Quince a?os esperando al tren: ¡°Somos el da?o colateral de una pelea de pol¨ªticos y constructoras¡±
Cientos de miles de vecinos aguardan desde 2007 el tren de M¨®stoles a Navalcarnero, una obra sin terminar por la que Madrid quiere pagar 162 millones


Lo que queda del tren que deb¨ªa unir M¨®stoles con Navalcarnero es como el inmenso esqueleto de una serpiente mitol¨®gica. El cascabel de la cola es el t¨²nel que un d¨ªa horad¨® una tuneladora y al siguiente se tapi¨® con cemento. La columna vertebral son los kil¨®metros de tierra vaciada para dejar sitio a la v¨ªa, convertidos ahora en una senda asilvestrada que hollan perros, viandantes y ciclistas. La cabeza son las estaciones sin terminar, cemento sobre cemento, y grafiti sobre grafiti. ¡°(...) pol¨ªticos¡±, se lee en una pintada convertida en la queja muda que resume lo que pasa en este barrio de Navalcarnero: los vecinos se mudaron atra¨ªdos por la promesa de que un tren unir¨ªa su barrio con Madrid, lanzada por Esperanza Aguirre con el gancho de que dar¨ªa servicio a 225.000 personas, y casi quince a?os despu¨¦s siguen esperando. En medio, han visto c¨®mo el gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso decid¨ªa pagar 162 millones a la constructora por una obra inacabada. Y no se lo pueden creer.
¡°Nosotros ya hemos pagado. Todos. Y volver a pagar otra vez porque ellos son torpes, es una pena¡±, lamenta Iv¨¢n sobre ese pago que no implica finalizar la obra, y que prolonga los que ya se hicieron cuando arranc¨® el proyecto, adjudicado en 2007 a OHL por m¨¢s de 300 millones. ¡°Somos un da?o colateral de una pelea de titanes, entre pol¨ªticos y constructoras¡±, sigue. ¡°La construcci¨®n del tren ha sido una eterna promesa. Ahora, como no tengas coche aqu¨ª, est¨¢s muerto. No haces nada¡±, a?ade. ¡°Mucha gente se vino al barrio pensando que sus hijos iban a ir a la universidad en tren, y sus hijos han ido a la universidad en coche o en autob¨²s¡±.
Las burbujas inmobiliarias tambi¨¦n se calientan as¨ª. A principios de siglo, el gobierno regional empieza a juguetear con la idea de conectar las dos ciudades con un metro ligero a partir de 2007. Y llegan las gr¨²as. En 2006 se cambia el proyecto: ahora ser¨¢ un tren, pero con la misma cobertura, 14 kil¨®metros con una decena de estaciones. Y llegan m¨¢s gr¨²as. Con las elecciones de 2007 en el horizonte, Esperanza Aguirre se compromete personalmente con el proyecto. ¡°Lo utilizar¨¢n 225.000 personas¡±, calcula en una de sus numerosas visitas a la zona. Y pone la primera traviesa de la v¨ªa.
La zona se pone de moda. Casa nueva y conectada al mismo tiempo con el pueblo y la capital. Buenos materiales. Dise?os modernos. Bloques de pisos con piscina y bajos comerciales. Chalets de dise?o. Un San Chinarro o un Las Tablas al sur de la regi¨®n. Y llegan los nuevos vecinos. Y empiezan los problemas. En 2010, las obras se paralizan. Para cuando llega 2013, a?o previsto para la puesta en servicio, la tuneladora dormita en un descampado. En la ¨²ltima d¨¦cada, mientras la justicia investiga en el caso Lezo si elexpresidente Ignacio Gonz¨¢lez cobr¨® una presunta mordida por adjudicar la obra, no se mueve ni una pala. Y los proyectos vitales de los vecinos quedan en pausa.
¡°Cuando dijeron que habr¨ªa Renfe aqu¨ª, me dije: compro¡±, recuerda Ismael, que viv¨ªa en M¨®stoles. ¡°Ahora nos tratan como a ciudadanos de segunda categor¨ªa¡±, opina. ¡°No entiendo c¨®mo los pueblos del norte, siendo mucho menos poblados, tienen todos Renfe (Navalcarnero tiene 30.000 habitantes). ?No lo entiendo! Se est¨¢ premiando a los pueblos del norte con respecto a los del sur. ?Por qu¨¦ la zona sur est¨¢ penalizada?¡±.

