?Recibir carne de kobe y otros productos gourmet por pagar impuestos? En Jap¨®n es posible
El ¡®furusato nozei¡¯, creado en 2008, se recauda con la finalidad de dotar de ingresos fiscales a los ayuntamientos de las regiones m¨¢s despobladas
En Jap¨®n, desde 2008 y por obra del entonces ministro de Asuntos Interiores y Comunicaci¨®n del Partido democr¨¢tico liberal, Yoshihide Suga, existe un impuesto cuyo pago implica poder escoger entre una selecci¨®n de productos gourmet. Se llama furusato nozei y se recauda con la finalidad de donarlo a los ayuntamientos que el ciudadano escoja y de los que recibir¨¢ una jugosa recompensa en forma de carne de kobe, verduras de temporada o abal¨®n salvaje, uno de los mariscos m¨¢s exclusivos del mundo.
As¨ª lo explica el Ministerio de Asuntos Interiores y Comunicaciones de Jap¨®n en su web: ¡°Muchas personas nacen en zonas rurales, crecen en sus pueblos recibiendo una variedad de servicios por residente, como atenci¨®n m¨¦dica y educaci¨®n, de los gobiernos locales y, finalmente, se trasladan a zonas urbanas para cursar estudios superiores o encontrar empleo, donde pagan impuestos. Como resultado, los gobiernos locales urbanos reciben ingresos fiscales, pero el gobierno local donde nacieron y crecieron no recibe ning¨²n ingreso fiscal. Por lo tanto, ?no ser¨ªa bueno tener un sistema en el que, incluso si ahora vives en una ciudad, puedas pagar tantos impuestos como quieras a la ciudad natal que te crio?¡±.
Todos los ciudadanos japoneses est¨¢n obligados a pagar un impuesto de residencia y esto significa que, como la mayor¨ªa de la poblaci¨®n se concentra en ¨¢reas urbanas, hay una descompensaci¨®n entre estas y las zonas rurales. Por esta raz¨®n, se implementa el furusato nozei: para que los ciudadanos japoneses paguen este impuesto, que se considera m¨¢s bien una donaci¨®n obligatoria, a los pueblos que crean sus alimentos preferidos u otros productos artesanos, que normalmente son los que recaudar¨ªan menos impuestos. De ellos recibir¨¢n esas verduras, frutas, sake u otras delicias elegidas, directamente, a la puerta de su casa. El ciudadano puede decidir con qu¨¦ pueblos contribuye (deben ser otros pueblos distintos al de residencia, puesto que este no enviar¨¢ dicho obsequio al residente).
Por otra parte, cada Ayuntamiento tambi¨¦n puede escoger a qu¨¦ destinar¨¢ esa donaci¨®n: ¡°A limpiar el pl¨¢stico de los oc¨¦anos, garantizar la seguridad viaria para los ni?os, invertir en cuidados de apoyo para los ancianos, preservar la cultura tradicional, a fondos para la recuperaci¨®n tras un desastre...¡±, detallan desde el Ayuntamiento de Ky¨tango, en la prefectura de Kioto, cuyo cat¨¢logo puede visitarse aqu¨ª y ofrece productos como un pack de siete latas de cerveza artesana, solomillo de wagyu de la granja Moritaya de Kioto, una selecci¨®n de siete vegetales encurtidos de la marca Nishiri o una caja de abal¨®n salvaje en conserva capturando en el municipio. ¡°Muchos de los productos son artesanos y de la m¨¢s alta calidad, as¨ª que al hacer tu donativo podr¨¢s acceder a cosas que no puedes encontrar en tu ciudad. Es una manera fant¨¢stica de descubrir el pa¨ªs sin salir de casa¡±, dicen en su web.
La cantidad pagada en el furusato nozei puede escogerse y se deducir¨¢ en un porcentaje variable del impuesto de residencia. ?A m¨¢s importe, mayores deducciones? No es as¨ª. Existe un l¨ªmite m¨¢ximo para el donativo que se determina por la estructura de la unidad familiar, los ingresos anuales y otras deducciones que ya se disfruten. Por ejemplo, una persona soltera y sin hijos que gana 5 millones de yenes al a?o (unos 31.500 euros) puede pagar, como mucho, 400 euros; si est¨¢ casada, 165 euros, y si tiene hijos que est¨¢n estudiando en la universidad, 32 euros.
