Transici¨®n verde versus oferta fiable
La guerra en Ucrania dispar¨® las alarmas por el abastecimiento en Europa y algunos pa¨ªses vieron la necesidad de usar m¨¢s combustibles f¨®siles. Contra este retroceso, los expertos avisan: para que el cambio de modelo energ¨¦tico prospere deben abordarse la sostenibilidad, la asequibilidad y la seguridad al mismo tiempo
A la UE, faro y referente mundial de la transici¨®n energ¨¦tica desde que el Consejo Europeo acordara, en 2014, el Marco 2030 de Energ¨ªa y Clima, le patinaron las ruedas a principios de 2022, cuando Rusia invadi¨® Ucrania y cerr¨® el grifo del gas, agravando la subida de los precios del gas y la electricidad, que ya ven¨ªa de antes. Alemania, con sus centrales nucleares desmanteladas y una implantaci¨®n de renovables ambiciosa pero a¨²n a medias, anunci¨® que tirar¨ªa m¨¢s de carb¨®n, combustible que se hab¨ªa propuesto abandonar en 2030. La urgencia de salvaguardar la seguridad energ¨¦tica en esa coyuntura complicada se impuso a lo importante y prioritario hasta ese momento, que era transitar con paso firme hacia una econom¨ªa descarbonizada. Y abri¨® un debate oficioso sobre c¨®mo equilibrar ambas necesidades.
¡°La invasi¨®n rusa de Ucrania ha expuesto a la industria energ¨¦tica y al mundo la fragilidad de la seguridad energ¨¦tica. Las centrales de carb¨®n se est¨¢n poniendo en marcha y los proyectos de energ¨ªas renovables est¨¢n sufriendo presiones. Por otra parte, los consumidores se ven presionados por el coste de la energ¨ªa¡±, resume la situaci¨®n el Foro Econ¨®mico Mundial en un art¨ªculo sobre el futuro de la energ¨ªa, poniendo encima de la mesa el llamado trilema entre la sostenibilidad, la asequibilidad y la seguridad en el suministro, al que ha de enfrentarse, tambi¨¦n, la transici¨®n energ¨¦tica. ¡°El triple problema ha conducido a un conflicto de prioridades. Pero, en un sistema energ¨¦tico descarbonizado, deber¨ªan tirar todas en la misma direcci¨®n, y los sectores p¨²blico y privado podr¨ªan resolverlo con un nuevo enfoque de escalado y aplicaci¨®n¡±, receta.
De entrada, ese versus o contraposici¨®n entre seguridad y transici¨®n energ¨¦tica no le gusta nada a Mariano Marzo, catedr¨¢tico em¨¦rito de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Barcelona, ya que considera que la primera es una parte fundamental de la segunda. ¡°Hemos de hacerlas compatibles; no podemos hipotecar el presente en funci¨®n del futuro¡±, reclama. La guerra en Ucrania no ha creado el problema sino que ha venido a levantar la alfombra, seg¨²n viene a decir, destapando un trilema energ¨¦tico totalmente decantado hacia el frente del cambio clim¨¢tico, a cualquier precio, que por el camino se ha olvidado de la pol¨ªtica energ¨¦tica, ¡°subsumida por la ecolog¨ªa¡±. De manera que ahora, para atajar la crisis, Europa ha de importar Gas Natural Licuado, m¨¢s caro por no existir un contrato a largo plazo y con un extra de doble moral, puesto que procede del fracking, t¨¦cnica en moratoria en el Viejo Continente.
Pedro Linares, profesor de ICAI-Comillas, comenta que el principal problema no es la falta de suministro sino la dependencia de los derivados del petr¨®leo, ¡°con una volatilidad de precios tremenda¡±, que ir¨¢ a m¨¢s en el futuro, como ya lo vio venir un estudio de 2017 de Economics for Energy, centrado en Espa?a. ¡°Todo lo que sea abandonar los combustibles f¨®siles es mejorar en seguridad¡±, sentencia. En eso hay unanimidad. La controversia entre seguridad y transici¨®n es, en el fondo, un debate sobre la velocidad que ha de imprimirse al cambio. Marzo aboga por gestionar el ritmo de la transici¨®n energ¨¦tica, sin confundir deseos con realidad. Raquel Paule, directora general de la Fundaci¨®n Renovables, cree que el principal enemigo de la transici¨®n energ¨¦tica son las actitudes diletantes. ¡°Estamos en esta situaci¨®n porque nos hemos dormido en los laureles¡±, enfatiza.
Ruta realista
Ernest Moniz, secretario de Estado de Energ¨ªa con Obama, escribi¨® en un art¨ªculo publicado en Science que habr¨ªa que hablar no del Green Deal sino de Green Real Deal. ¡°En ese real est¨¢ la clave¡±, subraya Marzo, que trae la cita a colaci¨®n para urgir a Europa, a cualquier territorio en realidad, a dotarse de una hoja de ruta realista, viable, verificable, auditable y segura, que gu¨ªe el tr¨¢nsito hasta la meta: energ¨ªa abundante, barata y limpia. Pedro Fresco, director general de Avaesen (asociaci¨®n de empresas de renovables y otras tecnolog¨ªas limpias de la Comunidad Valenciana), pide por su parte no bajar la velocidad de la transici¨®n.
