Entre pir¨¢mides y diamantes, Cartier inaugura una exposici¨®n sobre su sinergia con la cultura mexicana
La muestra, que contar¨¢ con joyas de la actriz Mar¨ªa F¨¦lix, expondr¨¢ hasta 160 piezas hist¨®ricas de la casa francesa en el Museo Jumex de la capital norteamericana del 15 de marzo al 15 de mayo
La serpiente es la ¨²ltima pieza de la exposici¨®n. Completamente m¨®vil, creada en platino y diamantes con ojos de esmeralda y cuerpo de esmalte negro, rojo y verde, el visitante la encuentra en posici¨®n de ataque, con la cabeza alzada. Esta posici¨®n fue una sugerencia, o m¨¢s bien el fruto de un reproche, de Mar¨ªa F¨¦lix, quien fue due?a de la joya. En 1999 la serpiente, que ella ya hab¨ªa vendido y Cartier hab¨ªa recomprado, volvi¨® a M¨¦xico, a una exposici¨®n de la casa francesa en el palacio de Bellas Artes de la capital.
El d¨ªa antes de la inauguraci¨®n, Pierre Rainero, director de patrimonio de Cartier, recorri¨® la muestra con La Do?a: ¡°Estaba muy contenta de volver a ver sus joyas y de que pertenecieran a Cartier. Se mostr¨® muy interesada en todo lo relacionado con la casa, porque ella tuvo mucha relaci¨®n con ellos en los sesenta, pero no sab¨ªa tanto de los a?os veinte o treinta. Estaba bromeando y de muy buen humor hasta que llegamos a la serpiente, que se mostraba tumbada sobre un coj¨ªn, como descansando. Entonces se enfad¨® conmigo, me dijo que las serpientes eran animales mean (malvados), que deb¨ªan mostrarse en posici¨®n de ataque. Ten¨ªa raz¨®n. La montamos en un pin y desde entonces siempre mostramos las serpientes en esa posici¨®n¡±, explica Rainero el d¨ªa de la inauguraci¨®n en Ciudad de M¨¦xico de El dise?o de Cartier, un legado vivo, que se puede ver en el Museo Jumex de la ciudad desde el 15 de marzo y hasta el pr¨®ximo 14 de mayo.
Ana Elena Mallet, comisaria de la exposici¨®n, contaba en la mesa redonda inaugural su sorpresa al bucear en los cuidad¨ªsimos archivos de Cartier y encontrar una relaci¨®n de la casa con M¨¦xico y Latinoam¨¦rica. ¡°Esta exposici¨®n es importante porque en M¨¦xico tenemos una audiencia muy interesante para la cultura y tenemos que ofrecer nuevas propuestas, como contar la historia a trav¨¦s de la joyer¨ªa. Tambi¨¦n a trav¨¦s de los personajes que llevaron esas joyas¡±, explic¨® la comisaria en la presentaci¨®n, donde nombr¨® no solo a Mar¨ªa F¨¦lix, sino tambi¨¦n a la mexicana Gloria Guinness o las actrices afincadas en el pa¨ªs norteamericano Barbara Hutton o Merle Oberon, clientas de la casa. Por primera vez se muestra, adem¨¢s, el reloj misterioso que la fil¨¢ntropa Luz Bringas regal¨® a Jos¨¦ Yves Limantour, quien fue secretario de Hacienda del presidente mexicano Porfirio D¨ªaz.
La relaci¨®n de Cartier con M¨¦xico no acaba aqu¨ª. De hecho, la exposici¨®n comienza con un broche en forma de pir¨¢mide, un pedido especial realizado en platino y diamantes en 1935. ¡°En el archivo existen otras piezas que recuerdan a las pir¨¢mides. No exactamente como esta, pero similares a otras pir¨¢mides de la civilizaci¨®n maya. Esas im¨¢genes estaban presentes en la mente de los dise?adores. No olvidemos que el arte prehisp¨¢nico lleg¨® a Europa tan pronto como en el siglo XVI¡±, explica Rainero.
Para envolver las piezas y situarlas en su contexto, la arquitecta Frida Escobedo, que se encargar¨¢ de la nueva ampliaci¨®n del Museo Metropolitano de Nueva York, acudi¨® a las fotograf¨ªas que Josef Albers tom¨® en 1939 de la pir¨¢mide de Teotihuac¨¢n, as¨ª como de los dibujos abstractos que los hermanos Josef y Anni Albers realizaron durante sus viajes a M¨¦xico. El resultado es una escenograf¨ªa estratificada y oscura, ¡°un poco brutalista, pero tambi¨¦n hay algo muy manual y org¨¢nico que apela a la tierra mexicana, a las monta?as, las mesetas, los estratos de la tierra, que contrasta con las piezas¡±, explic¨® Escobedo.
Un nuevo contexto y un nuevo lugar para mostrar 24 a?os despu¨¦s en M¨¦xico las joyas de Cartier con 160 piezas ic¨®nicas y alguna nunca antes mostrada y que recoge la sinergia que se establece entre un hacedor de joyas y una fuerza local: el cintur¨®n de piel y pesos de oro de Mar¨ªa F¨¦lix, una joya de otro car¨¢cter.
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