Migrantes y n¨®madas: la semana de la moda de Mil¨¢n no solo mira a Italia

Explorar en las ra¨ªces del legado de las casas de moda, destilar su Adn y servirlo al p¨²blico, y a sus consejos de direcci¨®n, limpio de artificio y listo para su consumo inmediato parece ser la idea m¨¢s recurrente en esta semana de la moda de Mil¨¢n. La nostalgia por un pasado mejor ha sido el motor de algunas de las colecciones, cuyos equipos creativos han abierto archivos y armarios para rebuscar en sus propios interiores la respuesta a la pregunta que muchos nos hacemos hoy: ?es la identidad un concepto fijo, algo inm¨®vil, una idea que permanece inalterable y, por tanto, se puede rescatar de alg¨²n caj¨®n o se moldea con los cambios sociales, econ¨®micos y clim¨¢ticos?

Matthieu Blazy, el dise?ador franc¨¦s al mando de Bottega Veneta, dio su respuesta el viernes 22 de septiembre en un escenario alicatado con azulejos que representaban oc¨¦anos, continentes informes, peces voladores y criaturas marinas fant¨¢sticas. Esta era la premisa, sencilla, del viaje que propon¨ªa: una mezcla de arquetipos de todo el mundo que est¨¢n en constante transformaci¨®n, en creaci¨®n. ¡°Las formas puras, los hombros marcados y la sastrer¨ªa dan paso a lo simple, a lo natural y lo primal¡±, explicaban desde la marca.

¡°La noci¨®n de vestimenta nacional se convierte en vestimenta internacional¡±: Blazy termina as¨ª con la idea de sus tres anteriores desfiles, que era Italia y la mirada introspectiva a las tradiciones del pa¨ªs, con objeto de bajarle dos o tres revoluciones al Bottega Veneta de fuegos artificiales que hac¨ªa su predecesor en el cargo, Daniel Lee. En un momento en que Italia defiende el control extremo de fronteras y que se enfrenta con dureza a la cat¨¢strofe migratoria de sus costas, quiz¨¢s no es mala idea salir de Italia, literal y figuradamente. O incluso abrir sus puertas. Por eso no parece casual que desde la marca hablen de los parias y los n¨®madas, que empleen como abalorios banderas de pa¨ªses imaginarios y peri¨®dicos extranjeros. Es un sutil pero eficaz mensaje. No parece casual tampoco que Cicciolina, quien fuera diputada del Partido Radical, estuviera entre las invitadas al desfile.

Para su viaje, Blazy recurre a algunos de sus ya cl¨¢sicos: el punto que maneja como ninguno en intarsias y jacquards, al que dota de rigidez, a veces, de ca¨ªda y peso otras. Dio continuidad a sus t¨ªpicos remates con flecos de piel, que ahora tambi¨¦n se convierten en pompones de rafia. Present¨® tweeds y cheviots y unos bolsos gigantes llenos de prendas de colecciones anteriores que reflejaban esta idea de evoluci¨®n. Hubo intrecciato, claro, la se?a de la casa, pero tambi¨¦n juegos con la piel, transform¨¢ndola en flores troqueladas, en pa?uelos anudados, en hojas de platanero. Colores vivos que recuerdan a estampados animales, su verde agua ya cl¨¢sico, amarillos, rojos. Algo muy alejado del lujo silencioso, curioso teniendo en cuenta que fue Blazy quien present¨® en su primera colecci¨®n una camisa de cuadros y un vaquero con apariencia de camisa de franela y de vaquero, con ca¨ªda de camisa de franela y de vaquero, pero que en realidad era un conjunto de piel.

Maximilian Davis en Ferragamo hace otro viraje en la misma direcci¨®n. El legado de una casa centenaria no puede pesar demasiado. Por eso ha salido a buscar inspiraci¨®n en sus or¨ªgenes caribe?os, mezclando elementos como la madera, el falso hueso, las piedras, con sedas plisadas, piel r¨ªgida o livian¨ªsima, cambiando el rojo, marca de la casa florentina, por trajes en piel de un verde profundo. Esta vez, adem¨¢s, introduce el lino, un tejido popular, aunque encer¨¢ndolo para confeccionar trenchs que asemejan cuero y para mezclarlo con tejidos nobles como raso o piel. Tambi¨¦n recurre Davis a las superposiciones de capas y formas y presenta prendas estampadas, algo novedoso en su trabajo, logrando un efecto tribal, s¨ª, pero tambi¨¦n apela con la mezcla de elementos naturales y procesos t¨¦cnicos al Arte Povera, el movimiento italiano que en los setenta se rebel¨® contra la bonanza econ¨®mica exacerbada de Italia para fijarse en los desheredados y en el subproletariado del sur.

M¨¢s literal en su reinterpretaci¨®n fue Donatella Versace, que recuper¨® la colecci¨®n de primavera-verano de 1995 de su hermano Gianni: colores pastel, cuadros, tweeds. Una apuesta alegre y desenfadada, una forma de desempolvar una visi¨®n m¨¢s naif y menos dominatrix que en sus ¨²ltimas colecciones. Precisamente la aparici¨®n como cierre del desfile de Claudia Schiffer, quien tambi¨¦n cerr¨® el desfile del 95 en que se inspiraba este, da una idea de la relajaci¨®n en el mensaje de Donatella: la top descansa en una pl¨¢cida y discreta vida familiar, ajena a las pol¨¦micas sobre las dificultades de la vida que protagonizan otras tops.

Reapareci¨® tambi¨¦n Naomi Campbell para cerrar el desfile de Dolce & Gabbana, que presentaron una colecci¨®n boudoir de pura corseter¨ªa y lencer¨ªa. Transparencias y blanco y negro, con alguna concesi¨®n m¨ªnima al estampado de leopardo defendido por un casting que solo ellos pueden reunir: Natasha Poly, Irina Shayk, Mariacarla Boscono, Vittoria Ceretti, Ashley Graham y Naomi, vitoreada al final. Mientras los dise?adores recurren a su esencia, veh¨ªculo comercial asegurado, utilizan cada a?o parte de esos beneficios para financiar a un joven talento, en esta ocasi¨®n Karoline Vitto. Este domingo por la ma?ana la dise?adora brasile?a desfil¨® en las dependencias de la firma italiana con una colecci¨®n ¡°para cuerpos reales. La dise?adora ha posicionado los cuerpos grandes en el centro de la escena londinense y ahora llega a Italia con sus modelos curvys¡±, dec¨ªa la nota de prensa. Fue un alivio ver, al fin, m¨¢s de una modelo con talla grande en la pasarela.

Ha cerrado la semana Giorgio Armani, quiz¨¢s el ¨²nico dise?ador que se ha mantenido tan fiel a s¨ª mismo y que no necesita recurrir a tiempos pasados para buscar inspiraci¨®n. El sello siempre reconocible de sus propuestas con inspiraci¨®n oriental, tejidos satinados, apliques de cristal y siluetas ligeras, volvieron a la pasarela para constatar que un dise?ador puede abrir las puertas a lugares lejanos, buscar fuera de sus fronteras, y ser, al mismo tiempo, historia viva de su propio pa¨ªs.