes de caer en desgracia a la magistrada, cuando era titular del Juzgado de Instrucci¨®n 1 de Lugo y la prensa gallega se llenaba de titulares acerca de sus investigaciones. Hasta que fue sancionada por el Consejo General del Poder Judicial con un castigo de siete meses y un d¨ªa sin empleo ni sueldo entre finales de 2019 y 2020.
Aquella medida, sustentada por la c¨²pula de los jueces en una falta grave de ¡°retrasos injustificados¡± en la cantidad de macrocausas abiertas, supuso la p¨¦rdida de plaza y su ca¨ªda al final de la lista de jueces aspirantes a un nuevo destino. Pidi¨® tres opciones entre las vacantes disponibles, por orden de preferencia, todas cerca de Lugo. Dos en Asturias, una comunidad en la que ya hab¨ªa sido jueza, y una tercera en el juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n 3 de Ponferrada (Le¨®n), un puesto que arrastraba fama de haber acogido a otras magistradas apartadas. Ning¨²n compa?ero hab¨ªa pedido este ¨²ltimo destino, as¨ª que se lo dieron a ella: era un juzgado mixto, que despu¨¦s dej¨® de serlo y se convirti¨® en uno puramente de instrucci¨®n. De Lara lleva ya cuatro a?os all¨ª y sus amigos aseguran que la temida jueza anticorrupci¨®n de Galicia ha pasado a mejor vida porque, ¡°efectivamente, su vida es mucho mejor¡±.
En los juzgados de Ponferrada hab¨ªa mucha expectaci¨®n cuando trascendi¨® que aquella magistrada expedientada por el CGPJ iba a trasladar sus quehaceres a este otro lado de la frontera entre autonom¨ªas. Seg¨²n reconocen personas relacionadas con este partido judicial, hab¨ªa funcionarios que tem¨ªan que De Lara trajese con ella su ¡°costumbre de ordenar registros¡± en instituciones p¨²blicas y sus interrogatorios ¡°hasta las cuatro de la madrugada¡±. Pero aquellas jornadas maratonianas, en plena efervescencia de esa casi decena de grandes casos que instruy¨® (Carioca, Pok¨¦mon, C¨®ndor, Pulpo, Gara?¨®n, Cebra...), no viajaron con ella en sus maletas. Lo que s¨ª viaj¨® fue su escasa afici¨®n a hacer declaraciones a la prensa y, sobre todo, su negativa a hablar de ella misma y su trabajo con un medio de comunicaci¨®n.
Este diario ha tenido que consultar con terceros el tipo de casos que han ca¨ªdo en sus manos desde que march¨® de Lugo. En Ponferrada, Pilar de Lara ha investigado varios intentos de homicidio, incluido un supuesto caso de envenenamiento progresivo a una mujer con matarratas. Ha desarticulado una red de asaltos a 26 lavander¨ªas en Asturias, Le¨®n y Galicia (la banda fue interceptada por orden de la jueza cuando iba a atracar una de Sanxenxo, Pontevedra). Y ya ha sentado en el banquillo a alg¨²n pol¨ªtico, como el alcalde popular de la localidad berciana de Caba?as Raras, Juan Marcos L¨®pez, vencedor por mayor¨ªa absoluta, que tuvo que dimitir despu¨¦s de ser condenado a seis meses de prisi¨®n, 11 de inhabilitaci¨®n y multa por un delito de gesti¨®n interesada y prevaricaci¨®n. El regidor hab¨ªa votado a favor de la adjudicaci¨®n de una parcela del pol¨ªgono para un negocio de incineraci¨®n de animales vinculado a Bierzoo, una cl¨ªnica veterinaria de su propiedad.
