La desprotecci¨®n de las auxiliares a domicilio municipales se cobra cientos de contagios

Mar¨ªa, de 91 a?os, falleci¨® por coronavirus el pasado 30 de marzo en su piso acompa?ada por su hija Raquel, de 53 a?os. Raquel hab¨ªa vivido con su madre en su apartamento en el centro de Madrid toda su vida. La salud de Mar¨ªa se complic¨® hace tres a?os, tras sufrir un ictus que le paraliz¨® la mitad de su cuerpo. Desde entonces, la Comunidad de Madrid le asign¨® un servicio de ayuda a domicilio tres veces al d¨ªa. Cuando el Gobierno decret¨® el estado de alarma, Raquel empez¨® a preocuparse por las auxiliares. ¡°Tos¨ªan, moqueaban y no llevaban ni una simple mascarilla¡±, cuenta.

Raquel, nombre figurado porque prefiere no dar el real, decidi¨® llamar a una de las empresas que tiene subcontratado el Ayuntamiento de Madrid para ofrecer este servicio. Quer¨ªa explicaciones, pero la ¨²nica respuesta que encontr¨® fue que ellos estaban tratando de cumplir con el protocolo establecido por el Gobierno regional, pero que no ten¨ªan material suficiente. A los pocos d¨ªas, Raquel confirm¨® sus peores temores: una de las auxiliares que hab¨ªa ido a su casa estaba de baja tras dar positivo por coronavirus.

Ese mismo 14 de marzo llam¨® para cancelar el servicio. Su madre, sin embargo, empez¨® a presentar s¨ªntomas unos pocos d¨ªas despu¨¦s. Tras permanecer medio mes ingresada en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz y dar positivo tambi¨¦n en Covid-19, Mar¨ªa falleci¨® dejando a su hija sola y con miedo de estar ella tambi¨¦n infectada. ¡°Lloro desesperada por acordarme de mi madre y de la forma en la que se ha ido¡±, dice Raquel.

En la capital, hay cerca de 10.000 auxiliares de ayuda a domicilio del Ayuntamiento. Se trata en su mayor¨ªa mujeres que cuidan, asean, limpian la casa y hacen la compra a personas mayores y dependientes. Su labor cobra estos d¨ªas a¨²n m¨¢s importancia, ya que en muchos casos se han convertido en el ¨²nico nexo de uni¨®n entre los usuarios, aislados por ser poblaci¨®n de riesgo, y un mundo del que han quedado apartados.

Una de estas profesionales es Beatriz, una mujer de 56 a?os que lleva 20 trabajando como auxiliar en el sur de la ciudad. Durante el confinamiento, los protocolos preventivos han eliminado los servicios de limpieza, pero siguen cuidando, aseando y haciendo la compra. Lo hizo hasta que una de las personas por las que vela empez¨® a presentar s¨ªntomas. ¡°Fui al m¨¦dico, le cont¨¦ que hab¨ªa estado expuesta y me dieron la baja¡±, recuerda. Despu¨¦s de unos d¨ªas aislada, termin¨® ingresada tras presentar tambi¨¦n importantes signos compatibles con el coronavirus. Tras casi dos semanas en el hospital, tiene claro el porqu¨¦ de su situaci¨®n: ¡°Tengo coronavirus porque la empresa en estos meses nunca nos ha protegido. Hemos sido la carne de ca?¨®n de esta pandemia¡±.

Desde el inicio de la crisis, se han dado de baja del servicio a petici¨®n propia 36.645 usuarios, seg¨²n datos del ¨¢rea de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid. ¡°Muchos se han dado de baja porque tiene miedo de ser contagiados, pero algunos no tienen ninguna persona que les pueda ayudar y se han visto obligados a permanecer en el servicio¡±, comenta Beatriz.

Hasta el 22 de abril, en Madrid hab¨ªa al menos 417 usuarios del servicio infectados por coronavirus y m¨¢s de 878 trabajadoras de plantilla de baja con s¨ªntomas, seg¨²n los datos de los delegados de prevenci¨®n de UGT de dos de las empresas que trabajan en la capital: Clece y Valoriza, filial de Sacyr. Asispa, la tercera en cuesti¨®n, no ha proporcionado cifras.

En la plantilla de Sacyr Social Valoriza hay 3.227 trabajadores, de los cuales 522 estaban a 22 de abril en aislamiento y 23 hab¨ªan dado positivo con coronavirus. La empresa ten¨ªa antes del estado de alarma 20.804 usuarios, que quedaron reducidos a 7.730 en dicha fecha. Entre ellos, en Sacyr tienen constancia al menos de 148 usuarios infectados por coronavirus. En el caso de empresa Clece, la plantilla tiene 3.820 trabajadores, 333 de ellos de baja por entonces. Atend¨ªan a 8.500 usuarios el 22 de abril, de los 28.000 de antes de la pandemia, y hab¨ªan registrado 269 positivos.

Seg¨²n el Ayuntamiento, las empresas del servicio de ayuda a domicilio tienen ya todo el material requerido por la normativa auton¨®mica. ¡°Las auxiliares cuentan con mascarillas ffp2, guantes y si est¨¢n en una casa donde ha habido contagiados o sospechas de ello, batas protectoras¡±, asegura un portavoz del Consistorio, que a?ade que se est¨¢ haciendo un seguimiento exhaustivo de los usuarios que han atendido las trabajadoras que est¨¢n de baja.

Entre las profesionales, sin embargo, existen muchas dudas de que el material adicional del que disponen para trabajar en una situaci¨®n tan delicada sea el adecuado. Las nuevas mascarillas, que solo han recibido algunas, no son las ffp2, sino que son mascarillas quir¨²rgicas que tienen una vida ¨²til mucho menor. Ya ha sido un paso adelante: antes, solo hab¨ªan recibido un n¨²mero insuficiente de mascarillas caseras. Las batas, por otra parte, han sido una donaci¨®n de la cadena de peluquer¨ªas Marco Aldany, como cont¨® EL PA?S, y est¨¢n fabricadas en una fina tela que ha llevado a que muchas opten por llevar sus batas de siempre. Con estas herramientas deben hacer lo posible por no ponerse en riesgo ellas ni a quienes cuidan, aunque, afirman, cada d¨ªa que pasa es m¨¢s dif¨ªcil.

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