Tras la gesti¨®n, que puede procesarse v¨ªa internet, cada obsequio ser¨¢ enviado a casa del contribuyente. ¡°Las empresas que proporcionan los obsequios deben estar registradas en cada gobierno local al que pertenecen y los criterios para aceptar unas u otros productos var¨ªan seg¨²n la regi¨®n¡±, explica Hanae Yoshida, portavoz de la secci¨®n econ¨®mica de la Embajada de Jap¨®n en Espa?a. La ciudad de Saitama establece, por ejemplo, que los productos deber¨¢n ser manufacturados en la ciudad, tengan un valor a?adido por la forma en la que se producen y un arraigo a la ciudad.
Parece que el sistema funciona. ¡°Los resultados reales en el a?o fiscal 2021 fueron de aproximadamente 830,2 mil millones de yenes (aproximadamente 1,2 veces en comparaci¨®n con el a?o anterior) y aproximadamente 44,47 millones de casos (aproximadamente 1,3 veces en comparaci¨®n con el a?o anterior)¡±, indica el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaci¨®n de Jap¨®n en su informe de resultados donde se detalla a qu¨¦ fin eligieron los ciudadanos que se destinara su donaci¨®n. Sanidad encabeza la lista, seguido de educaci¨®n y desarrollo de recursos humanos, bienestar de la infancia, desarrollo industrial y medio ambiente e higiene, entre otros. Las deducciones fiscales en 2020 se estimaron en 567,2 mil millones de yenes (aproximadamente 1,3 veces en comparaci¨®n con el a?o anterior), y el n¨²mero de personas que aplican la deducci¨®n es de aproximadamente 7,41 millones (tambi¨¦n, 1,3 veces en comparaci¨®n con el a?o anterior).
No obstante, el furusato nozei tambi¨¦n tiene sus cr¨ªticas. Sato Motohiro, miembro del Instituto de Investigaci¨®n en Econom¨ªa, Comercio e Industria (RIETI) afirma en su estudio Pros and Cons of the ¡°Hometown Tax¡± Donation Program: Return gifts should be excluded from deductibles, que el ¨¦xito del impuesto, que consigui¨® 165 billones de yenes en 2015, cuadruplicando la del anterior a?o fiscal y multiplicando por 20 los resultados de su primer a?o, en 2008, no es tal. ¡°Si bien es cierto que el programa jug¨® un papel significativo en apoyar a los municipios afectados por cat¨¢strofes como el terremoto de 2011 y los incendios de Itoigawa en 2016, en a?os normales, los contribuyentes eligen los municipios seg¨²n los obsequios que les proporciones. As¨ª, el furusato nozei es m¨¢s un env¨ªo de productos subsidiado por el gobierno que un programa de donaciones¡±.
Motohiro arguye que el sistema actual est¨¢ estimulando una competici¨®n malsana entre municipios, que encuentran vac¨ªos legales para incluir objetos como tablets y drones entre su cat¨¢logo, y que de esta forma no se consigue el prop¨®sito bajo el cual se ide¨® el impuesto. En este sentido, el experto se?ala que el gobierno hab¨ªa depositado esperanzas en esta f¨®rmula para crear una cultura de la donaci¨®n mediante incentivos. ¡°Pero por definici¨®n, la donaci¨®n es el acto de dar sin esperar nada a cambio, solamente para ayudar la causa o la actividad que sea desea apoyar (...) y el furusato nozei podr¨ªa extender la falsa idea de que es natural recibir algo cuando se dona¡±. Por ¨²ltimo, Motohiro ve en el triunfo del impuesto un doble rasero: ¡°Ha tenido una gran influencia en decisiones empresariales, como en el caso de una compa?¨ªa de marisco que dada la alta demanda de su producto que recibi¨® por el impuesto, se hizo con una nueva planta procesadora para satisfacerla (...) ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando su producto deje de estar de moda? Se ver¨¢ con un espacio que le sobra y una gran deuda¡±.
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