De la terapia contra la anorexia a examinarte de Selectividad en el peor a?o de tu vida
La l¨ªnea entre el ¨¦xito y el fracaso es muy fina entre los alumnos como Sonia, que acuden a las pruebas con trastornos, depresi¨®n o problemas de estr¨¦s y ansiedad
Tal d¨ªa como hoy, Sonia est¨¢ delante de unos folios. Es su gran reto del a?o. Sabe que acude al examen de Selectividad en inferioridad de condiciones. Por eso le sudan las manos y le tiemblan las piernas. Ha sido un mal a?o, el peor a?o de su vida: dos meses hospitalizada, uno de ellos en casa, un trimestre sometida a medicaci¨®n, sin poder concentrarse. Atr¨¢s quedaba un expediente acad¨¦mico brillante, aunque ha logrado aprobar el curso de milagro. Pero no quiere abandonar. Quiere aprobar la selectividad. Parecer¨¢ que es una m¨¢s entre los 38.000 estudiantes que en Madrid se presentan entre el lunes y el jueves a estas pruebas. Pero, no, Sonia no es una m¨¢s.
Porque el pasado 4 de marzo sus padres la llevaron a urgencias y ya no apareci¨® por el colegio el resto del curso. Sufr¨ªa una anorexia severa y la correspondiente depresi¨®n. Sonia no entr¨® en los protocolos antisuicidios de los colegios e institutos porque no dio tiempo. La ingresaron antes, cuando se desmay¨® y perdi¨® el conocimiento. Estos protocolos se han disparado en Madrid. En mayo se hab¨ªan abierto m¨¢s de 600 en los centros educativos de secundaria, muy lejos de los 200 del a?o anterior, seg¨²n los datos aportados por la asociaci¨®n de directores de Madrid (Adimad). Ese ha sido el s¨ªntoma m¨¢s evidente de la situaci¨®n m¨¢s extrema en lo emocional que han vivido los centros. Un curso lleno de miedos en el profesorado y de angustia entre el alumnado. Trastornos alimenticios, trastornos obsesivos compulsivos, los relacionados con el trauma y el estr¨¦s, los de personalidad, depresiones, ansiedad¡
Esta es la historia de Sonia, a la que se le junt¨® todo. La pandemia, los estudios que quer¨ªa llevar perfectos, la obsesi¨®n por conseguir un cuerpo de esc¨¢ndalo y, claro, la edad y el querer tener ¨¦xito con los chicos. Ahora piensa que ya lo ten¨ªa, pero no se daba cuenta. Siempre hab¨ªa sido una chica sociable, alegre, habladora. Y muy inteligente. Ten¨ªa un expediente plagado de sobresalientes. Se ha convertido en una adolescente introvertida, callada y apagada. Ya no liga. Y sufre el estigma de la salud mental. ¡°Mis amigos lo han entendido cuando se lo he contado, pero prefieren no hablar del tema. Hacen como si nada hubiera pasado¡±, lamenta. Instagram. TikTok. YouTube. De ah¨ª sac¨® hace casi un a?o su obsesi¨®n por conseguir el cuerpo 10: esbelto, delgado, atl¨¦tico. Todo lo que cre¨ªa que ella no era.
Tiene 17 a?os, es alta, mide 1,75, pelo casta?o, morena y guapa. Y siempre ha tenido un cuerpo normal, tirando a delgado. Aunque lo cierto es que lo que ve¨ªa en el espejo le devolv¨ªa una imagen completamente distorsionada: gorda, horrorosa, con muslos y piernas de elefante. Lleg¨® a pesar 44 kilos. Y a¨²n as¨ª se ve¨ªa gorda. ¡°En la cuarentena tuvimos mucho tiempo para pensar, para vernos¡¡±, piensa en voz alta tras salir de la terapia a la que asiste semanalmente en el hospital Ni?o Jes¨²s de la capital.
