Electa Navarrete, la nutricionista de los famosos: ¡°Cuando un paciente llora en consulta, es que has logrado conectar¡±

- ?Me est¨¢ llamando gorda, doctora?

Cuando empez¨® su carrera, a Electa Navarrete (Santo Domingo, 45 a?os), nutricionista y especialista en Medicina Est¨¦tica, se le atragantaban algunos diagn¨®sticos. ¡°Mis jefes me rega?aban porque era muy directa. Tuve que aprender a matizarlo, decir algo as¨ª como: ¡®Considerando su peso y estatura, y seg¨²n las recomendaciones de la OMS [Organizaci¨®n Mundial de la Salud], usted padece obesidad¡¯. ?A que ahora suena mejor? Pues es lo mismo¡±. Electa Navarrete suele tener ante s¨ª a hombres poderosos en situaci¨®n de m¨¢xima vulnerabilidad. L¨¦ase en calzoncillos y subidos a una b¨¢scula que pone n¨²meros a su sobrepeso. Desde ah¨ª, ¨¦l en la b¨¢scula y ella debajo leyendo las cifras, se le abraz¨® llorando un compungido David Bustamante con 20 kilos que perder. ¡°Cuando un paciente llora en la consulta ¡ªyo a veces tambi¨¦n lloro¡ª es que has logrado conectar. David es un currante, perdi¨® 20 kilos, aunque me han dicho que ha vuelto a coger alguno¡±, cuenta Navarrete a EL PA?S durante un encuentro en un conocido restaurante italiano de Madrid, mientras bebe un spritz. Cuando traen la tapa aparta el pan y solo se come, masticando muy despacio, la prote¨ªna: un trozo de prosciutto.

Es una especie de gur¨² del m¨¦todo Pronokal, una dieta proteinada para perder peso. ¡°La nutrici¨®n es la consulta menos rentable [se refiere a que si dedicara esos 25 minutos a inyectar b¨®tox ganar¨ªa el triple], pero es la que me permite conocer mejor a la gente¡±, asegura. La primera famosa de su porfolio fue Bibiana Fern¨¢ndez. ¡°M¨¢s alta que yo y quer¨ªa perder dos o tres kilitos¡±. Detr¨¢s, lleg¨® Jorge Javier V¨¢zquez. ¡°Me lo asignaron porque no encontraban a ning¨²n m¨¦dico capaz de desmontar al personaje¡±, recuerda sobre el presentador. A su consulta entr¨®, efectivamente, el personaje. ¡°Dur¨® siete minutos. Me cont¨® su vida, sus viajes, los restaurantes donde sol¨ªa cenar¡­ y luego me dijo: ¡®Ahora t¨² y yo vamos a negociar¡¯. Le contest¨¦: ¡®Yo no negocio con terroristas, y t¨² eres un yihadista de tu salud. Aqu¨ª el que quiere adelgazar eres t¨², as¨ª que dime c¨®mo lo hacemos¡±. Jorge Javier sali¨® de all¨ª con la dieta puesta y adelgaz¨® en pocos meses. Se convirti¨® en un paciente disciplinado y obediente. ¡°Cuando sal¨ªa a cenar me llamaba por tel¨¦fono y me le¨ªa el men¨² del restaurante para que yo le dijera qu¨¦ ten¨ªa que pedir¡±.

El siguiente fue el Maestro Joao, el astr¨®logo de las celebrities, un habitual del Instagram de la doctora ¡ªdonde cuenta con unos 19.000 seguidores¡ª, que tambi¨¦n adelgaz¨® much¨ªsimo. Un d¨ªa se encontr¨® en el AVE a Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, que corri¨® tras ¨¦l para enterarse de qui¨¦n lo hab¨ªa metido en cintura, as¨ª consigui¨® el tel¨¦fono de Navarrete. Dicen que el discreto Narc¨ªs Rebollo, marido de Eugenia y presidente de Universal Music, no necesariamente por ese orden, tambi¨¦n est¨¢ en manos de Electa. La doctora, en este caso, ni confirma ni desmiente.

Ella es r¨¢pida y de risa f¨¢cil, pero piensa cada una de sus respuestas. Este sosegado cambio de registro lo ha conseguido con a?os de terapia. ¡°Me esforc¨¦ tanto en parecer lo que no era que sufr¨ª un proceso de despersonalizaci¨®n. Tuve que contratar a un coach, luego a un cura ¨C¡ªsi eres cristiana, cualquier trabajo espiritual tiene que pasar por un cura¡ª, y termin¨¦ con una psic¨®loga. Entre todos consiguieron que empezara a poner l¨ªmites, que no sintiera verg¨¹enza por ser vehemente, por hablar alto o por parecer muy echada pa?lante. En resumen, que me aceptara como soy¡±.

