La rutina de una dieta saludable: una materia escolar urgente

Hace una d¨¦cada, el colegio p¨²blico Ermitaberri (Burlada, Navarra) inici¨® un proyecto de escuela saludable con el objetivo principal de evitar, en todo lo posible desde el centro, los factores de riesgo para el desarrollo de sobrepeso y obesidad. Una de las patas de ese proyecto es la iniciativa Almuerzos Saludables ¡ªse vio interrumpida por la pandemia, pero est¨¢ a punto de retomarse¡ª que se realiza a lo largo de todo el curso y a trav¨¦s de la cual el centro compra fruta en un establecimiento del propio municipio para los almuerzos de los ni?os de los cursos de educaci¨®n Infantil y 1? y 2? de Primaria.

¡°Las familias est¨¢n encantadas con este tipo de proyectos cuyos beneficios son innegables¡±, explica Iosu Urroz, director del centro, que asegura que tienen muy claro que los h¨¢bitos hay que trabajarlos para que se asienten en la vida de los alumnos. ¡°Como se suele decir, somos lo que comemos, y es importante concienciar a los ni?os desde que son muy peque?os para contrarrestar esas tasas de obesidad que no dejan de aumentar, y evitar en lo posible enfermedades graves que est¨¢n directamente relacionadas con la alimentaci¨®n¡±, afirma.

Datos preocupantes

Seg¨²n los datos de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil (Cosi), Espa?a es el tercer pa¨ªs con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad en una clasificaci¨®n de la que forman parte 33 pa¨ªses europeos. Concretamente, se estima que casi el 40% de los ni?os espa?oles de entre seis y nueve a?os presentan sobrepeso y hasta un 16% obesidad. Los datos, obtenidos antes de la pandemia, situaban a Espa?a muy por encima de la media europea (29% de ni?os con sobrepeso y 12% con obesidad).

Aunque el incremento del sobrepeso y la obesidad responde a m¨²ltiples causas, desde el ¨¢mbito de la nutrici¨®n los expertos llevan a?os alertando de la puerta abierta a grasas, az¨²cares y calor¨ªas vac¨ªas que son los desayunos y meriendas. ¡°Las horas del almuerzo y la merienda, que tan sencillas parecen, pueden convertirse por muchos motivos en una de las comidas m¨¢s conflictivas del d¨ªa¡±, se?ala Natalia Hospido, dietista-nutricionista y una de las coordinadoras del proyecto NutriColes, que busca acercar la nutrici¨®n saludable a escuelas y familias. La experta enumera datos del estudio Aladino 2019 para reafirmar su opini¨®n. Seg¨²n estos, el 57,5% de las familias se?alan que los escolares incluyen habitualmente en el desayuno galletas, un 54,1% pan o tostadas, un 45,2% cereales de desayuno y otros cereales, y el 20,1% fruta fresca y el 12,2% boller¨ªa. ¡°Sin duda, la merienda no es muy diferente a los desayunos, ya que se repiten elecciones y patrones de consumo¡±, a?ade.

Como sucede con muchas iniciativas como las del colegio Ermitaberri, estas terminan con el paso a cursos m¨¢s avanzados. Y, aunque como apunta Iosu Urroz, ¡°el h¨¢bito adquirido de comer fruta en el almuerzo se mantiene sin gran esfuerzo¡±, lo cierto es que el control del almuerzo saludable ya se vuelve m¨¢s complicado. ¡°Una vez que las familias tienen que decidir qu¨¦ almuerzo preparar a sus hijos, la pel¨ªcula puede cambiar un poco. Por ello, al comienzo de curso, en las reuniones generales, se les recuerda a las familias la importancia de seguir manteniendo estos h¨¢bitos saludables¡±, explica. ¡°Es algo que no solo pasa con la alimentaci¨®n, sino con la crianza en general. Parece que se pasa de tener ¡°beb¨¦s protegidos¡± a tener ¡°ni?os mayores a los que se da manga ancha¡±, reflexiona por su parte Natalia Hospido, que considera que socialmente ¡°no existe una conciencia real¡± de la importancia de la alimentaci¨®n para la salud.

La excusa de la falta de tiempo

Para muchas familias, en un mundo marcado por el estr¨¦s y las prisas, la falta de tiempo es el argumento principal para recurrir a productos menos saludables para desayunos, almuerzos y meriendas. ¡°Este argumento es el que nos vende la industria y el que ha conseguido convencer a tantas familias de que comer algo r¨¢pido es incompatible con que sea saludable, pero no es cierto. Para muestra la fruta. Un pl¨¢tano o unas mandarinas son f¨¢ciles de llevar en la mochila al colegio y tienen abref¨¢cil y envase biodegradable¡±, apunta Natalia Hospido.

De la misma opini¨®n es la chef Paloma Col¨¢s, que anima a echar la vista atr¨¢s, hacia nuestros padres y abuelos, y a simplificar. ¡°Una pieza de fruta lavada, con piel y todo, es la merienda m¨¢s f¨¢cil del mundo y tambi¨¦n la mejor para la salud. Los ni?os aprenden de lo que ven, as¨ª que los adultos debemos sumarnos a esas meriendas y almuerzos para ir todos de la mano¡±, sostiene Col¨¢s, que tambi¨¦n reniega del argumento del menor precio de los productos insanos: ¡°Siempre hay en oferta alguna fruta de temporada que es estupenda. Por poner solo un ejemplo, un kilo de manzanas ronda los dos euros, mientras que muchos de los bollos o zumos que se usan como alternativa no saludable superan con creces ese precio¡±, concluye.