Cientos de miles de recetas caducadas saturan a¨²n m¨¢s la sanidad madrile?a
Los pacientes con dolencias cr¨®nicas deben ir al m¨¦dico para renovar su medicaci¨®n al concluir la pr¨®rroga autom¨¢tica que se adopt¨® por la pandemia
Miguel ?ngel ?lvarez entr¨® la semana pasada a su farmacia, en Villaverde, como ha entrado docenas de veces. Iba a por su medicaci¨®n, como ha ido docenas de veces.
¨CTiene la receta electr¨®nica caducada, le dijo la farmac¨¦utica.
¨C?C¨®mo que caducada? ?Qu¨¦ ha pasado?
Lo que ha ocurrido es que las recetas ya no se renuevan de manera autom¨¢tica, algo que la Comunidad habilit¨® de manera extraordinaria durante la pandemia. Con la llegada del virus, la atenci¨®n primaria colapsada y sometida a una reorganizaci¨®n expr¨¦s ¡ªque supuso el cierre de decenas de centros¡ª, y el confinamiento de la poblaci¨®n, la Consejer¨ªa de Sanidad decidi¨®, como hicieron muchas autonom¨ªas, que las prescripciones se prorrogaran autom¨¢ticamente. Lo hizo el 17 de marzo de 2020, para evitar que los ciudadanos tuviesen que ir a los centros de salud y minimizar el riesgo de contagio, y para asegurar la medicaci¨®n continuada que necesitan, sobre todo, los pacientes cr¨®nicos, aquellos que tienen una o varias afecciones de larga duraci¨®n (m¨¢s de seis meses) y con una progresi¨®n generalmente lenta, seg¨²n los define la OMS.
El problema est¨¢ comenzando a afectar a cientos de miles de madrile?os, que tendr¨¢n que pedir cita a su m¨¦dico para una revisi¨®n y la correspondiente prescripci¨®n de las recetas. Esta afluencia de enfermos cr¨®nicos con sus recetas caducadas ser¨¢ la vuelta de una carga para los centros de salud. En Madrid, en 2019, hab¨ªa 1.114.948 pacientes con hipertensi¨®n arterial, 1.164.727 con hipercolesterolemia, 401.420 con diabetes y 141.701 con cardiopat¨ªa isqu¨¦mica, entre otros cr¨®nicos, seg¨²n las cifras de la ¨²ltima memoria del Sistema Madrile?o de Salud, que no son un dato global ¨²nico porque estos pacientes pueden tener varias patolog¨ªas cr¨®nicas concomitantes.
Jes¨²s Germ¨¢n, t¨¦cnico en una farmacia del barrio de Salamanca, indica que esa circunstancia excepcional ¡°ha terminado y ahora tienen que llamar al m¨¦dico para que les valoren si les renuevan o no la medicaci¨®n, que es lo normal¡±. El ¡°problema¡±, dice ?lvarez, es ¡°justo ese¡±: ¡°Llam¨¦ a mi centro de salud de El Espinillo la semana pasada y me daban cita para el 24 de junio, luego me quej¨¦ y me la adelantaron para el 17, pero no dejan de ser tres semanas¡±, cuenta este hombre de 75 a?os. Fueron cuatro para Mar¨ªa Jim¨¦nez, que tiene 92. Su nieto, V¨ªctor Jim¨¦nez, intent¨® cogerle cita por tel¨¦fono en el centro de salud Guayaba el 13 de mayo: ¡°Llam¨¦ durante todo el d¨ªa y fue imposible contactar. Lo intent¨¦ por la aplicaci¨®n y me encontr¨¦ con que no hab¨ªa ninguna cita presencial ni ampliando el rango a tres meses. La telef¨®nica, la m¨¢s pr¨®xima, era para el 8 de junio. Es demencial¡±.
La situaci¨®n en la que se encuentra la atenci¨®n primaria en la Comunidad es la de un sistema con una carencia estructural de 1.800 profesionales entre enfermer¨ªa y medicina de familia, a lo que se suman en este a?o de crisis sanitaria 574 plazas de m¨¦dicos de cabecera y 150 de pediatr¨ªa sin cubrir. Y soporta alrededor de un 25% m¨¢s de pacientes por profesional en enfermer¨ªa que la media espa?ola; un 39% m¨¢s en auxiliares de enfermer¨ªa y un 17% m¨¢s en auxiliares administrativos, seg¨²n un informe de UGT con datos del ministerio de finales de 2019.
