El auge de los planes secretos: la gente ya no quiere hacer cosas, quiere vivirlas
Desde webs especializadas en turismo hiperlocal a ¡®tiktokers¡¯ expertos en descubrir lo ¨²ltimo a una audiencia sedienta de actividades ¨²nicas y diferentes, las ciudades se reinventan a los ojos de sus habitantes que buscan que cada momento se convierta en una experiencia
A mediados de mayo, una chica mont¨® en Madrid una fiesta a la que acudieron 1.400 personas. La chica se llama B¨¢rbara, aunque en TikTok es conocida como Barby Gant o, sencillamente, y como ella misma se define: ¡°La chica de los planes de Madrid¡±. Tiene 131.500 seguidores en TikTok y algunos de sus v¨ªdeos rozan el mill¨®n de visualizaciones. En ellos recomienda cafeter¨ªas, restaurantes, ...
A mediados de mayo, una chica mont¨® en Madrid una fiesta a la que acudieron 1.400 personas. La chica se llama B¨¢rbara, aunque en TikTok es conocida como Barby Gant o, sencillamente, y como ella misma se define: ¡°La chica de los planes de Madrid¡±. Tiene 131.500 seguidores en TikTok y algunos de sus v¨ªdeos rozan el mill¨®n de visualizaciones. En ellos recomienda cafeter¨ªas, restaurantes, cocteler¨ªas, terrazas, exposiciones o planes en la capital que define como ¡°secretos¡± o ¡°clandestinos¡±. Si Barby Gant recomienda un restaurante, es posible que en las siguientes semanas cueste encontrar una mesa disponible. Si Barby Gant recomienda una terraza en una azotea madrile?a, a las pocas semanas no cabr¨¢ un alfiler. Y si recomienda un lugar curioso donde elaboren alguna especialidad ¡ªrollitos de canela, un bagel al estilo neoyorquino o un cronut (una mezcla de cruas¨¢n y donut)¡ª, empezar¨¢ a formarse una cola de gente deseosa de probar el producto de moda. El milagro TikTok. Unas semanas atr¨¢s, ella mont¨® su propio plan: ¡°Fue un experimento, quer¨ªa medir mi verdadero poder de convocatoria¡±, explica Gant, de 29 a?os, a EL PA?S, ¡°y fue una gran sorpresa: hab¨ªa muchos estands para hacerse tatuajes, maquillarse o peinarse y un mont¨®n de experiencias¡±.
Al igual que el perfil de Barby Gant, en redes sociales ¡ªespecialmente en TikTok, pero tambi¨¦n en Instagram¡ª proliferan las cuentas que invitan a descubrir (o a redescubrir) una ciudad, a verla con otros ojos y a vivirla de otra manera. No est¨¢n dedicadas a los reci¨¦n llegados, aunque tambi¨¦n acudan a ellas algunos Erasmus en busca de inspiraci¨®n. ¡°La mayor¨ªa de la gente que me sigue es de Madrid, y me escriben dici¨¦ndome: ¡®No me puedo creer que lleve toda la vida aqu¨ª y no conociera este sitio¡±, explica Gant. La palabra ¡°experiencia¡± parece ser la clave: la gente ya no quiere hacer cosas, quiere vivir experiencias. ¡°Los v¨ªdeos que m¨¢s se han viralizado en mi canal suelen ser de dos tipos: el primero, cuando un plan es gratis y el segundo, cuando se trata de algo fuera de lo habitual, algo especial y diferente: una experiencia¡±, explica. Pone como ejemplo un restaurante donde, como en la pel¨ªcula de Richard Curtis en Una cuesti¨®n de tiempo, los comensales cenan completamente a oscuras, o una serie de conciertos clandestinos que se organizan en diversas azoteas de la ciudad de Madrid y de cuya ubicaci¨®n los invitados se enteran tan solo 24 horas antes.
