Ca?a, pincho de tortilla y teatro en Off-Arganzuela

¡°Texto, texto, texto¡­ Vamos, sigue¡±. Carlota Calvi?o, sentada frente al escenario, hace indicaciones a uno de los actores que ensaya antes del estreno de Santa Juana de los Mataderos, obra de Bertolt Brecht de 1932. El actor se atasca con una frase, pero prosigue como le se?ala la directora, que hace tambi¨¦n la funci¨®n de profesora. De repente, suena m¨²sica sugerente y los m¨¢s de diez actores y actrices, que se juntan alrededor de una amplia mesa rectangular, se agitan en sus sillas, se levantan, se contonean en modo lascivo, se detienen y se ponen a hablar del valor del dinero. Todos act¨²an, pero tambi¨¦n han participado en las ideas que quieren incluir en una obra de uno de los maestros del teatro del siglo XX para acercarla a nuestros d¨ªas. Carlota es profesora de la compa?¨ªa Grumelot y los actores son alumnos del curso de formaci¨®n regular que, ¡°desde la participaci¨®n y el compromiso con el teatro¡±, ofrece anualmente la Escuela de Artes Esc¨¦nicas de Nave 73, una de las salas alternativas m¨¢s importantes de Madrid.

Ubicada en la calle Palos de la Frontera, Nave 73 lleva abierta desde el 1 mayo de 2013, cuando estrenaron L¨ªnea de flotaci¨®n, una especie de f¨¢bula de teatro f¨ªsico. Desde entonces, esta sala, que cuenta con una cafeter¨ªa coqueta y se caracteriza por su largo pasillo de entrada, se ha erigido como ¡°un lugar polivalente para la explosi¨®n creativa¡±, en palabras de ?lvaro Moreno, uno de los cuatro socios fundadores de Nave 73, donde no solo se programa, sino que tambi¨¦n se ense?a a actuar y a dirigir con un Master de Direcci¨®n Esc¨¦nica. Como este centro, hay m¨¢s de una decena en Arganzuela, un territorio tradicionalmente obrero que ha ido acogiendo poco a poco gente proveniente de la nuez urbana de la ciudad.

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Una escuela para explorar todas las posibilidades del teatro

El distrito, antiguo coraz¨®n industrial y ferroviario de Madrid de comienzos del siglo XX, es hoy una zona referente para el mundo de la interpretaci¨®n gracias a un reguero de salas que apuestan por la ruptura de los lenguajes esc¨¦nicos. Salas como Estudio 2 Manuel Galiana, abierta por el actor Manuel Galiana, Medalla de Oro al M¨¦rito en Bellas Artes y Premio Nacional de Teatro, bajo el amparo de su compa?¨ªa, Martes Teatro. O La Encina, una sala que, dirigida por Paco S¨¢enz, apuesta por una programaci¨®n lorquiana. O Plot Point, espacio que recibe con el grafiti de un Shakespeare con nariz de payaso y cuyo lema es: ¡°No hagas teatro para teatristas¡±.

Es un lema que bien podr¨ªa ser se?a de identidad del resto de la escena teatral del barrio. Un barrio que bien podr¨ªa llamarse Off-Arganzuela, en un gui?o al Off-Broadway, t¨¦rmino con el que se conoce a las obras y funciones alternativas y experimentales fuera del circuito comercial de los grandes teatros de Nueva York. Con su vida de barrio madrile?o de toda la vida, donde conviven ferreter¨ªas, fruter¨ªas, carnicer¨ªas, mercer¨ªas y todo tipo de peque?os comercios con bares castizos de caf¨¦ en vaso, pincho de tortilla, bocadillos grasientos y ca?a sin posibilidad de IPA y otras moderneces, Arganzuela goza de una amplia red de teatros y compa?¨ªas independientes convirtiendo a este distrito en una gran ruta teatral. ¡°Cuarta Pared ha sido muy importante para generar un movimiento en esta zona, desplazando a la escena del centro de la ciudad a este barrio¡±, confiesa Carlota Calvi?o. Fundada en 1985 por un colectivo de artistas, Cuarta Pared es un referente del teatro contempor¨¢neo espa?ol, gracias a su labor de experimentaci¨®n e investigaci¨®n. Bajo su estela, pilotan salas como las ya citadas u otras de la zona tan interesantes como Lagrada, La Usina, Residui, La Belloch, La caja del terror y Mayko.

?lvaro Moreno afirma que Arganzuela es como ¡°una Gran V¨ªa del alternativo¡±, un territorio donde el teatro es abundante y variado, pero, sobre todo, m¨¢s libre y arriesgado porque quiz¨¢ no hay tanto que perder como en las grandes salas comerciales. Un teatro que busca trascender y ¡°cambiar el futuro¡± con todo tipo de experimentos. Sin mucho presupuesto, pero con mucho arrojo y creatividad. ¡°Cada sala llama a otra con sus creaciones y crea el efecto ola¡±, se?ala.

Teatro libre y experimental, pero tambi¨¦n currante, m¨¢s ahora que pasan por meses duros por la pandemia. En este Off-Arganzuela, los due?os y socios de las salas hacen de todo, m¨¢s all¨¢ de programar, actuar y producir espect¨¢culos: limpian, llevan la contabilidad, se ocupan de las luces, pintan las paredes, se encargan de la comunicaci¨®n e incluso atienden mesas de sus cafeter¨ªas. Es lo que hace Moreno en Nave 73, sirviendo caf¨¦s y t¨¦s, mientras habla de c¨®mo le dio ¡°una vuelta al coraz¨®n¡± abrir esta sala en la que ejerce de director creativo y gestor.

Los alumnos siguen ensayando para el estreno de Santa Juana de los Mataderos, previsto para el 30 de marzo. Cuando acaben algunos ir¨¢n a las terrazas de los bares cercanos ¡°a picar algo y tomar unas cervezas¡±. Son generosos en sus tapas y ofrecen la posibilidad de sentirse dentro de un barrio de verdad y no un decorado.