Un problema de recursos
¡°Ese es el problema¡±, subraya Vicente Baos, m¨¦dico de familia en un centro en Collado Villalba, ¡°de recursos, pero no el hecho de que los pacientes tengan que volver a consulta, que es como ha de ser¡±. Explica que la revisi¨®n de estos enfermos, de los medicamentos que toman y c¨®mo los toman o los an¨¢lisis son habituales y necesarios, ¡°es como tiene que ser¡±. A?ade que ¡°la excepcionalidad¡± ha sido este ¨²ltimo a?o por la covid. Y que las prescripciones a los cr¨®nicos ¡°ya tienen habitualmente una vigencia m¨¢xima de un a?o¡±: ¡°A m¨ª me parece demasiado tiempo, y caduca cuando toca, depende de cuando se haya iniciado¡±.
La diferencia: ¡°Sin esta situaci¨®n los pacientes vienen m¨¢s, los vemos m¨¢s y los controlamos m¨¢s, pero as¨ª ha sido imposible¡±. Por eso, todos aquellos a los que la receta electr¨®nica les caducaba en mayo, que es cuando ha finalizado esa renovaci¨®n autom¨¢tica, se han encontrado con que al ir a recogerlas, ya no estaban disponibles. Aunque, ahonda Baos, ¡°tambi¨¦n los pacientes tienen que ser responsables de estar pendientes de su propio tratamiento, algo que facilita mucho la Tarjeta Sanitaria Virtual [la aplicaci¨®n para m¨®viles de la Comunidad en la que, entre otras cuestiones, aparece la medicaci¨®n disponible y su vigencia]¡±.
La Consejer¨ªa de Sanidad no ha ofrecido datos sobre cu¨¢ntas de esas prescripciones han perdido su validez este mes de mayo, pero de marzo a junio del pasado a?o, seg¨²n una nota de prensa de la propia administraci¨®n, se visaron ¡°de forma autom¨¢tica m¨¢s de 130.000 prescripciones en la Comunidad de Madrid¡± y sin que se detectaran incidencias. Un c¨¢lculo basado en ese dato, arroja una cifra de m¨¢s de medio mill¨®n de recetas desde el comienzo de la pandemia.
?Sobrecarga para los m¨¦dicos? Salvador Casado, especialista en un centro de Soto del Real, asegura que no ¡°por igual para todos¡±. ?l, por ejemplo, puede dar cita incluso en el d¨ªa o al d¨ªa siguiente, ¡°pero en los que est¨¢n achuchados eso es imposible¡±. Dice que han estado ¡°con este tema cubierto¡±, pero ahora ¡°empiezan a llover y se van acumulando¡±. Es un ¡°suma y sigue¡± al que tambi¨¦n hace referencia Baos: ¡°Lo de siempre, yo tengo un cupo de 2.000 pacientes y la media de paciente atendido son entre ocho y diez veces al a?o, cualquiera puede hacer el c¨¢lculo de cu¨¢ntos pacientes y cu¨¢ntas veces los tengo que ver¡±.
La ayuda de las farmacias
121.069.610 envases de medicamentos, ese es el n¨²mero que dispensaron las farmacias en Madrid en 2019, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Comunidad. De ellas, el 90,25% eran prescripciones de primaria. El trabajo de estos locales con sus clientes, a los que conocen, est¨¢ siendo parte de la soluci¨®n para los cr¨®nicos a los que les est¨¢ afectando estas semanas la supresi¨®n de la renovaci¨®n autom¨¢tica de la receta electr¨®nica. Un farmac¨¦utico del centro de la capital que prefiere el anonimato porque no es el titular de la botica, cuenta que ¡°hacen lo que pueden": ¡°No se puede dejar a esas personas sin su medicaci¨®n, as¨ª que se la damos, la pagan y les pedimos que cuando la tengan renovada, vuelvan y lo arreglamos¡±.
Esto va un poco m¨¢s all¨¢ cuando los medicamentos tienen precios elevados. Dice Miguel ?ngel ?lvarez, de 75 a?os y uno de los que ha visto caducada su receta electr¨®nica, que ¨¦l tiene una pensi¨®n ¡°alta¡±, pero que ¡°no todos tienen la misma, ni todo el mundo cobra lo mismo si est¨¢ trabajando¡±. Mar¨ªa Justicia, m¨¦dica de familia y miembro de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos y Titulados Superiores, explica que hay ¡°medicaci¨®n muy barata, pastillas de las diabetes de tres euros, y otras para hipertensos que pueden ser 40 o 50¡±. Algo que puede suponer un problema para aquellos ¡°que no se puedan permitir medicamentos con ese coste¡±, a?ade.
Asegura que desde los centros de salud aligeran ¡°por encima de sus posibilidades¡±, que la vuelta de estos pacientes es una ¡°bendici¨®n¡± porque significa que la situaci¨®n no es la de hace un a?o, pero que ha habido "un abandono¡± durante un a?o que es imposible recuperar en poco tiempo: ¡°No porque no quer¨ªamos sino porque no pod¨ªamos, no podemos, la poblaci¨®n quiere y necesita una atenci¨®n como la de antes y no se puede dar. No tenemos manos¡±.
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