La psic¨®loga cl¨ªnica que la atiende, Cristina Garc¨ªa, trata a otras 40 chicas como Sonia. La enfermedad que sufre es tan variable que su tratamiento durar¨¢ entre cuatro y cinco a?os. ¡°Es posible la recuperaci¨®n, pero el proceso es largo y la primera fase, en la que se encuentra ella, es la m¨¢s complicada¡±. La especialista cuenta que Sonia cumple el perfil de las adolescentes que acaban cayendo en ese agujero negro. ¡°Suelen ser muy perfeccionistas, inteligentes, autoexigentes¡±. Y eso tambi¨¦n se convierte en un problema mayor cuando aflora en un curso como segundo de bachillerato, el que tanto tiempo han tenido en el horizonte para decidir cu¨¢l iba a ser su camino en la vida. En ese horizonte estaba siempre la prueba de selectividad.
Y ah¨ª est¨¢n los folios sobre la mesa. Se examinaba el lunes, este mi¨¦rcoles y este jueves. Quienes le rodean desconocen si Sonia acude a la prueba en igualdad de condiciones. Antes de entrar a la facultad, habr¨¢ tomado un men¨² medido por el hospital y no podr¨¢ hacer deporte durante el tratamiento. Adem¨¢s, deber¨¢ descansar despu¨¦s de cada comida. Le cuesta horrores hacer esto, pero sabe que es lo que debe hacer. ¡°Esto te arruina la vida¡±.
Han intentado trabajar con ella y con chicas como ella ¡°el sentimiento de culpa, a manejar la ansiedad¡± y les han explicado que hay ¡°m¨¢s opciones¡± que la Evaluaci¨®n para el Acceso a la Universidad (Evau), explica su psic¨®loga. Sonia es de las que tiene un sentimiento de culpa muy acentuado. Iba tan bien hasta hace unos meses que se fustiga por haberse puesto enferma durante este curso. Por eso intent¨® sacar los ex¨¢menes del tercer trimestre, aunque la falta de nutrici¨®n y la ansiedad le provocaban algo que nunca le hab¨ªa pasado y que la doctora explica que es muy com¨²n entre estos enfermos: no pod¨ªa concentrarse. El hospital le propuso a su colegio que hiciera los ex¨¢menes all¨ª, con la vigilancia de un profesional, el centro acept¨® y consigui¨® sacarse el curso. Su nuevo horizonte, esta semana con tres d¨ªas de ex¨¢menes, se ha convertido ahora en el gran caballo de batalla.
¡°Cuando estaba ingresada me daba rabia pensar que mis amigos pod¨ªan avanzar y yo no. Me fastidia mucho esto porque si no me hubiera pasado podr¨ªa haber estudiado¡±, reconoce Sonia. Quiere matricularse en Magisterio. Es su sue?o. Pero no sabe si lo va a conseguir.
Todos esos sentimientos, todas esas reflexiones est¨¢n en su cabeza. Intentar¨¢ evitarlos mientras escribe en el examen.
Durante estos d¨ªas, Sonia tiene que rodearse de sus compa?eros, controlar la ansiedad, sentada en un pupitre, y concentrarse en los ex¨¢menes que eval¨²an un curso at¨ªpico. No hay nada pensado para controlar a estos chicos. Lidian con su enfermedad como pueden. ¡°Tanto en los que preparan la Evau como los ex¨¢menes finales de cuarto de la ESO, lo m¨¢s frecuente no es la incapacidad cognitiva, sino la inseguridad de enfrentarse a una prueba desconocida¡±, se?ala Victoria Mu?oz, directora de la escuela habilitada en el interior del hospital Gregorio Mara?¨®n.
Por eso, lo m¨¢s importante es darles cari?o, como hacen en primaria los maestros. ¡°Aunque la palabra amor est¨¢ en desuso, es lo que mejor funciona, acercarte a ellos y ganarte su confianza, esa es la clave del ¨¦xito¡±. En el Hospital Gregorio Mara?¨®n, que cuenta con una unidad de psiquiatr¨ªa juvenil con 20 camas para chavales de 12 a 17 a?os, hay un aula f¨ªsica donde se dan clases. All¨ª se ubica el ¡°colegio¡±, donde profesores atienden a pacientes con trastornos de salud mental y otras dolencias. Tambi¨¦n pasa en el Ni?o Jes¨²s, donde estudiantes como Sonia han podido mantenerse conectadas a sus estudios.
