El apoyo popular le da el ¨²ltimo empuj¨®n al nuevo Ateneo la Maliciosa
La microfinanciaci¨®n al proyecto del nuevo centro social, pol¨ªtico y cultural ha recaudado m¨¢s de 30.000 euros en un mes
La ¨²nica Maliciosa de Madrid ha sido durante siglos aquel pico emblem¨¢tico de la Sierra de Guadarrama, que sobresale con su perfil inconfundible. Desde este a?o, sin embargo, compartir¨¢ nombre con un nuevo espacio social, pol¨ªtico y cultural en el distrito de Arganzuela, a unos pasos de la glorieta de Embajadores. La librer¨ªa y editorial Traficantes de Sue?os se ha aliado con Ecologistas en Acci¨®n y la Fundaci¨®n de los Comunes, un laboratorio de ideas de los movimientos sociales, para impulsar el Ateneo la Maliciosa, un espacio de encuentro alternativo y un refugio para los grupos comunitarios de la ciudad. Tras el retraso en las obras a ra¨ªz de una inundaci¨®n por el paso de la borrasca Filomena, una campa?a de microfinanciaci¨®n en l¨ªnea ha recaudado m¨¢s de 35.000 euros con unas 500 aportaciones de entre 10 y 500 cada una en apenas un mes. Eso es m¨¢s que un 150% del objetivo, y todav¨ªa faltan unas semanas para que se cierre el portal. Cuando parec¨ªa que el final de un proyecto que llevaba a?os coci¨¦ndose se complicaba, el apoyo de gente de toda Espa?a le ha dado el ¨²ltimo empuj¨®n.
El presupuesto total, que todav¨ªa no se ha cerrado dados los imprevistos, ha superado el mill¨®n de euros para comprar el local y readecuarlo completamente, explica una de las cabezas del proyecto, Fern¨¢n Chalmeta, de Traficantes de Sue?os. ¡°Ha sido un salto al vac¨ªo para unas organizaciones independientes como las nuestras, pero todo lo hemos hecho desde la econom¨ªa social¡±, a?ade. Hubo tres fuentes principales de financiaci¨®n inicialmente. Por un lado las aportaciones que cada organizaci¨®n pudo hacer, por otro lado donaciones que se pidieron a todo el entorno donde se relacionan, y finalmente un cr¨¦dito a una entidad financiera cooperativa cuyo objetivo es financiar proyectos sociales.
La ¨²ltima etapa, la colecta por internet, la lanzaron el pasado 12 de mayo. ¡°Lo bueno de este tipo de financiaci¨®n es que ratifica el apoyo del entorno a proyectos como este en todo el pa¨ªs, pues nos han aportado personas de todas partes¡±, se?ala Chalmeta. Estos fondos ser¨¢n utilizados para costear el final de las obras, los acabados y ¡°vestir¡± el sal¨®n de actos con toda la tecnolog¨ªa que un espacio polivalente requiere actualmente.
Serlinda Vigara, que forma parte del grupo ecologista desde 2015 y actualmente es portavoz del proyecto desde esta asociaci¨®n, tambi¨¦n valora especialmente el apoyo que han recibido desde dentro y fuera de Madrid por el impacto que puede tener. ¡°Este es un proyecto pol¨ªtico, social y cultural que tiene una repercusi¨®n directa en la ciudad. Cuando vemos que hay inter¨¦s desde otras partes tambi¨¦n esperamos que sea una cosa que se puede replicar y que inspire¡±.
Aunque en este momento est¨¢n todav¨ªa en obras en el antiguo gimnasio de 800 metros cuadrados, la ilusi¨®n de Ecologistas en Acci¨®n y Traficantes de Sue?os por tener un espacio m¨¢s grande para organizar actividades ambiciosas y recibir otros colectivos, surgi¨® hace unos a?os. ¡°Quer¨ªamos aportar otro tipo de espacio para generar un pensamiento diferente; un lugar de socializaci¨®n que no fuera mercantilista, donde se pueda estar de una manera distinta en la ciudad¡±, explica Vigara, que llev¨® durante dos a?os el equipo que se dedicaba a colaborar con movimientos fuera del ¨¢rea estrictamente medioambiental.
Ahora la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de espacios para aportar lo que las administraci¨®nes no cubre. Adem¨¢s, los acontecimientos recientes alrededor de los movimientos sociales comunitarios en la ciudad de Madrid, como el desalojo del Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA) o la Casa de Cultura de Chamber¨ª, le ha dado una mayor urgencia al proyecto. ¡°Hay un deseo y una necesidad pues el gobierno ha tenido la punta de lanza sobre este tipo de din¨¢micas y espacios sociales. Por eso nosotras apostamos por crear una especie de refugio social y cultural que no dependa de que el gobierno de turno te desaloje, porque en eso dan igual los colores¡±. Tambi¨¦n hacen hincapi¨¦ en que un lugar as¨ª adem¨¢s podr¨¢ hacer frente a los efectos de la especulaci¨®n inmobiliaria y gentrificaci¨®n de la zona.
Tanto la arquitectura como la construcci¨®n se ha hecho a trav¨¦s de cooperativas, lo cual ha mantenido el proceso entero en l¨ªnea con los ideales de las organizaciones que conforman el proyecto. Asimismo, todas las obras que se han hecho siguieron las ¨²ltimas tendencias en construcci¨®n ecol¨®gica, como el doble aislamiento ac¨²stico y de calor.
El sal¨®n de actos, que tendr¨¢ un aforo de 140 personas cuando pasen las restricciones sanitarias por el coronavirus, es el elemento alrededor del cual gira el proyecto, pero la Maliciosa albergar¨¢ tambi¨¦n unas cuantas aulas, las oficinas de las organizaciones y una nueva librer¨ªa de Traficantes de Sue?os. Cuando finalmente abran, en oto?o, en el Ateneo la Maliciosa se dar¨¢n charlas y talleres, se celebrar¨¢n eventos culturales, se mantendr¨¢n las puertas abiertas para cualquier grupo que tenga una propuesta y se le dar¨¢ un respiro a los movimientos sociales en un a?o en el que se han visto obligados a cerrar varios lugares de encuentro emblem¨¢ticos de la ciudad.
UN HOMENAJE OCULTO EN EL NOMBRE
La Maliciosa es un nombre provocativo, un gui?o a todos aquellos que sospechan de los movimientos sociales que lo impulsan. Sin embargo, el nombre esconde un homenaje a Mariano Gonz¨¢lez Tejada, un compa?ero de Ecologistas en Acci¨®n, alpinista entusiasta, que falleci¨® en 2018 haciendo una ruta en Picos de Europa. La Maliciosa era una de sus monta?as favoritas de la sierra de Madrid y ahora tambi¨¦n es un lugar para su recuerdo.
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