Los alumnos de 14 y 15 a?os sufren la pandemia: un 20% m¨¢s de suspensos en el primer trimestre

Vuelven las clases presenciales. Despu¨¦s del par¨®n obligado por Filomena y de unas Navidades largas, el 98,4% de los alumnos de la regi¨®n retoma hoy la normalidad, la de antes del temporal, en sus centros educativos. Seg¨²n la Administraci¨®n regional, solo 43 de los 2.550 no abren sus puertas este mi¨¦rcoles por diferentes incidencias. Atr¨¢s quedan diez d¨ªas de educaci¨®n online para todos los niveles y unos resultados preocupantes del primer trimestre: los alumnos de tercero de la ESO, sujetos a la semipresencialidad, han sacado peores notas que en a?os prepand¨¦micos, con un 20% m¨¢s de suspensos.

Cuando comienza un nuevo curso hay algo que se repite todos los a?os: la preocupaci¨®n por los alumnos de 3? de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO). ¡°Tranquilos, hay que tom¨¢rselo con paciencia¡±, pide a los padres Esteban ?lvarez, director del instituto Sierra de Guadarrama y presidente de la asociaci¨®n de centros de secundaria (Adimad). Paciencia y perseverancia, les repite. 14 y 15 a?os. Los alumnos se instalan en la archiconocida edad del pavo, de la que poca gente se libra, las hormonas dominan el car¨¢cter, la vida social ¡ªy las redes sociales¡ª pasan a un primer plano, la familia a un segundo y los estudios, entre risas tontas y las primeras rupturas amorosas, sufren las primeras hecatombes importantes. Este curso, el primero que se ha iniciado en mitad de una pandemia, no ha sido una excepci¨®n, solo que la semipresencialidad impuesta en determinados niveles educativos por el coronavirus ha potenciado el desastre: en el primer trimestre, los suspensos entre los alumnos de tercero han aumentado entre un 15% y un 20%, seg¨²n datos de Adimad tras la primera evaluaci¨®n. ¡°Estamos muy preocupados¡±.

Sonia F. L. lo ejemplifica perfectamente. Escucha cada d¨ªa a la ni?a re¨ªr a carcajadas dentro de su cuarto que, por supuesto, est¨¢ cerrado a cal y canto. La ni?a, en realidad, ya no es una ni?a. La adolescencia se ha apoderado de ella en todo su esplendor y la madre, de 49 a?os, dice que ya no la reconoce. ¡°Menudo car¨¢cter le ha salido. Le pregunto que qu¨¦ pasa y parece que est¨¢ guardando el secreto de los papeles del Pent¨¢gono¡±, bromea, entre la desesperaci¨®n y la comprensi¨®n. Marta, la ni?a de 14 a?os que ya no es ni?a, ha suspendido por primera vez Matem¨¢ticas, Biolog¨ªa e Ingl¨¦s y ha sacado un cinco raspado en otras dos asignaturas. Las notas, que llegaron el 22 de diciembre a casa como una bomba, han bajado en general, ¡°y lo peor de todo es que no le da importancia. Te juro que no la reconozco¡±.

La adolescencia es una etapa en la que los factores socio-emocionales, afectivos y de referencia cobran una importancia primordial y median en todos los procesos cognitivos que, por otra parte, han evolucionado cuantitativa y cualitativamente a esa edad, seg¨²n explica Marta Delgado, orientadora educativa en el instituto Juana de Castilla. ¡°Tambi¨¦n es una etapa que se caracteriza por la b¨²squeda de la propia identidad, en la que de nuevo lo emocional tiene un papel fundamental y los procesos de socializaci¨®n fuera de la familia cobran relevancia¡±, a?ade Delgado.

V¨ªctor Cuevas, orientador del instituto Joaqu¨ªn Araujo, se reafirma en la idea de que los chicos se enfrentan, adem¨¢s, al curso m¨¢s complicado de Secundaria, ¡°es el Rubic¨®n, el gran hito de esta etapa porque los contenidos empiezan a ser m¨¢s abstractos y cient¨ªficos¡±. A eso, a?ade, se le une el c¨®ctel perfecto: la edad, las hormonas. Ellas, por lo general, empiezan a crear v¨ªnculos muy estrechos con sus amigas, se fijan en chicos mayores, empiezan relaciones amorosas y se centran, mucho, en las redes sociales. Ellos, m¨¢s preocupados por los deportes, las actividades y las chicas, aunque las de su edad, las que ya no les hacen caso. ¡°Por lo general suelen ser chicos con muy buena energ¨ªa, buen rollo, optimistas, no piensan todav¨ªa en el futuro, solo en el momento. Y para eso, para desarrollarse intelectualmente y emocionalmente, ir al lugar donde socializan, que es el instituto, es clave. Porque a distancia les cuesta mantener el ritmo de estudio, no est¨¢n lo suficientemente maduros todav¨ªa¡±, analiza Cuevas.

Fracaso

La barrera que separa el ¨¦xito del fracaso tiene muchas aristas, y una, seg¨²n los expertos, se encuentra en el aula. Ante la pandemia, el Gobierno de la Comunidad de Madrid inici¨® el curso en el denominado escenario dos, es decir, en el que contemplaba la semipresencialidad a partir de tercero de la ESO, lo que significa que los alumnos acuden a los centros entre una tercera parte y la mitad del horario. Y con esa semipresencialidad, lleg¨® el caos.

¡°Es muy complicado controlar a los alumnos que no est¨¢n en clase y m¨¢s a esas edades¡±, admite ?lvarez, que dice que los que cursan Bachillerato, m¨¢s mayores, ¡°se han centrado m¨¢s y no han tenido resultados tan malos¡±. ¡°El problema que nos encontramos ahora es la desmotivaci¨®n, que se descuelguen, es complicado¡±, lamenta el director.

Los n¨²meros previos a la pandemia reflejan una realidad que no es nueva: el mayor porcentaje de alumnado repetidor en la ense?anza obligatoria se da en tercero de la ESO (10,5%), seg¨²n el informe Sistema Estatal de Indicadores de la Educaci¨®n 2020 del Ministerio de Educaci¨®n que aporta datos del curso 2017-18 a nivel nacional y que muestra que Madrid cumple con esa regla (10,3%).

Ahora, al retraso que supone estudiar un curso en plena pandemia se le ha unido Filomena, a?ade Cuevas: ¡°Esto s¨ª est¨¢ siendo la tormenta perfecta¡±.