Elita Acosta, directora editorial de ¡®Verde es Vida¡¯: ¡°No hay nada banal en el jard¨ªn, aunque haya muchos jardines banales¡±
Para la tambi¨¦n fil¨®sofa, los vergeles son una expresi¨®n de la forma en la que los hombres se relacionan con la naturaleza en cada momento de la historia. Hoy detecta c¨®mo muchos han evolucionado hacia un paisajismo m¨¢s sensible al paisaje circundante y m¨¢s acorde con la realidad clim¨¢tica
Los caminos para llegar a un jard¨ªn son muy variados. Se puede ir directamente a uno, o no saber de su existencia, pero los vericuetos ya se encargan de llevarte a disfrutar del aroma de sus plantas. Para Elita Acosta, la senda jardinera se abri¨® poco a poco, ya desde ni?a, y el destino le ten¨ªa preparado un futuro verde y lleno de la belleza de las flores. Esta licenciada en Filosof¨ªa, de origen argentino, se dej¨® arropar por tallos y ho...
Los caminos para llegar a un jard¨ªn son muy variados. Se puede ir directamente a uno, o no saber de su existencia, pero los vericuetos ya se encargan de llevarte a disfrutar del aroma de sus plantas. Para Elita Acosta, la senda jardinera se abri¨® poco a poco, ya desde ni?a, y el destino le ten¨ªa preparado un futuro verde y lleno de la belleza de las flores. Esta licenciada en Filosof¨ªa, de origen argentino, se dej¨® arropar por tallos y hojas, y cuando se quiso dar cuenta estaba inmersa entre jardines.
Desde el a?o 2010 es la directora editorial de la revista Verde es Vida, que publica la Asociaci¨®n Espa?ola de Centros de Jardiner¨ªa. Con una tirada media de 100.000 ejemplares por n¨²mero, ha conseguido destacar como una publicaci¨®n de referencia para los amantes de la jardiner¨ªa y del paisajismo. De distribuci¨®n gratuita en viveros y florister¨ªas, tambi¨¦n se puede disfrutar de su contenido online.
Pregunta. ?A qui¨¦n se dirige la revista Verde es Vida?
Respuesta. A un p¨²blico de lo m¨¢s diverso: paisajistas, jardineros profesionales y aficionados con perfiles y grados de conocimiento y experiencia muy diferentes, incluidos los que est¨¢n dando sus primeros pasos en el mundo de las plantas y saben muy poquito. En 60 p¨¢ginas tengo que conseguir que todos encuentren algo interesante que leer y descubrirles lo fascinante, emocionante e inagotable que es el mundo de los jardines, las plantas y la naturaleza. Ese es el ¨¦xito de la revista.
P. De todas formas, sus or¨ªgenes no comenzaron con la jardiner¨ªa¡
R. No y s¨ª. Estudi¨¦ Filosof¨ªa en la universidad, hice el m¨¢ster de Periodismo UAM-El Pa¨ªs y trabaj¨¦ muchos a?os en una agencia de publicaciones corporativas en Madrid, donde fui directora creativa ejecutiva. Pero la naturaleza y los jardines han estado presentes en mi vida desde que tengo memoria. Mi madre, mis abuelas, mi madrina ten¨ªan jardines y patios con plantas en enormes macetas. Y, adem¨¢s, pasaba los veranos en la finca familiar en los cerros de Tucum¨¢n, en Argentina, en pleno contacto con la naturaleza. Hab¨ªa higueras, vid, nogales, casta?os, muchas dalias pomp¨®n, agapantos, enormes cactus, moreras y cipreses¡ y un monte para explorar por mi cuenta. Por su exuberante vegetaci¨®n, Tucum¨¢n es el ¡°Jard¨ªn de la Rep¨²blica¡±.
P. ¡Y ha sabido conjugar esos estudios de Filosof¨ªa con su actual profesi¨®n.
R. Cuando me hice cargo de Verde es Vida lo viv¨ª como un regalo: el broche final de mi carrera. En sus contenidos recupero ese inter¨¦s por la naturaleza que descubr¨ª cuando era peque?a, y a la vez cierro el c¨ªrculo con mis estudios de Filosof¨ªa. Los jardines son una expresi¨®n de su tiempo, una visi¨®n del mundo, expresan nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza en cada momento de la historia. No hay nada banal en el jard¨ªn, aunque haya muchos jardines banales.
P. ?Ha notado un cambio en la mentalidad de los paisajistas en los a?os que lleva involucrada en este campo?
R. S¨ª, muchos han evolucionado hacia un paisajismo m¨¢s sensible al paisaje circundante, m¨¢s naturalista, m¨¢s acorde con la realidad clim¨¢tica. Es una jardiner¨ªa m¨¢s sostenible, de bajo riego y menor demanda de mantenimiento, basada en las plantas mediterr¨¢neas o de otros climas mediterr¨¢neos del mundo, que est¨¢n mejor adaptadas a nuestros suelos y a los rigores de nuestro clima. Intentan romper el clich¨¦ del retazo de c¨¦sped rodeado de macizos de flores.