¡°Este tipo de shocks son un arma de doble filo¡±, apunta Fresco, aludiendo a la crisis energ¨¦tica que vive Europa. Por un lado, azuzan a los pa¨ªses para aumentar su autonom¨ªa energ¨¦tica, fundamentalmente con renovables, ¡°porque no existe otra alternativa m¨¢s r¨¢pida¡±. Por el otro, generan miedo, ¡°que puede llevar a pol¨ªticas equivocadas¡±, del tipo de ¡°teor¨ªas disparatadas como el fracking¡± o inversiones en infraestructuras f¨®siles, ¡°por si acaso¡±, muy costosas y que no tendr¨¢n utilidad en el medio-largo plazo. ?l plantea la cuesti¨®n en t¨¦rminos de ambici¨®n, valent¨ªa y cabeza fr¨ªa frente a la urgencia y las presiones. ¡°Cuando hay cambios profundos, siempre existe la tentaci¨®n de ir m¨¢s lento, de decir, ¡®no, espera¡¯. Pero la historia nos ha demostrado que eso no funciona¡±, declara. ?Y si la transici¨®n no tiene en cuenta la seguridad ni el acceso, y se lleva por delante a los m¨¢s vulnerables? ¡°La soluci¨®n no es retrasar el cambio sino adoptar medidas compensatorias que eviten el problema social, para que sea una transici¨®n justa¡±, responde.
¡°Existen herramientas para que la transici¨®n no se convierta en una apisonadora que arrolle a los m¨¢s desfavorecidos; el dinero est¨¢, hay que saber reconducirlo¡±, concreta Raquel Paule. Autoconsumo, rehabilitaci¨®n energ¨¦tica, ayudas, un cambio en la movilidad y el transporte, y en los modelos de consumo y de crecimiento. La cuesti¨®n es que ¡°no nos podemos parar, porque el coste de hacerlo ser¨ªa a¨²n m¨¢s alto¡±, completa. En mayo de 2022, y en respuesta ¡°a las dificultades y a las perturbaciones del mercado mundial de la energ¨ªa causadas por la invasi¨®n rusa de Ucrania¡±, la Comisi¨®n Europea puso en marcha el Plan REPowerEU, con un triple objetivo: ahorrar, producir energ¨ªa limpia y diversificar su abastecimiento. La estrategia combina medidas de choque, cortoplacistas y de car¨¢cter social, como el tope de los precios del gas y del petr¨®leo, con las luces largas del despliegue adicional de renovables.
Entre el piano piano y el no hay tiempo, la Comisi¨®n Europea ha hecho suyo lo segundo, y acaba de lanzar un nuevo objetivo del 90% de reducci¨®n de emisiones de GEI para 2040. La Fundaci¨®n Renovables lo aplaude, aun siendo cr¨ªtica con alguna de las disposiciones anunciadas. ¡°En un contexto de crecientes reticencias hacia las pol¨ªticas medioambientales, m¨¢s motivadas por los posicionamientos pol¨ªticos de cara a las elecciones de junio [las europeas del 9 de junio] que por los de los sectores afectados, no se pueden permitir pasos atr¨¢s en la pol¨ªtica clim¨¢tica si Europa quiere ser un referente en sostenibilidad y labrarse un futuro de independencia energ¨¦tica¡±, declara en nota de prensa. Nadie lo verbaliza pero se respira en el ambiente el miedo al avance de los populismos, que est¨¢n usando la transici¨®n verde como argumento para criticar a la UE, y provocando que los partidos conservadores reclamen una pausa, temerosos como est¨¢n de perder espacio frente a la ultraderecha.
Marzo lo considera una hu¨ªda hacia delante, una respuesta f¨¢cil, sin base en la evidencia cient¨ªfica, a un problema complejo. ¡°La soluci¨®n no es correr m¨¢s¡±, espeta. Contesta con un rotundo no a la pregunta de si Europa est¨¢ preparada para un cambio con todas las garant¨ªas, y recurre a la pir¨¢mide de Maslow y su jerarqu¨ªa de las necesidades humanas para establecer que lo prioritario, lo que se sit¨²a en la base, deber¨ªa ser la seguridad de un suministro accesible para todos, y que solo cuando ese piso estuviera cubierto habr¨ªa que pasar al siguiente (fiabilidad), al siguiente (precio), al siguiente (eficiencia) y al ¨²ltimo, el de aceptabilidad. ¡°Hace mucho tiempo que Europa se ha instalado en la cima de esa pir¨¢mide pensando que todo lo dem¨¢s est¨¢ resuelto, cuando no lo est¨¢¡±, advierte. Denuncia el autoenga?o y la ¡°poca autocr¨ªtica¡± que subyace en el hecho de presumir de reducci¨®n de emisiones cuando dicha bajada responde a la deslocalizaci¨®n y externalizaci¨®n de la producci¨®n de todo lo intensivo en energ¨ªa. ¡°Ahora, encima, nos falla la seguridad de suministro¡±, lamenta.