En este caso, la respuesta est¨¢ en los tribunales. La Comunidad y la constructora dirimen en los juzgados de qui¨¦n es la culpa de los cambios que encarecieron el proyecto (con el soterramiento no previsto de un t¨²nel) y la financiaci¨®n (50 millones que reclamaba OHL), hasta provocar su abandono. Como adelant¨® EL PA?S, el Gobierno de D¨ªaz Ayuso ha decidido pagar 162 millones a la concesionaria por las partes de la infraestructura que s¨ª est¨¢n terminadas (faltan unos kil¨®metros de los 14 previstos). Sin embargo, la empresa prefiere esperar al final del juicio, en el que pide 237 millones por una obra que tiene valorada en 203 en su balance.
¡°Nos han puesto el muro de litigio, de que mientras hubiera litigio no se pod¨ªa hacer nada¡±, se queja Leo, otro vecino, sobre c¨®mo han ido pasando los a?os sin que nadie haya hecho nada por completar la obra. ¡°Nuestra vida diaria se ha ido al traste¡±, recalca sobre las penalidades pasadas porque no haya habido un autob¨²s que les conectara directamente con la capital hasta el a?o pasado, o porque la colapsada A-5 sea su ¨²nica alternativa. ¡°Yo en mi trabajo tengo que ser buen¨ªsimo, mejorar cada a?o, y analizar cada error para no repetirlo dos veces¡±, ejemplifica. ¡°Esta gente hace lo que le da la gana sin ning¨²n tipo de problema porque pagamos todos. No tiene ning¨²n tipo de repercusi¨®n¡±.
Los afectados hablan en una rotonda desde la que se divisa un t¨²nel cegado, el vallado que separa de la carretera el trazado de lo que hubiera sido la v¨ªa, y los solares vac¨ªos porque nadie ha acabado construyendo en ellos. Hay varias se?ales de ¡°Prohibido el paso¡± y muchos metros de valla para intentar evitar que los vecinos paseen por donde deb¨ªa circular el tren. Parece un esfuerzo in¨²til: cada pocos minutos pasa uno con la zancada decidida para calentarse bajo el sol del invierno.

¡°Nos sentimos olvidados. Sentimos indignaci¨®n. Estamos aqu¨ª abandonados¡±, dice Mar¨ªa. ¡°Me mud¨¦ con la esperanza de disfrutar de la vida en un pueblo y a la vez estar conectada con la ciudad a trav¨¦s del tren¡±, recalca. ¡°A?os despu¨¦s seguimos a la espera de su llegada con todos los problemas que eso ocasiona: barrios que no terminan de desarrollarse por abandono, falta de servicios, dificultad en el transporte, problemas de conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral debido a los malos horarios derivados de las malas comunicaciones...¡±
No hay centro de salud en el barrio. Tampoco guarder¨ªa p¨²blica. Las amplias avenidas llenas de plazas de aparcamiento pensadas para los coches que ir¨ªan a las estaciones de tren est¨¢n vac¨ªas. Del proyecto solo queda la promesa. Eso ha convertido a Navalcarnero en un caso excepcional: con 30.000 habitantes, no est¨¢ en la red de cercan¨ªas.
Una p¨¦rdida de valor exponencial. Al cegar la conexi¨®n en tren de Navalcarnero con M¨®stoles, la segunda ciudad m¨¢s importante de la regi¨®n (m¨¢s de 200.000 habitantes), Madrid se ha quedado sin un nodo de comunicaciones clave para liberar la A-5 al incorporar al transporte p¨²blico a los residentes de otros municipios madrile?os (Arroyomolinos, El ?lamo, Sevilla La Nueva, Villa del Prado, Villamanta, Villamantilla, Aldea del Fresno¡) y toledanos (Valmojado, Casarrubios o Ventas de Retamosa). Y as¨ª desde hace casi quince a?os.
¡°Mis hijos tienen 2 a?os¡±, dice Iv¨¢n. ¡°La pregunta es: ?les veremos a ellos ir en tren a la universidad?¡±

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