Galletas, churros y Cola Cao: los aplaudidos y realistas desayunos de Pepe Baena Nieto
El artista gaditano, c¨¢mara de profesi¨®n, retrata peque?as escenas de su vida diaria en las que la comida tiene gran protagonismo
?Puede la imagen de un desayuno emocionar, evocar, por ejemplo, recuerdos de infancia? Pese a que las redes sociales parezcan reflejar lo contrario, a muchos seguramente les resulte m¨¢s f¨¢cil sentirse identificados con un paquete de galletas a medio consumir y un vaso de Cola-cao con grumos sobre una encimera blanca con alguna que otra mancha, que con una tostada de salm¨®n, aguacate y huevo poch¨¦ o con un bowl de a?a¨ª, inmortalizados en un decorado impoluto. Estos ¨²ltimos abundan en universos como los de Instagram y TikTok. La primera estampa, sin embargo, es seguramente la que se encuentra de verdad con m¨¢s frecuencia en las casas, el primer bocado del d¨ªa de muchos. Es por eso que Pepe Baena Nieto (C¨¢diz, 45 a?os) explica el ¨¦xito de su obra, especialmente de los ¨®leos dedicados al los desayunos. ¡°A la gente le recuerda a su vida, a sus abuelos, a cuando eran peque?os¡±, comenta, al otro lado de tel¨¦fono. Minutos m¨¢s tarde, quiere irse a Las Flores a por pesca¨ªto frito para un bodeg¨®n.
Baena es un pintor tard¨ªo y ni siquiera pretende vivir de una afici¨®n en la que se adentr¨® a los 31 a?os, tras el nacimiento de su primer hijo. ?l en realidad es c¨¢mara y editor de v¨ªdeo en la Diputaci¨®n de C¨¢diz ¡ªtrabajo que, declara, le hace feliz¡ª, pero alguna tarde y los fines de semana se encierra en su taller para plasmar una parte de la realidad que lo rodea. ¡°Pinto mi vida, mi mundo. Tengo tres ni?os peque?os y muchas son escenas familiares¡±. De esos momentos privados salen la mayor¨ªa de los desayunos que inmortaliza y que hoy son su serie de pinturas m¨¢s aplaudida. El primero de ellos, recuerda, fue un caf¨¦ con churros. ¡°Estaba desayunando en la plaza, hice una foto y lo pint¨¦¡±.
Despu¨¦s de aquello, llegaron el del paquete abierto de galletas con Cola-Cao, el del bollo Pantera rosa, el de los Donuts o el de la torta de In¨¦s Rosales, siempre, con ese toque de realidad que caracteriza su obra, como unas salpicaduras del caf¨¦ o unas migas esparcidas por la encimera. Siempre con el azulejo blanco de su cocina de fondo. ¡°El primero que hice con tortas de In¨¦s Rosales me lo compr¨® la f¨¢brica¡±, cuenta. Sus obras las vende principalmente a trav¨¦s de las redes sociales, aunque tambi¨¦n se pueden encontrar algunos ejemplares en galer¨ªas, por un precio que va desde los 1.200 euros. Todas ellas son ¨²nicas.
¡°Much¨ªsimas gracias por trasladarme a mi infancia¡±, ¡°Estoy en la cama y me acabo de levantar para prepararme lo mismo, es pura realidad¡±, ¡°Toda mi vida resumida. Sublime¡±, son algunos de los comentarios que los fieles de Baena ¡ªm¨¢s de 38.000¡ª dejan en sus publicaciones de Instagram. En ellas, hay im¨¢genes de sus desayunos, pero tambi¨¦n hay espacio para otras escenas que tienen que ver con la cotidianeidad gastron¨®mica de su tierra. Hay bodegones de pesca¨ªto frito y de un aperitivo t¨ªpico con cerveza, patatas fritas Franjose y picos; hay peras en una caja de pl¨¢stico, higos y litronas de Cruzcampo casi vac¨ªas sobre una mesa, rodeadas de cigarrillos consumidos; hay momentos compartidos en torno a la mesa, con sus hijos, su mujer y otros miembros de su familia; y una composici¨®n con verduras, hortalizas y carne, av¨ªos para hacer puchero. ¡°Muchas veces me pasa que voy a buscar inspiraci¨®n y hay veces que vas y no lo encuentras. Otras, sin embargo, aparece por casualidad, y de ah¨ª salen los mejores cuadros¡±, sostiene. ?l confiesa no tenerle apego a su obra, de la que se desprende con facilidad si alguien la compra, a excepci¨®n de unos pocos lienzos que se han quedado sus hijos.
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