Huecco, el m¨²sico que salv¨® a un barrio y sus pasteles
Con su gira parada por la pandemia, Iv¨¢n Sevillano, excomponente de Sugarless, decidi¨® rescatar la pasteler¨ªa Marimer, en Campamento, en un gesto que le ha convertido en el h¨¦roe del lugar que le vio crecer
Bienvenidos a Campamento. Bienvenidos a un barrio trabajador, a unas calles de trasiego, a un pu?ado de bloques de ladrillo visto, a un trozo de los setenta, a Latina, al l¨ªmite entre Alcorc¨®n y Pozuelo. Un rinc¨®n vivo, ¨¢gil, reflejo de una ciudad, Madrid, y de un pa¨ªs. Un lugar que estos meses refleja la tristeza de la p¨¦rdida, que se evidencia con colchones en la basura y en carteles de Se alquila en sus locales. Pero que tambi¨¦n alberga espacio para la esperanza y el renacimiento. As¨ª, casi como un milagro navide?o, se ha visto all¨ª el retorno de un s¨ªmbolo que durante unos meses se dio por perdido: la pasteler¨ªa del barrio, Marimer.
Establecido por un matrimonio en 1975 y gestionado por sus hijas los ¨²ltimos a?os, Marimer consigui¨® durante medio siglo ser punto de encuentro, ese sitio donde encargar las tartas, los pasteles de los domingos o el pan nuestro de cada d¨ªa. Pero a primeros de mayo, acabando la primera ola de la pandemia de coronavirus, una noticia impactaba al barrio. El establecimiento esquinero entre las calles de Villaviciosa y Galicia cerraba. Un trozo de papel, y algunos de sus empleados en redes sociales, lo anunciaban. La desolaci¨®n fue tal que su escaparate se llen¨® de carteles emotivos, recordando aquellas tartas, aquellos pasteles, aquellos momentos especiales que no se esperaba fueran a volver. Hasta que, en septiembre, volvi¨® la esperanza: Marimer reabrir¨ªa sus puertas.
¡°Parece que lo ha cogido Huecco¡±, murmuraban en el barrio, y era una realidad. Detr¨¢s de esa inversi¨®n y de los tres meses de rehabilitaci¨®n del local estaba efectivamente Iv¨¢n Sevillano, como se llama el vocalista de 46 a?os, con 15 a?os de carrera en solitario y otros 10 junto a la banda Sugarless. Tras siete meses de cierre, el 4 de diciembre y ¡°con mucho miedo¡± sub¨ªa la persiana de nuevo junto a su pareja, Laura Jim¨¦nez, encargada de llevar el d¨ªa a d¨ªa de mostrador, cafeter¨ªa y obrador.
A Sevillano la pandemia le pill¨® en plena gira ac¨²stica por Espa?a. Cuando vio venir lo que finalmente vino, a primeros de marzo, cancel¨® todo. ¡°Est¨¢s loco¡¯, me dec¨ªan. Pero no, es que lo estaba viendo, me sent¨ªa responsable¡±, relata ahora, en una mesa de la recoleta cafeter¨ªa. ¡°Soy un t¨ªo optimista, as¨ª que le dije a Laura: ¡®Vamos a ir mirando planes B¡±, r¨ªe. Al principio se centr¨® m¨¢s en Bolsa, inversiones... y se top¨® de bruces con la panader¨ªa de su barrio, ese al que nunca dej¨® de volver para visitar a sus padres siempre que las giras le daban cancha.
