Un oficio de primera necesidad que necesita ayuda
¡°Mis vaquitas siguen comiendo, siguen poni¨¦ndose enfermas y siguen su consumo diario, pero no hay venta¡±, explica el ganadero Tom¨¢s Ayuso
Es duro levantarse a la misma hora los 365 d¨ªas del a?o haga el tiempo que haga. Es duro tenerte que refugiar de una granizada bajo un chubasquero ruinoso que llevas en el coche, para cubrir a una vaca que est¨¢ pariendo. Es duro no tener vacaciones y tambi¨¦n es duro pensar si alguien querr¨¢ continuar tu trabajo.
Pero ser ganadero no es un oficio, es una vida, es una forma de vida. Si algo te llena realmente es ver el fruto de tu trabajo y por ese motivo nos levantamos felices.
En un gremio en el que no es f¨¢cil obtener beneficios, sino mas bien sobrevivir a?o a a?o, nos encontramos que nos marcan los precios de compra y de venta. Solo tenemos una salida y es hacer un puzzle con los gastos y los ingresos. Trazar un elaborado encaje de bolillos para poder pagar el cami¨®n de forraje justo el d¨ªa que vence el cheque de cobro.
Por eso, esta situaci¨®n nos afecta de varias maneras. A nivel de trabajo no mucho, porque los animales requieren el mismo trato y el cari?o no se puede hacer telem¨¢tico. Nos levantamos igual, trabajamos igual, con el principal objetivo de que no les falte nada a los animales. Yo como en solitario, pues estoy volviendo a cocinar en casa y como soltero debo decir que tengo la nevera como nunca.
Pero, claro, la maquinaria se rompe, no hay talleres, ferreter¨ªas¡ no hay recambios. Y s¨ª cambia el hecho de que el mercado est¨¢ cerrado, la importaci¨®n de vacuno est¨¢ cerrada... la venta nacional, sin colegios bares o restaurantes, ha ca¨ªdo al m¨ªnimo.
Mis vaquitas siguen comiendo, siguen poni¨¦ndose enfermas y siguen su consumo diario, pero no hay venta. Los animales cada vez son mas grandes, cada vez comen m¨¢s y hace d¨ªas que la rentabilidad por animal se fue al garete.
Nuestros m¨¢rgenes son muy justos y vender a la baja no es una opci¨®n ya. Pero est¨¢ llegando otra partida, tenemos la ¡°sub21¡± pidiendo paso y comiendo mucho y a la ¡°sub16¡± que ya ha dejado de mamar y tambi¨¦n come.
Ser ganadero es un oficio de primera necesidad, seguimos trabajando, pero necesitamos ayuda. Ya no solo econ¨®mica para paliar la p¨¦rdida por esta situaci¨®n, sino ayuda para restaurar el mercado y el consumo y hacer que todo nuestro trabajo en estos d¨ªas haya servido de algo.
Bien es cierto que los animales no entienden de partidos, de equipos ni de colores, pero tambi¨¦n es cierto que todo el cuidado, el cari?o y la atenci¨®n que requieren tiene un coste y eso hoy en d¨ªa est¨¢ por encima de nuestros ingresos y sin vistas de salida. Entre todos debemos trabajar para volver a la normalidad. Devolver al mercado su circulaci¨®n habitual y restaurar nuestras vidas, cuanto menos un poco m¨¢s sabios de cuando las encerramos.
Tom¨¢s Ayuso L¨®pez es ganadero. Esta tribuna pertenece a la serie La Experiencia Personal, que EL PA?S Madrid publica a diario durante el estado de alarma por coronavirus. Puedes leer aqu¨ª la experiencia personal de Quique Villalobos (El poder de hacer barrio), Carlos Gonz¨¢lez (Anestesia contra el miedo), T¨¢bata Cerezo (La raz¨®n por la que estamos encerrados), Celia Blanco (Funeral Malasa?ero), Nacho Mart¨ªnez (El cumplea?os de Charo se canta en el patio de luces), Esther Arroyo (¡°Liberar espacio: a mi abuela de 93 a?os la sacan de paliativos¡±), de Miguel del Arco (?C¨®mo estar tranquilo cuando sabes que tienes una plantilla?), de Mariah Oliver (¡°Dos meses sin cobrar el sueldo¡±), de Victoria Torres (La tribu se pone en marcha) o de Juan Jos¨¦ Mateo (Ojo, que tiene 38?).
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