P. ?Qu¨¦ corriente de paisajismo impera en Espa?a y en Europa?
R. El naturalismo, la respuesta en mi opini¨®n m¨¢s eficiente ante los desaf¨ªos del cambio clim¨¢tico, la p¨¦rdida de biodiversidad y destrucci¨®n de la naturaleza a la que asistimos. Persigue una fusi¨®n de la naturaleza y la acci¨®n humana mediante un dise?o de las plantaciones que evoca la sensaci¨®n de lo silvestre. Anhelamos volver a la naturaleza y a la escala de cada uno ¡ªel que acaba de comprar su primera planta, los aficionados a los jardines que saben un poco o mucho, y los paisajistas¡ª, buscamos ser ese jardinero del jard¨ªn planetario, la biosfera, del que habla Gilles Cl¨¦ment [un jardinero, arquitecto paisajista, bot¨¢nico, entom¨®logo y escritor franc¨¦s].
P. ?Qu¨¦ actuaciones en el paisaje, urbano o m¨¢s agreste, le han causado mayor curiosidad o admiraci¨®n?
R. Los buenos jardines emocionan. Me impactaron especialmente dos que son el fruto de varias generaciones de una misma familia: Stourhead, un exuberante jard¨ªn paisajista en Wiltshire, un jard¨ªn moral t¨ªpico del siglo XVIII en Inglaterra, que evoca el camino hacia la virtud del h¨¦roe Eneas; y el jard¨ªn de Ninfa, a una hora de Roma, rom¨¢ntico, construido entre las ruinas de un pueblo medieval, el para¨ªso privado donde la familia Caetani busc¨® refugio en la Italia de Mussolini, una c¨¢psula de cultura y sofisticaci¨®n donde se sent¨ªan protegidos. Ninfa inspir¨® El jard¨ªn de los Finzi-Contini, la novela de Giorgio Bassani. Sobre estos dos jardines escrib¨ª en Verde es Vida. En Marruecos me fascin¨® Azaren, de Ossart y Mauri¨¨res, en el valle del Ourika. Y en Espa?a, Lur Garden, en Oiartzun, de ??igo Segurola, y Dehesa de Yonte, en ?vila, de Miguel Urquijo y Renate Kastner.
P. ?Qu¨¦ no puede faltar en su jard¨ªn ideal?
R. Rosas. ?Me encantan! Las antiguas, pero sobre todo las New English Roses, que tienen forma de copa, que huelen maravillosamente y, adem¨¢s, reflorecen en oto?o.
P. ?Y qu¨¦ especies emblem¨¢ticas de la flora argentina aparecen siempre en su recuerdo?
R. Los lapachos de flores rosadas (Handroanthus impetiginosus) y amarillas (Handroanthus chrysotrichus) que se ven en las calles de Tucum¨¢n. Imagina una alineaci¨®n de copas rosadas a lo largo de una avenida. Es espectacular. ?Y los jacarand¨¢s (Jacaranda mimosifolia)! Son ¨¢rboles nativos que el arquitecto y naturalista franc¨¦s Carlos Thays, la gran figura del paisajismo p¨²blico en Argentina, introdujo en la jardiner¨ªa hacia finales del siglo XIX.
P. ?C¨®mo cree que deber¨ªa ser la jardiner¨ªa p¨²blica?
R. Entiendo los condicionantes de la jardiner¨ªa p¨²blica, pero por lo general siguen imperando los materiales duros y, sobre todo, una selecci¨®n vegetal que no suele tener mucho inter¨¦s. Pero suele haber excepciones, como la peque?a plaza de Arriqu¨ªbar, en Bilbao, obra de la paisajista Mar¨ªa Iza: poes¨ªa jardinera en plena ciudad.
P. ?A qu¨¦ personalidad ya desaparecida del mundo jardinero le hubiera gustado entrevistar para su revista?
R. A muchas: Andr¨¦ Le N?tre, Capability Brown, Vita Sackville-West, Mien Ruys, Christopher Lloyd¡ Pero en Verde es Vida he tenido el privilegio de entrevistar a muchos de los grandes paisajistas del momento, entre ellos Piet Oudolf, la figura internacional m¨¢s sobresaliente del naturalismo, y Gilles Cl¨¦ment, cuyas ideas son esenciales para entender qu¨¦ jard¨ªn podemos o debemos hacer en estos tiempos de destrucci¨®n imparable de la naturaleza y cambio clim¨¢tico. Su idea del jard¨ªn planetario, donde el jardinero es la humanidad en su conjunto, y su idea de una ecolog¨ªa humanista, donde el ser humano se entiende como parte indisociable y necesaria de la naturaleza, me parecen muy iluminadoras. Si queremos remontar el cambio clim¨¢tico, parar la destrucci¨®n de h¨¢bitats y asegurarles un futuro a nuestros nietos, ese es el camino.