Espacios flexibles y polivalentes donde se educa con bienestar
Un ambiente ventilado, luminoso y bien dimensionado mejora la experiencia de los estudiantes, mientras que colores y ac¨²stica inciden en su confort
El entorno f¨ªsico en el que se lleva a cabo el proceso de ense?anza y aprendizaje desempe?a un papel que va m¨¢s all¨¢ de proporcionar espacios funcionales. La arquitectura de los centros educativos tambi¨¦n supone un factor que influye en el desarrollo de los estudiantes, en su bienestar o en la forma en que interact¨²an.
En opini¨®n de Santiago Atrio, director de la Escuela en Arquitectura Educativa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), ¡°un colegio no es un edificio o un contenedor de actividades, sino que forma parte del material educativo, y si queremos ir m¨¢s all¨¢ del mero cumplimiento t¨¦cnico, hay que analizar c¨®mo lo utilizamos, c¨®mo evoluciona ese uso y la percepci¨®n que tienen los usuarios¡±. Algo que conforma una l¨ªnea de investigaci¨®n que no se ha contemplado como tal en el pasado, pero que en los ¨²ltimos tiempos est¨¢ atrayendo a muchos colectivos interdisciplinares.
En este sentido, aunque la arquitectura educativa ha experimentado una evidente evoluci¨®n a lo largo del tiempo ¡ªtoda vez que el concepto se remonta al siglo XVII¡ª, los cambios m¨¢s significativos se han producido recientemente, influenciados por factores como los avances en la pedagog¨ªa y los tecnol¨®gicos, pero tambi¨¦n por la evoluci¨®n de la propia sociedad.
De hecho, como ejemplifica el arquitecto Ferm¨ªn Blanco, miembro fundador de la Asociaci¨®n Ludantia, ¡°las obras desarrolladas en el ¨¢mbito p¨²blico en estas d¨¦cadas han estado vinculadas a esa evoluci¨®n. As¨ª, el comedor ha ido ganando peso como una pieza fundamental de los centros, mientras que las normativas de accesibilidad han generado cambios en la aparici¨®n de rampas o ascensores; tambi¨¦n ha habido una gran demanda de pistas a cubierto para protegerse del sol¡±.
Necesidades cambiantes
Como apunta Blanco, una tendencia cada vez m¨¢s relevante es la b¨²squeda de espacios flexibles y polivalentes que puedan satisfacer las necesidades cambiantes de los estudiantes y los profesores. Algo que corrobora el tambi¨¦n arquitecto Gabriel Verd: ¡°Ante la tradici¨®n de una comunicaci¨®n unidireccional y jerarquizada entre profesor y alumno, surgen nuevas metodolog¨ªas pedag¨®gicas de trabajos colaborativos, gamificaci¨®n, aula invertida, educaci¨®n por competencias¡¡±. Y en tanto que las aulas se configuran alrededor de esas metodolog¨ªas, explica, ahora se exige m¨¢s de ellas, lo que implica mejores dotaciones para los espacios, ¡°como mayor conectividad o mobiliario que responda a esa flexibilidad¡±.
¡°Es crucial integrar estrategias de dise?o humanizado que velen por la conexi¨®n, la empat¨ªa y la dignidad de sus usuarios¡±, afirma Patricio Mart¨ªnez, socio fundador de PMMT, asegurando que ¡°es importante dise?ar considerando todos los sentidos que influyen en la percepci¨®n espacial, la vista, la audici¨®n, el olfato, el tacto y la termorrecepci¨®n¡±. En la pr¨¢ctica, esto abarca conceptos como la iluminaci¨®n natural, la ventilaci¨®n, el control t¨¦rmico o el acondicionamiento ac¨²stico, e influye en aspectos como los materiales de construcci¨®n, ¡°siendo preferibles, por ejemplo, aquellos acabados interiores que no vayan a emitir compuestos vol¨¢tiles que afecten al aire¡±.
Sin embargo, los centros educativos en Espa?a se ven a¨²n aquejados en su mayor¨ªa por un ¡°dise?o institucional, cuasi ministerial, que se rige por la normalizaci¨®n de m¨®dulos¡±, sostiene el doctor en arquitectura Jes¨²s Anaya, profesor titular de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y responsable del estudio Anaya Arquitectos. ¡°Nada que ver con las tendencias m¨¢s innovadoras del norte de Europa, como es el caso tan difundido y exitoso de las guarder¨ªas del bosque¡±. Dentro de nuestras fronteras, encontramos que los par¨¢metros de dise?o m¨¢s extendidos adolecen de una ¡°generalizaci¨®n dimensional¡±, tratando de universalizar las aulas y los espacios de uso colectivo, pensados m¨¢s como zonas de circulaci¨®n que como de socializaci¨®n e intercambio. Tanto es as¨ª que ¡°muchos de estos espacios est¨¢n completamente desnudos¡±, a?ade Blanco. ¡°En los patios, con frecuencia, no hay donde sentarse para comer un bocadillo ni hay una sombra¡±.
Como soluci¨®n, la propuesta de Atrio es la de ¡°contar con una normativa estatal que unifique los requisitos y recomiende unos est¨¢ndares, buscando que la experiencia educativa se personalice en funci¨®n de las caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas y sociales de su entorno¡±. El Real Decreto 132/2010, desarrollado en la etapa de ?ngel Gabilondo, establece los requisitos m¨ªnimos de los centros de ense?anza y ¡°fue un ¨¦xito, pero necesita actualizarse¡±. En este sentido, el Manual de nueva arquitectura pedag¨®gica de la Xunta de Galicia es ¡°todo un ejemplo a escala internacional¡±, recomienda.
Transformaci¨®n digital en el aula
El impacto de la tecnología viene a impulsar nuevas técnicas y experiencias de aprendizaje, y además ayuda a los estudiantes a aprender a desenvolverse en un mundo digitalizado. Así, “la arquitectura educativa debe tenerlo en cuenta para garantizar tanto la actividad de enseñanza como el bienestar y la salud del alumnado”, declara Màxim Torruella, socio fundador de PMMT.
Por un lado, se contemplan procedimientos como la integración de las instalaciones y aparatos en el mobiliario o en los paramentos verticales para “evitar los excesos de estímulos y promover la concentración”. Mientras que, de cara a la seguridad, se busca minimizar los campos electromagnéticos mediante “criterios de bioconstrucción, cables apantallados o interruptores bioswitch”. Asimismo, es importante el control de la humedad ambiental y evitar el uso de materiales que se cargan fácilmente, “como plásticos y fibras sintéticas”, aclara Torruella.
Aunque la digitalización ha de ser integrada de una forma natural en el diseño, el arquitecto Gabriel Verd defiende que “no puede ser el tema central de la planificación de escuelas; hubo un momento en los que si un aula no estaba digitalizada se quedaba obsoleta, de ahí la incorporación masiva de pizarras digitales o tablets”. En contraposición, han surgido nuevos modelos educativos, precisamente en zonas hipertecnificadas como Silicon Valley, “en los que se postula la digitalización cero”, advierte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.