¡°El cuchillo en el cuello te hace ponerte las pilas, y yo vi que esta pandemia nos iba a parar, f¨¢cil, un a?o. Adem¨¢s, mi m¨²sica es de movimiento, festivalera¡±, reconoce. En plena pandemia cogi¨® ¡°la furgo de las giras¡± y se puso a repartir comida no perecedera (incluida alguna botellita de su aceite virgen extra, Cueva del Lobbo) a ancianos con pocos recursos. Y entonces le lleg¨® la revelaci¨®n. ¡°?Qu¨¦ me est¨¢s contando! Pues si hasta Marimer cierra...¡±, fue su primera impresi¨®n cuando se enter¨® de la noticia que conmocion¨® al barrio, pensando que el centro del mismo, donde descansa el local, quedaba hu¨¦rfano. Sigue sin saber del todo la raz¨®n de aquel adi¨®s. ¡°No lo s¨¦... Quer¨ªan hacer una reforma, pero estaban cansadas, lleg¨® la covid...¡±, recuerda. Sevillano y Jim¨¦nez presentaron un proyecto junto a un estudio de arquitectura y se llevaron el gato al agua. A la familia fundadora les encant¨® el planteamiento.
Anunciaron el regreso en septiembre y ejecutaron la obra en tres meses. El barrio no pod¨ªa esperar. Propusieron volver a los 11 despedidos; muchos de ellos aceptaron, encantados. ¡°Alguna gente pregunt¨® que por qu¨¦ no abr¨ªamos como estaba, pero para m¨ª es una cuesti¨®n de mejorar, y de respeto¡±, se reafirma. El retorno de Marimer beneficia a todos, desde a ellos o a esa docena de empleados ¡ªhan aumentado las contrataciones y creado una supervisora de calidad¡ª, hasta ¡°al pollero, a la joyer¨ªa¡±.
Ah¨ª fueron a parar los ahorros de una vida en la m¨²sica, las inversiones en Bolsa y el v¨¦rtigo. ¡°Todo el mundo nos dec¨ªa: ¡®Va a ir fenomenal, qu¨¦ valientes¡¯. Pero claro, es una cafeter¨ªa para 20 que se queda con un aforo de 11, hasta marzo la terraza va a estar cerrada...¡±, explica el m¨²sico, cuyas dudas quedaron r¨¢pidamente despejadas. ¡°Hubo colas desde el d¨ªa uno. Y much¨ªsima rotaci¨®n de p¨²blico. Ya no cerramos a mediod¨ªa, eso implica m¨¢s empleados, pero es que ?c¨®mo cerrar! ?Esto es otra cosa! Quer¨ªamos por fin ponerlo en valor, con el m¨¢ximo respeto, eso s¨ª¡±, cuenta feliz, bajo el grafiti realizado por Tato Repetto que representa a do?a Victoria y don ?ngel, los fundadores, que se emocionaron al verlo. Por eso volvieron con un local renovado, que llamara a un p¨²blico joven (por all¨ª pasan desde presentadores de televisi¨®n a arist¨®cratas o roqueros), pero que no perdiera a los mayores. ¡°Era mi mayor miedo. Y tenerlos aqu¨ª me llena de ilusi¨®n¡±.
Sevillano pone en valor que lo importante ya estaba all¨ª: ¡°Producto gourmet¡±. Y sigue est¨¢ndolo; han recuperado a sus cuatro maestros pasteleros que trabajan en su propio obrador, a 20 metros. ¡°Ya s¨¦ c¨®mo se hacen las cosas¡±, afirma, ¡°se usan las mejores mantequillas para los mejores cruasanes. La mejor nata¡±. De ah¨ª la fama de su rosc¨®n de Reyes, y sus infinitas colas esta semana: han hecho 1.200 en dos semanas y tienen 300 encargos para este d¨ªa 6. Calma: lo mantienen hasta marzo. Su apuesta es ir a m¨¢s; por ejemplo, es el ¨²nico establecimiento de Madrid que cuenta con un caf¨¦ de Jamaica llamado Blue Mountain. ¡°Quien lo conoce entiende que una taza cueste cinco euros, porque en Londres vale 15. Otros dicen que es imprudente. Yo digo: ?Pues ya lo conocer¨¢n!¡±, afirma, siempre optimista.
Tres son las palabras que m¨¢s repite: pasi¨®n, cari?o y respeto. Y cuando regrese la m¨²sica, los conciertos, ?qu¨¦ va a ser de este cantante reconvertido en panadero? ¡°Que la recibir¨¦ como un regalo¡±. El suyo, el que le ha dado a un barrio al que ha devuelto la alegr¨ªa, ya es imparable.
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