Este boom de planes y ofertas dentro de la ciudad no le resulta nueva a Mart¨ªn L¨®pez Cano. Hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, este periodista de formaci¨®n se qued¨® en paro. De natural curioso, sol¨ªa comprar todos los suplementos locales de los peri¨®dicos y guardaba peque?os recortes con los planes m¨¢s interesantes de Madrid, ya fuesen aperturas de restaurantes o exposiciones. ¡°Mis amigos lo sab¨ªan y siempre me preguntaban: ¡®Oye, Mart¨ªn, ?d¨®nde puedo ir a cenar?¡¯ o ¡®?Qu¨¦ puedo hacer este fin de semana?¡±, cuenta a este diario. L¨®pez pens¨® en hacer algo con toda esa informaci¨®n y con el tiempo libre que ten¨ªa. Y entonces se abri¨® un blog: ¡°Me di cuenta de que en aquel momento hab¨ªa poca informaci¨®n tan local sobre la ciudad en internet¡±, explica. Lo llam¨® Madrid Diferente.
¡°Empec¨¦ a escribir rese?as sobre sitios que acaban de abrir. Y, claro, como no ten¨ªa competencia, canalizaba todas las visitas y eso me permiti¨® crecer muy r¨¢pido¡±. Cuenta Mart¨ªn L¨®pez que, durante aquellos a?os, cada vez que sacaba un restaurante en su blog, este llenaba las reservas para todo un mes. Para ¨¦l estamos viviendo otro ciclo de internet: primero fueron los blogs y ahora, las redes sociales. ¡°Sencillamente, se est¨¢ comunicando con otro lenguaje y a trav¨¦s de otros canales. Lo que es indudable es la cantidad de gente a la que un v¨ªdeo en TikTok o Instagram puede llegar¡±, explica. Madrid Diferente tiene en la actualidad 206.000 seguidores en Instagram, y poco m¨¢s de 6.700 en TikTok.
El crecimiento de este tipo de b¨²squedas podr¨ªa ser una respuesta pand¨¦mica: ¡°La pandemia tuvo un papel superimportante. Al final, despu¨¦s de dos a?os pr¨¢cticamente encerrados, la gente cogi¨® con muchas ganas el hacer planes y sali¨® de sus casas deseando hacer cosas¡±, explica Gant. Para Mart¨ªn L¨®pez Cano, la pandemia pudo ser una incubadora de nuevos proyectos que ahora est¨¢n saliendo a la luz, pero el verdadero cambio en la forma en la que vivimos el ocio en las ciudades, especialmente en la capital espa?ola, tuvo lugar mucho antes: ¡°Con la liberaci¨®n del comercio del a?o 2012, el centro de Madrid comenz¨® a despertar los fines de semana. Antes, el ocio estaba muy relacionado con la vida nocturna y, de pronto, el d¨ªa gan¨® terreno¡±, explica L¨®pez. ¡°De repente, un domingo por la ma?ana hab¨ªa vida, se empezaron a abrir tiendas, caf¨¦s y restaurantes y, m¨¢s adelante, tambi¨¦n vinieron los relevos generacionales. En los ochenta se sal¨ªa mucho. Ahora, la gente joven no sale tanto, se cuida m¨¢s y busca m¨¢s planes en los que ocupar todo el d¨ªa¡±.
?Qu¨¦ dice este inter¨¦s de nosotros, los usuarios? ?Qu¨¦ buscamos al intentar llenar nuestra vida de planes especiales, singulares, originales y diferentes? ¡°La experiencia tiene much¨ªsima relevancia en todo el marketing contempor¨¢neo¡±, explica a EL PA?S Beatriz Garc¨ªa, miembro de Observatorio Metropolitano, un proyecto que re¨²ne a diversos colectivos multidisciplinares en un espacio de reflexi¨®n sobre los fen¨®menos de transformaci¨®n que caracterizan hoy a las metr¨®polis contempor¨¢neas, partiendo del caso de Madrid. ¡°Seguro que recuerdas aquel anuncio de coches tan celebrado y premiado que preguntaba al consumidor: ¡®?Te gusta conducir?¡¯. No estaba apelando a las cualidades del coche, sino a la sensaci¨®n de sentir el aire entrando por la ventanilla, a la ilusi¨®n de libertad al volante en una carretera. Lo que se vende es una experiencia, un periodo de tiempo sensorial¡±.