Seg¨²n datos de Eurostat, los derivados del petr¨®leo, gas y carb¨®n sumaron un 69% del mix energ¨¦tico comunitario en 2021, y tuvieron que ser, en su mayor¨ªa, importados de terceros pa¨ªses. Los minerales y componentes de la energ¨ªa solar y e¨®lica, tambi¨¦n. ¡°La transici¨®n, en materia de seguridad energ¨¦tica, comporta un cambio de paradigma; no es solo suministro de hidrocarburos. Hemos pasado de extraer hidrocarburos a minerales cr¨ªticos¡±, explica Marzo. Y a traer desde Asia, sobre todo desde China, paneles solares, aspas de e¨®lica o bater¨ªas para el veh¨ªculo el¨¦ctrico. De manera que la geopol¨ªtica ¡ªl¨¦ase ataques a barcos en el mar Rojo o un atasco como el que se produjo en el canal de Suez¡ª afecta de forma cr¨ªtica al suministro de las tecnolog¨ªas de transici¨®n. ?Cu¨¢l es la autonom¨ªa estrat¨¦gica de la UE en ese terreno?¡±, se pregunta el catedr¨¢tico.
El impacto chino
China, el pa¨ªs que m¨¢s renovables (tambi¨¦n nuclear y t¨¦rmica) est¨¢ instalando en el mundo, y que se ha comprometido a cero emisiones netas para 2050, no ha querido firmar (India tampoco) el compromiso mundial de la COP28 para triplicar la capacidad de renovables y duplicar la eficiencia energ¨¦tica para 2030. ¡°Aunque lo mismo dentro de seis a?os son China e India los que han triplicado su capacidad y nosotros, no¡±, incide Linares, interpretando la postura de ambos pa¨ªses m¨¢s bien como una reafirmaci¨®n frente a Occidente. ¡°No han querido que les vengamos a decir lo que tienen que hacer¡±, expresa. Su negativa tambi¨¦n se puede entender como cautela a la hora de poner negro sobre blanco cualquier cosa que pueda suponer una renuncia a los combustibles f¨®siles en el corto y medio plazo.
De nuevo, la seguridad energ¨¦tica como prioridad. Como declaraba el presidente Xi Jinping en el ¨²ltimo congreso del Partido Comunista Chino, el principio de su transici¨®n es no dejar de lado lo viejo hasta no tener en marcha lo nuevo. Marzo suscribe sus palabras.
El comod¨ªn tecnol¨®gico
A nadie se le escapa que vienen tiempos duros si la humanidad pretende hacer en seis años lo que no ha hecho en más de 40, como avisa Raquel Paule desde Fundación Renovables. Por eso, cuando, en abril de 2022, los investigadores Jaime Vindel Gamonal (IH-CSIC) y Emilio Santiago Muíño (ILLA-CSIC) del proyecto Humanidades energéticas. Energía e imaginarios socioculturales entre la revolución industrial y la crisis ecosocial organizaron un curso de especialización en torno a los límites y posibilidades de la transición energética, el CSIC decidió dejar los vídeos disponibles en abierto para seguir estimulando “una reflexión imprescindible”. A pesar de que las charlas de los expertos y expertas reunidas, con posiciones discrepantes, tenían un perfil técnico, “en todas ellas salió a relucir el nudo gordiano fundamental: la transición energética es un desafío en el que las variables claves son socioeconómicas y políticas”. Todas, o casi todas, aludieron al papel de la tecnología, como coadyuvante. El aumento de eficiencia energética, el autoconsumo, el vehículo eléctrico, el hidrógeno verde mencionados por Hugo Lucas, por entonces responsable de comunicación y relaciones institucionales de IDAE (organismo público que gestiona la diversificación y el ahorro de la energía en España); las técnicas de reciclaje que aportó Alicia Valero, profesora e investigadora de la Universidad de Zaragoza, defensora del patrimonio mineral. “Tenemos las tecnologías para descarbonizar”, insiste Pedro Fresco, que abre la puerta a que aparezcan otras nuevas por el camino. “El histórico nos demuestra que hay algunas que van más lentas de lo que pensábamos, y otras, mucho más rápidas. Hace cinco años, nadie se esperaba el desarrollo que iba a tener la fotovoltaica”, acota. Mariano Marzo también reclama, además de buena gobernanza y la erradicación de “populismos cortoplacistas”, una apuesta fuerte por la I+D+i: “Necesitamos innovacion tecnológica, política, y social”.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.