Dinero americano para Mor¨®n y Rota
La guerra en Ucrania fuerza a EE UU a dedicar m¨¢s recursos a sus bases militares en Europa, tras a?os de desinversi¨®n en estos puestos estrat¨¦gicos
La amenaza directa de Rusia a las fronteras europeas ¡ªbuena parte de ellas, territorio de la OTAN¡ª plasmada en la guerra en Ucrania ha tenido un impacto directo en el gasto militar. Otra de las consecuencias de esta situaci¨®n b¨¦lica, cada vez m¨¢s enquistada y sin soluci¨®n a corto plazo, es que Estados Unidos se ha visto obligado a acometer nuevas inversiones en sus bases militares en Europa, con el objetivo de ampliarlas y reforzarlas. Esta es una de las conclusiones que recoge la consultora EY en su informe Espa?a 2023. Un a?o por delante. Es complicado saber hasta qu¨¦ punto se puede cumplir esta previsi¨®n, pero el socio responsable del sector construcci¨®n e infraestructuras de EY, Fernando Gonz¨¢lez Cuervo, avanza algunas cifras.
Entre 2022 y 2024, el Departamento de Defensa de EE UU ha presupuestado casi 1.200 millones de d¨®lares en reforzar y mejorar sus instalaciones terrestres en suelo europeo y otros 636 millones de d¨®lares en ocho de sus bases navales en el continente, entre ellas las de Mor¨®n (Sevilla) y Rota (C¨¢diz). Estos presupuestos solo incluyen los proyectos relevantes, por lo que todas las inversiones por debajo de un mill¨®n de euros no entran en el recuento. De entrada, las cantidades no parecen muy elevadas. ¡°Ese dinero es lo que te cuesta hacer una l¨ªnea de metro o un t¨²nel. La cuesti¨®n es que hemos pasado de no gastar pr¨¢cticamente nada a 2.000 millones en un par de a?os debido a la guerra en Ucrania¡±, sostiene Gonz¨¢lez Cuervo.
Esas infraestructuras militares (hangares, almacenes, dep¨®sitos, oficinas¡) son solo la punta del iceberg del gasto en Defensa. Despu¨¦s hay que dotar a estos recintos de equipos y de tecnolog¨ªa, lo que impulsa el crecimiento de la industria militar. Participar en este tipo de proyectos es complicado, ya que est¨¢n sometidos a la legislaci¨®n estadounidense, tremendamente estricta. Pocas compa?¨ªas europeas suelen implicarse en estas licitaciones, que por lo general llevan a cabo empresas norteamericanas.
Lugares sensibles
La estructura de estas obras no se diferencia mucho respecto a otras en cuanto al aspecto constructivo, pero s¨ª en lo que respecta a su confidencialidad. Se trata de infraestructuras muy particulares, sometidas a continuas amenazas que incluyen posibles atentados terroristas, por lo que el control es m¨¢ximo. ¡°Es dificil¨ªsimo entrar en el club de empresas que participan en estas licitaciones. Las autoridades de Estados Unidos tienen mucho cuidado con qui¨¦n entra en sus instalaciones militares y qui¨¦n no, las condiciones en las que se llevar¨¢n a cabo las obras¡ Son aspectos que incumben a su seguridad nacional y la Administraci¨®n es muy rigurosa¡±, a?ade el consultor. Aunque las bases est¨¦n ubicadas en pa¨ªses europeos, toda la contrataci¨®n y burocracia que traen aparejadas estas infraestructuras se ejecuta seg¨²n las reglas y normas de EE UU.
El director del think tank EsadeGeo, ?ngel Saz-Carranza, coincide en que sin el actual conflicto en el este europeo, la Administraci¨®n de Biden hubiera apostado por el ¡°decrecimiento¡± de inversiones en el continente. El caso es que, a trav¨¦s de la denominada Iniciativa Europea de Disuasi¨®n (EDI, por sus siglas en ingl¨¦s), Estados Unidos casi ha duplicado su inversi¨®n en infraestructura militar de 2021 a 2023. En dos a?os, sus responsables de Defensa han destinado 800 millones de d¨®lares, fuera del paraguas de la OTAN, a sus bases europeas. ¡°Han invertido desde en amarres para aumentar la capacidad de destructores hasta en cuarteles especializados, pasando por sistemas de informaci¨®n fijos y de detecci¨®n submarina¡±, apunta Saz-Carranza.
Opina este experto en estrategia que la urgencia de la guerra lo ha cambiado todo, ya que a los pa¨ªses europeos no les ha quedado otra que acercarse a EE UU para comprar y acceder a la tecnolog¨ªa militar de ¨²ltima generaci¨®n. Esto implica, necesariamente, que Europa va a retrasar unos cuantos a?os la posibilidad de desarrollar su propia industria, porque esos miles de millones de euros dedicados a ese cap¨ªtulo est¨¢n yendo a parar ahora mismo a las arcas americanas. En otras palabras, los proyectos industriales y militares made in Europe se han frenado en seco. ¡°La guerra ha hecho que vuelva el inter¨¦s de Estados Unidos por Europa, aunque sea temporal, tras los a?os del mandato de Donald Trump¡±, a?ade el profesor de Esade.
Por su parte, el investigador principal del Real Instituto Elcano, F¨¦lix Arteaga, sostiene que EE UU no precisa aumentar su n¨²mero de bases porque cuenta con una nutrida red de acuerdos con numerosos pa¨ªses que le permiten realizar ejercicios militares, desplegar instructores militares o incluso utilizar instalaciones nacionales. Abrir y cerrar estas instalaciones, adem¨¢s, es un proceso complejo. ¡°Las inversiones se orientan a mejoras operativas en las instalaciones en el este de Europa, no a crear nuevas bases¡±, insiste Arteaga. Y recuerda que, con la reducci¨®n de fuerzas y de presupuestos de los ¨²ltimos a?os, es complicado acometer nuevas construcciones, por lo que la prioridad es mantener las que ya est¨¢n activas. ¡°Tampoco est¨¢ en el radar de Europa el compartir o crear nuevas infraestructuras militares¡±, a?ade.
La OTAN ampl¨ªa su gasto hasta los 1.000 millones
En sus presupuestos para 2023, la OTAN ha fijado un límite de 1.000 millones de euros para el denominado Programa de Inversiones en Seguridad (NSIP, por sus siglas en inglés), lo que supone un incremento del 26,6% respecto a 2022. Esta partida cubre las principales inversiones en construcción y en sistemas de mando y control de la Alianza Atlántica, y su principal objetivo es dotar a los países miembros de aquellas infraestructuras que exceden de los requisitos nacionales de Defensa. Las empresas españolas interesadas en participar en una licitación internacional de este tipo son nominadas, certificadas y apoyadas por el Ministerio de Defensa. Este soporte se canaliza a través de la emisión de una declaración de elegibilidad o de una lista de empresas interesadas que se envía a la nación anfitriona del proyecto.
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