Navaja: los gallegos dominar¨¢n el mundo

?En serio? ?Hay una invasi¨®n gallega?

Tengo la teor¨ªa de que los gallegos conquistar¨¢n el mundo. Bueno, y si no el mundo entero, s¨ª conquistar¨¢n el escenario gastron¨®mico nacional durante lo que queda de a?o y parte del siguiente. Argumentos no les faltan. Tienen un producto excelente, y si has pasado unos d¨ªas en Galicia sabr¨¢s que los kilos de m¨¢s son un souvenir con el que todo el mundo regresa a su hogar.

Pero, adem¨¢s, en muy poco tiempo han abierto o abrir¨¢n: 2estaciones (Valencia); Barra Atl¨¢ntica (Santiago de Compostela); Bico y Frinsa La Conservera (Madrid) y Bobo Pulp¨ªn (Barcelona). Si eso no es un despliegue de primer nivel¡­

Vamos, que est¨¢s paranoico.

Un poco, como siempre. Pero aqu¨ª lo importante es Navaja y no mi salud mental.

Ah¨ª que voy: Navaja abri¨® hace 4 meses en Malasa?a. Es un restaurante informal de carta reducida ¨Cuna docena de platos¨C y una cocina que mezcla producto gallego con recetas, t¨¦cnicas y sabores de Asia y Am¨¦rica Latina. Una especie de cocina fusi¨®n que, seg¨²n sus propietarios, quiere ser un homenaje a los gallegos emigrados.

Eso de mezclar cilantro y grelos, no s¨¦ yo¡­

La mezcla funciona muy bien. Un ejemplo son los pimientos de Padr¨®n que me sirvieron de aperitivo, vienen fritos y macerados en soja, comino y vinagre de arroz; un plato sencillo y con un punto de acidez buen¨ªsimo.

El aguachile est¨¢ tremendo, lo elaboran con gamb¨®n austral ¨Cpara contener costes¨C y una leche de tigre de marisco gallego y guindilla, vamos que sabe a mar y pica, justo lo que tiene que ser un aguachile. Este plato s¨®lo podr¨ªa mejorar si adem¨¢s de acompa?arlo con polvo de totopo, batata, quinoa y cebolla encurtida con vino blanco, viniera con una cuchara; para no dejar gota.

El tataki de at¨²n es sabros¨ªsimo, adem¨¢s de bello y generoso. El pescado se marina en el mismo ali?o que los pimientos de Padr¨®n y lo rodean bocaditos de aguacate rebozado, causa lime?a, mayonesa de chipotle y salsa chalaca. Comerlo es como tener fuegos artificiales en la boca.

La xouba ¨Csardinilla¨C, rebozada en panko con mayonesas de rocoto y aj¨ª amarillo, es para dippear hasta mojarse los nudillos.

No tiene mala pinta, no. ?Todo estuvo igual de bien?

Todo estuvo muy bien, pero en algunos platos la navaja se queda roma. Con esta brillante y pedorra met¨¢fora quiero decir que tanto la ostra a la piedra, la navaja nikkei y el tartar japon¨¦s no tienen la fuerza de otros platos. A mi humilde paladar le pareci¨® que les faltaba ¨¢cido y picante, matices que hicieran m¨¢s evidente esa influencia latinoamericana que se quiere dar a la carta. Al comentarlo con Alex, uno de los propietarios, me dijo que es dif¨ªcil encajar estos perfiles de sabor entre sus clientes, as¨ª que optan por suavizar algunas preparaciones.

Como no es el primer restaurante en el que me sucede lo mismo, animo a todos los lectores de El Comidista que nos organicemos en una plataforma de promoci¨®n del picante y el ¨¢cido (no lis¨¦rgico).

Pues no est¨¢ mal que bajen el picante, ?qu¨¦ tal el bebercio?

Tienen una carta muy corta de vinos y tiran las ca?as m¨¢s que bien. Y no hace falta m¨¢s, Navaja es un restaurante para ir a divertirse con amigos y no para d¨¢rselas de entendido sumiller. Adem¨¢s, su carta encaja mucho mejor con cerveza, desde mi punto de vista.

?Nada m¨¢s?

Por ejemplo, que el interiorismo es muy bonito. Mezcla este estilo rom¨¢ntico de pared descascarillada con superficies de madera clara sin pulir y luces tenues. No es para prometerse en matrimonio ¨Co s¨ª, depende de lo ?o?o que seas¨C pero s¨ª para la previa de un romance fugaz ¨Co casquete¨C.

Por ¨²ltimo, y antes de pasar al vil metal, me han dicho que las cenas son muy moviditas, que se pone hasta los topes y el ambiente es bastante festivo. Yo fui a mediod¨ªa y me pareci¨® un oasis de tranquilidad. Por cierto, trabajan ininterrumpidamente desde la una del mediod¨ªa.

Estupendo, ?y el vil metal?

El precio es m¨¢s que razonable. Por 30 ¨® 35 euros sales comido, bebido y feliz.

Navaja: Calle de Valverde, 42, Madrid. De martes a domingo de 13:00 a 02:00 (cierran los lunes). Tel. 636 852 304. Mapa.