La dominicana lleg¨® a Madrid con un t¨ªtulo de licenciada en Medicina en 2004, y con 6.500 euros que ten¨ªan que durar un a?o. Y duraron. Hizo el MIR en Bioqu¨ªmica Cl¨ªnica, luego un m¨¢ster de Nutrici¨®n. ¡°Todos eran desv¨ªos, pero yo sab¨ªa que volver¨ªa a salir a la M30: la Medicina Est¨¦tica¡±, dice. Finalmente, consigui¨® hacer un m¨¢ster y entrar a trabajar en Cl¨ªnicas Menorca. Un verano entero haciendo depilaciones l¨¢ser fue su bautizo de fuego. ¡°Hac¨ªa lo que mis compa?eros de m¨¢ster no quer¨ªan¡±, zanja. Detesta el victimismo. ¡°?V¨ªctima de qu¨¦? Yo estaba encantada, el metro de Madrid me parec¨ªa maravilloso, solo leer: ¡®El pr¨®ximo tren tardar¨¢ siete minutos¡¯. ?Solo siete minutos! Me hac¨ªa sentir afortunada¡±.

Casi 20 a?os despu¨¦s y justo despu¨¦s de la pandemia, Electa Navarrete abri¨® su cl¨ªnica en la localidad madrile?a de Pozuelo de Alcorc¨®n. Hace un par de semanas, en el photocall de la fiesta del segundo aniversario, pos¨® medio famoseo patrio. Es su espacio y son sus reglas. ¡°Siempre dije que escoger¨ªa la especialidad m¨¦dica que me permitiera trabajar en tacones, peinada y con mi modelito. Yo no me iba a poner un pijama y unos zuecos porque, encima, calzo un 44¡­ ?Yo no puedo caminar con eso!¡±. En el centro no hay as¨¦pticas paredes blancas ni cabinas numeradas. En su despacho mucha luz y al lado de la mesa, duerme Mou, un cachorro de carlino, su nueva mascota. ¡°Antes trabajaba parapetada por todos mis diplomas. No s¨¦ si es racismo o clasismo lo de esa gente que me pregunta nada m¨¢s verme: ¡®?Y tu t¨ªtulo?¡¯. Pues los he quitado. Me di cuenta de que no ten¨ªa nada que demostrar. Lo aprend¨ª en terapia¡±.

Navarrete eleva sus plegarias a dos dioses, al de los moratones ¡ªel pinchazo del b¨®tox y los rellenos pueden dejar hematomas¡ª y al de la humildad. ¡°Para que no se olvide de darme un poco de vez en cuando¡±, dice entre risas. Precisamente humildad no es lo que le funciona con sus pacientes m¨¢s dif¨ªciles. Hombre, entre 40 y 50 a?os, empresario del mundo de las finanzas. ¡°Todos dicen lo mismo cuando entran a la consulta: ¡®Usted no sabe la reuni¨®n tan importante que tengo hoy¡¯, o hacen namedroping ¡ªsoltar con desd¨¦n los nombres de gente importante¡ª o esnobean: ¡®Me voy en First Class a Singapur¡¯. Les interrumpo: ¡®Ah muy bien, apunta lo ¨²nico que puedes probar de ese men¨²¡¯. Todo eso hay que desmontarlo. Si consigues penetrar ese ego te adoran¡±.

¡°Yo no soy una m¨¦dico al uso. Conmigo los pacientes tienen que resetear sus h¨¢bitos y aprender a alimentarse desde cero. Adelgazar es dif¨ªcil, hay que tener una buena raz¨®n y no sirve querer entrar en el vestido de la boda. Luego hay que ponerle nombre al boicoteador, el boicoteador es esa vocecita ¡ªla m¨ªa se llama Juana Pepa¡ª que te empuja a asaltar la nevera a altas horas de la noche, sale los d¨ªas de mucho estr¨¦s o cuando est¨¢s cabreada. A veces salgo de la cl¨ªnica y llamo a mi marido: ¡®Abre una botella de vino para cuando llegue¡¯. Esa que llama es Juana Pepa¡±.