Mientras tanto, la jueza que ya en Lugo pas¨® a la historia por ordenar la primera orden de alejamiento en Espa?a para proteger a una perra (Katalina) de sus propietarios, ha ido consolidando su fama como gur¨² del derecho animal. Solo las guardias, que aqu¨ª se llevan a rajatabla, le impiden a veces decir que s¨ª a las charlas sobre la materia, a las que la invitan como ponente en toda Espa?a. Es miembro de Intercids-Operadores Jur¨ªdicos por los Animales y asesor¨® a colegios de abogados en la elaboraci¨®n de enmiendas en la reciente modificaci¨®n del maltrato animal en el C¨®digo Penal. Colabora con el Observatorio de Derecho Animal de Argentina y con Aidca (Asociaci¨®n Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente).
En Ponferrada, De Lara logr¨® que un perro, Oreo, entrase en un juicio como apoyo emocional a su compa?ero humano, que asist¨ªa a una vista como v¨ªctima de la violencia de otro vecino. La UNED la ha incluido ahora en el seminario Los animales y su tratamiento: la empat¨ªa como modelo de convivencia que se impartir¨¢ en julio y en el que la jueza hablar¨¢ sobre el desarrollo legislativo de los derechos de los animales. Paralelamente, y por la repercusi¨®n de su Operaci¨®n Carioca, la mayor que se ha instruido en Espa?a contra la trata, suele dar conferencias invitada por colectivos feministas.
Ponferrada (63.062 habitantes), la capital del Bierzo coronada por un castillo que parece salido de un cuento, se engalana estos d¨ªas con banderines medievales para celebrar, a primeros de julio, sus tres jornadas de la Noche Templaria, una fiesta tem¨¢tica donde los vecinos se visten de ¨¦poca y se organizan recreaciones hist¨®ricas de los monjes guerreros. Es un evento multitudinario en la l¨ªnea del Arde Lucus, que en junio transforma Lugo (98.214 almas) en un territorio clave para el Imperio Romano. Las mismas fuentes cercanas cuentan que la magistrada est¨¢ ya tan integrada en la sociedad ponferradina que se ha buscado una saya, un refajo y un corpi?o para participar en la fiesta templaria.
De los ¡°coronabolos¡± a las clases ¡®online¡¯
La magistrada sale por la ciudad con otras compa?eras juezas, toma t¨¦ verde en las terrazas igual que hac¨ªa en su anterior destino, saluda a mucha gente y asiste a conciertos en salas como la m¨ªtica Tarar¨ª, La Vaca Club, Coherencia, H o Cocodrilo Negro. ¡°Aunque su local favorito es el Morticia¡±, informan los que la acompa?an. De Lara vive en una de las zonas nuevas, urbanizadas en torno a grandes avenidas, que se extienden en las faldas del casco antiguo, en un piso de alquiler con su marido y su perro. La hija, aquella ni?a que tuvo que vivir con escolta durante el tiempo en que Lugo ard¨ªa de veras bajo las pesquisas de la jueza amenazada, acaba de terminar una carrera muy distinta de la de su madre en otra ciudad gallega.
Como era costumbre ya en Lugo, la magistrada guarda una guitarra espa?ola en su despacho del juzgado y la toca en los descansos. El piso es peque?o, y no le da para tener completa su colecci¨®n de guitarras, as¨ª que en casa se basta con otra espa?ola y una ESP el¨¦ctrica. ?ltimamente le cuesta m¨¢s tocar, porque todav¨ªa est¨¢ rehabilitando la espalda por un accidente de coche que sufri¨® hace meses cuando volv¨ªa de una autopsia. ¡°Pero no quiso cogerse una baja laboral¡±, cuentan sus allegados, ¡°y sigue recibiendo varias clases semanales online de los profesores de guitarra que ten¨ªa en Lugo¡±. Durante el confinamiento, que transcurr¨ªa a la par que sus meses sin empleo y sueldo, instaur¨® una cita vespertina con sus amistades a trav¨¦s de Facebook. Eran los ¡°coronabolos¡± de la jueza anticorrupci¨®n, en los que tocaba y cantaba acompa?ada de su marido. Desde hard rock hasta rancheras.
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