?rboles urbanos
El gran ¨¢rbol por antonomasia y la especie m¨¢s plantada en el viario madrile?o es el pl¨¢tano de sombra (¡®Platanus x hispanica¡¯), inconfundible por su corteza de camuflaje y sus hojas palmeadas
Este pasado invierno, Madrid se llen¨® de dolor y de tristeza al descubrir el castigo desmesurado que la nieve caus¨® a tantos ¨¢rboles. Puede que muchos, por primera vez, sintieran l¨¢stima por ver sufrir a estos seres vivos. Ese da?o lo padecieron especialmente las especies de hoja perenne. Pinos pi?oneros (Pinus pinea) y aligustres (Ligustrum lucidum) fueron de las m¨¢s damnificadas. Permanecen en el recuerdo las im¨¢genes de las calles del centro de la ciudad con esos aligustres abatidos como soldaditos de plomo, tumbados, mostrando una desolaci¨®n opuesta a aquella alegr¨ªa infantil que nos invadi¨® por ver la ciudad blanca y et¨¦rea.
Gran parte de aquellos que lamentaron esa desgracia ya habr¨¢n vuelto a olvidar a nuestros compa?eros silenciosos, los ¨¢rboles. Los que fueron heridos en la guerra helada van resta?ando sus heridas lentamente y los aligustres se han llenado de brotes. Aunque muchos han perdido la arquitectura de ramas y ramillas que nos daban sombra, luchan por alimentar una brotaci¨®n de emergencia que les haga recuperar todo lo perdido. As¨ª de din¨¢micas son muchas de estas especies.
Pongamos cara a un par de peque?os ¨¢rboles que nos acompa?an en las v¨ªas p¨²blicas, para valorar su funci¨®n en las calles. Encontrarlos puede ser un buen motivo para recorrer con nuestra mirada, de una forma m¨¢s consciente, el legado verde de la ciudad. Adem¨¢s, son dos ¨¢rboles que comparten origen, ya que ambos provienen de Oriente.
Desde Oriente
El gran ¨¢rbol por antonomasia y la especie m¨¢s plantada en el viario madrile?o es el pl¨¢tano de sombra (Platanus x hispanica), inconfundible por su corteza de camuflaje y sus hojas palmeadas. En menor cantidad, pero tambi¨¦n entre las 10 especies m¨¢s usadas, aparece el mencionado Ligustrum lucidum. Es un arbolito que ha mantenido el nombre vulgar de aligustre del Jap¨®n en jardiner¨ªa, pero que realmente se trata de una especie que proviene de China y Corea. As¨ª que ser¨ªa m¨¢s apropiado denominarlo aligustre de China. Es un pariente del olivo (Olea europaea), y ambos coinciden en su resistencia a las podas, a los trasplantes y a otras muchas situaciones de estr¨¦s.
El aligustre luce ahora su momento m¨¢s est¨¦tico del a?o, junto con el de la brotaci¨®n de nuevas hojas, ya que est¨¢ en plena floraci¨®n
El aligustre luce ahora su momento m¨¢s est¨¦tico del a?o, junto con el de la brotaci¨®n de nuevas hojas, ya que est¨¢ en plena floraci¨®n. Su aroma tenue sobrevuela la cabeza de los viandantes, mezclado con el humo de los veh¨ªculos. Estas semanas es f¨¢cil identificar esta especie, cubierta de inflorescencias de color crema, que destacan sobremanera por encima de sus hojas ovales de un verde oscuro brillante. Su tronco es liso y con una tonalidad de un ocre gris¨¢ceo. Si se quiere ver lo que significa la soledad hecha ¨¢rbol, no hay m¨¢s que asomarse a la plaza de Callao. All¨ª, el ¨¢rbol m¨¢s grande es un aligustre aislado, que permanece en pie a pesar de Filomena, aunque bastante da?ado.
Otra de las especies arb¨®reas que m¨¢s encontramos en las calles de la ciudad es el jabonero de la China (¡®Koelreuteria paniculata¡¯), que en su pa¨ªs de origen es plantado en templos y palacios, y de cuyas hojas se extrae un tinte azul
Otra de las especies arb¨®reas que m¨¢s encontramos en las calles de la ciudad es el jabonero de la China (Koelreuteria paniculata), que en su pa¨ªs de origen es plantado en templos y palacios, y de cuyas hojas se extrae un tinte azul. Pertenece a la misma familia que el lichi (Litchi chinensis), la fruta oriental rojiza y de pulpa blanca tan ligada a la gastronom¨ªa china. El jabonero, al igual que el aligustre, es capaz de resistir adversidades de todo tipo: espacios muy reducidos para sus ra¨ªces, suelos contaminados y mal aireados, podas severas, agresiones mec¨¢nicas¡ Ahora est¨¢ tambi¨¦n en flor, aunque actualmente un buen n¨²mero de ejemplares luce sus frutos con forma de farolillo. Su nombre com¨²n obedece a la presencia de saponinas, unas mol¨¦culas que se comportan como el jab¨®n.
Para comprobarlo, podemos recurrir a sus hojas. Si las machacamos y las masajeamos muy bien sobre la palma de la mano, humedecidas con un poco de agua, veremos c¨®mo se crea una espuma ligera que muestra el contenido en saponinas. De hecho, del aceite extra¨ªdo de sus semillas se fabrica jab¨®n. Si encontramos esta planta en flor, merece la pena que escudri?emos sus inflorescencias, ligeramente fragantes. Cada una de las flores que la componen alberga multitud de detalles, empezando por un amarillo con un tono vivo muy agradable. Cuando la flor est¨¢ madura, en la base de los p¨¦talos aparece un lunar de color rojizo anaranjado muy llamativo, cuya funci¨®n es atraer a los insectos polinizadores, como abejas y abejorros. Y puede que tambi¨¦n a nosotros.
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