Otros como ella lo intentaron antes, en otros a?os, y no lo consiguieron. Es lo que quiere evitar Garc¨ªa, la psic¨®loga de Sonia, en las terapias. Hacerle entender que estas pruebas son importantes, pero que hay que relativizarlas.
El PA?S ha asistido a una terapia con dos personas que no lograron pasar las pruebas y tienen la sensaci¨®n de haber fracasado. ¡°Vienen muy obsesionados por la titulitis, y esa sensaci¨®n de que sin carrera universitaria no son nadie¡±, dice Daniel Jim¨¦nez, psic¨®logo de la asociaci¨®n fundaci¨®n AMAFE. ¡°La sociedad y la competitividad generalizada les conducen a verse como fracasados si no alcanzan los objetivos que muchas veces ellos, otras la familia y otras, incluso los profesores, esperan que consigan¡±.
A la charla asisten Alejandra, de 27 a?os, y Ana, de 21. Las dos so?aron con aprobar la Evau, pero ninguna ha logrado ser universitaria. No significa, ni mucho menos, que tener una enfermedad de salud mental impida a estos chicos alcanzar sus metas, seg¨²n explican los especialistas. Pero si sufren una de estas enfermedades en un momento acad¨¦mico clave y no saben gestionar lo que les ha pasado, acaban abandonando los estudios o los estudios les acaban abandonando a ellos.
Durante la conversaci¨®n, las dos pacientes reflexionan sobre el estigma que esto supone y c¨®mo cada una ha tenido que rehacer de golpe las expectativas de su vida debido a sus problemas de salud mental. ¡°Gran parte de las terapias que hacemos con los adolescentes con problemas de salud mental consiste en ayudar a hacer un duelo de estas expectativas para luego actualizar y reformular los objetivos vitales¡±, dice el psic¨®logo David Jim¨¦nez.
Ana, con un expediente impoluto, sufri¨® un brote psic¨®tico en primero de bachillerato, curso que repiti¨®. Durante dos a?os y medio acudi¨® al hospital, donde pas¨® por tres psiquiatras distintos y se le diagnostic¨® esquizofrenia. Y no fue la universidad. En estos momentos trabaja como administrativa mientras se plantea el siguiente paso. Lo mismo le pasa a Alejandra, que trabaja como conserje en un bloque de viviendas: ¡°Cuando rellenas el curr¨ªculum y no puedes poner nada a pesar de todo el sacrificio, da la sensaci¨®n de que no has hecho nada y no es as¨ª¡±, lamenta Alejandra.
Sonia est¨¢ ante el papel. Su mayor deseo es conseguir entrar en la Universidad y llegar a ser profesora. ¡°No tengo ning¨²n otro plan. No quiero pensar qu¨¦ pasar¨¢ si no lo consigo. Prefiero enfocarme en esto y cruzar los dedos...¡±.
Por tantas y poderosas razones, Sonia no es hoy una alumna como los dem¨¢s. Tampoco es la ¨²nica en esa situaci¨®n. Se han abierto m¨¢s de 600 protocolos antisuicidios y muchos alumnos, no est¨¢n ni contabilizados. La salud mental ha entrado de lleno en las aulas. El triunfo ser¨¢ doble si lo consiguen.
Si necesitas ayuda:
- Teléfono de la Esperanza: 717 003 717
- Programa de prevención, divulgación y formación de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio: www.prevensuic.org
- Web para problemas de salud mental en jóvenes. Mind-u.cat
- Asociación para la prevención del suicidio La niña amarilla.
- Fundación Anar: www.anar.org. Teléfono gratuito de ayuda a menores: 900 20 20 10
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