Esta misma forma de evasi¨®n nos llega ahora a trav¨¦s de redes sociales y se potencia por la constante comparaci¨®n entre nuestra vida y la de los otros y el inevitable miedo a estar perdi¨¦ndonos algo. Tambi¨¦n se traslada a nuestras propias ciudades en periodos m¨¢s cortos de tiempo, debido a la precariedad laboral de los j¨®venes y la falta tanto de tiempo como de recursos econ¨®micos: ¡°Antes, la experiencia del viaje te permit¨ªa trasladarte a otro lugar, a otra cultura, conocer a personas nuevas y vivir en condiciones diferentes a las tuyas. El viaje se consideraba un proceso de experiencia porque implicaba crecimiento, desarrollo, a menudo transformaci¨®n¡±. Ahora, explica Beatriz Garc¨ªa, estos periodos experienciales se encapsulan dentro de nuestro d¨ªa a d¨ªa: ¡°En esta b¨²squeda cada vez m¨¢s limitada de la desconexi¨®n, especialmente dentro de la vor¨¢gine de la ciudad, buscamos que ese caf¨¦ no sea solo el caf¨¦ que te tomas antes de entrar en la oficina, sino una especie de experiencia sensorial, nuestro momento¡±.
Este consumo acelerado de experiencias, elevado a la en¨¦sima potencia por la velocidad a?adida de la ingente oferta en redes sociales, nos lleva a habitar las ciudades de forma distinta, no ya tanto como ciudadanos, sino como turistas dentro de nuestra metr¨®poli, marcando las casillas de lo que debemos hacer como en una yincana. Como explica Beatriz Garc¨ªa: ¡°Hay una permanente venta de la novedad como novedad por ser novedad, que es una parte importante del sistema de producci¨®n capitalista y de marketing¡±. Lo nuevo sustituye a lo viejo, lo ¨²ltimo a lo anterior, y lo original a lo que sol¨ªamos hacer siempre.
¡°Y se crea una paradoja curiosa entre la idea de exclusividad (planes secretos, planes ¨²nicos, planes diferentes) y, por otro lado, la estandarizaci¨®n a la que tiende el turismo, que acaba ofreciendo lo mismo en todas las ciudades del mundo¡±, contin¨²a Garc¨ªa. ¡°Al final, nos movemos en escenarios prefabricados que son id¨¦nticos a los de cualquier otro lugar¡±. Ese exclusivo plan de un concierto de m¨²sica cl¨¢sica en una coqueta terraza del centro de tu ciudad sucede al mismo tiempo en Par¨ªs o en Nueva York, y ese caf¨¦ matcha de color verde impregna los feeds de medio mundo o, al menos, de medio mundo en Instagram.
Mart¨ªn L¨®pez tiene claro que no quiere alimentar al monstruo del algoritmo y de la ciudad como novedad y, en cierta manera, sigue viendo Madrid Diferente como ese peque?o blog que informaba sobre la actualidad local para el local: ¡°Buscamos informar, no generar contenido, porque somos un medio, no una cuenta amateur, ni nos dedicamos a esto para que nos inviten a un restaurante¡±. Barby Gant, por su parte, quiere pensar en sus seguidores m¨¢s como en una comunidad, en un discurso que apela a la soledad que se siente de forma distinta en una gran ciudad llena de gente y a las posibilidades de crear una verdadera red social: ¡°Siempre estoy empujando a la gente a hacer planes solos y as¨ª conocer a otros. Dedico mucho tiempo tambi¨¦n a crear grupos de gente desconocida a trav¨¦s de Telegram, y me he encontrado con mucha gente que me ha dicho: ¡®Oye, conoc¨ª a este grupo estupendo gracias a ti¡±. Cambiar el modo en el que habitamos nuestra propia ciudad: eso s¨ª que ser¨ªa toda una experiencia.