Tras el 'paellagate', llega el 'tortillagate'
Despu¨¦s de la tormenta de Jamie Oliver y su paella, la tortilla "espa?ola" con patatas con sabor a pollo, parmesano, mantequilla y ketchup de la web Tastemade desata la indignaci¨®n en Facebook. ?Es no ser aut¨¦ntica su mayor crimen?
Todav¨ªa estamos oliendo sales para calmar los desmayos y sofocones provocados por Jamie Oliver y su paellagate ¨Cuna ¡®paella espa?ola¡¯ con chorizo, gambas, pollo, zanahoria y un buen mont¨®n m¨¢s de ingredientes no muy can¨®nicos en la actualidad¨C y ya estamos de nuevo sufriendo el ultraje gastron¨®mico en nuestras carnes espa?olas. El ¨²ltimo guante a la cara de la gastronom¨ªa nacional lo ha lanzado la desconexi¨®n japonesa de la web de recetas Tastemade ¨Cque cuenta con m¨¢s de 20 millones de seguidores solo en Facebook¨C, y viene en forma de tortilla espa?ola no solo improbable sino tambi¨¦n bastante guarreras.
Se trata de la videorreceta de una tortilla preparada con patatas chips con sabor a consom¨¦ de pollo como ingrediente principal. Despu¨¦s, se le a?aden una serie de ingredientes tan cercanos a la cultura tortillera nacional como el parmesano ¨C?qui¨¦n dijo manchego?¨C, la pasta de anchoas, la pimienta o el ajo crudo. Por suerte, tambi¨¦n hay huevos. Mientras la mezcla reposa en un bol, se ponen durante un minuto escaso unos dados de pimiento, cebolla y calabac¨ªn en una sart¨¦n con mantequilla.
Es el momento de a?adir el huevo con cosas y dejarlo cuajar todo juntos durante 15 minutos de nada para conseguir la textura del conglomerado de 3 cm de grosor con tropezones de verdura cruda. Finalmente, solo queda servirlo con vino tinto y una rodaja de naranja y aderezarlo con un buen chorrazo de ketchup y aceituna negra de las sin hueso, que no saben a nada. Como colof¨®n, un palillo para darle el toque festivo.
Los comentarios sangrientos han llegado en cuanto compartieron la receta, convertida ya en viral despu¨¦s de m¨¢s de 2,2 millones de visionados y 1500 comentarios, en su cuenta de Facebook, seguramente antes de haber terminado con la acidez provocada por intentar digerir la tortilla en cuesti¨®n. En el meollo hay desde espa?oles indignados con que en otros pa¨ªses se dediquen a vilipendiar la tortilla hasta apuntes hist¨®ricos sobre la misma, mientras otros se preguntan qu¨¦ necesidad hay de llamarle a eso ¡°tortilla espa?ola de patatas¡±, cuando un gen¨¦rico y simple ¡®tortilla¡¯ o ¡®tortilla con cosas¡¯ ser¨ªa v¨¢lido y menos ofensivo.
Por si alguien no conoce Tastemade, los autores de la tortilla de la discordia, ah¨ª van un par de apuntes: se trata de una web de recetas r¨¢pidas y consejos para diferentes tipos de momentos y necesidades, parecida al Tasty de Buzzfeed pero con m¨¢s tendencia a la moner¨ªa kawai, el exceso de ingredientes, la grasa y el color¨ªn. Trabajan con diferentes ¡®Tastemakers¡¯ que se ocupan de los v¨ªdeos: aunque busqu¨¦ a fondo en todos los perfiles, parece que nadie quiere hacerse cargo de la tortilla en cuesti¨®n y, de momento, permanece ap¨®crifa.
No hace falta ser miembro honor¨ªfico de la Santa Inquisici¨®n tortillera para que te rechinen varias cosas en esta receta, y desde mi punto de vista las patatas de bolsa ser¨ªan el mal menor: o¨ª una vez a Ferran Adri¨¤ decir que si las patatas eran buenas, los huevos eran buenos y la cebolla tambi¨¦n el resultado no ten¨ªa por qu¨¦ ser malo. Yo misma he aplicado la teor¨ªa de la tortilla en cinco minutos ¨Ccon unas buenas patatas de bolsa y cebolla envasada frita en aceite de oliva¨C m¨¢s de un domingo como cena improvisada, y el resultado no ha podido ser m¨¢s diferente al de Tastemade.
Se me ocurre preguntar a uno de nuestros tortilleros de referencia, Alberto Garc¨ªa Ponte del betanceiro Mes¨®n O?Pote su opini¨®n sobre la receta. Su respuesta es tajante: ¡°no hay criterio alguno, a esto no se le puede llamar tortilla espa?ola. La receta original lleva huevos, sal, patata, cebolla y aceite. Basta. De hecho, son los ingredientes que podr¨ªas utilizar en el Campeonato de Espa?a de Tortilla de Patatas. En mi caso, por ejemplo, no le pongo cebolla, pero eso ya es algo muy personal. En Betanzos solemos hacerlo sin¡±.
Eso no significa que se cierren en banda ante otras posibilidades: ¡°si un cliente me pide cebolla, o incluso chorizo, se lo puedo hacer sin problema, pero entonces ya no es una tortilla espa?ola. Y qu¨¦ decir del parmesano. ?Si no es ni un producto espa?ol! A cada cosa hay que llamarla por su nombre. Entiendo la pol¨¦mica, porque demuestran una falta de respeto enorme.¡°
Incluso con los concebollistas de moral m¨¢s laxa ¨Co cualquier persona con paladar, supongo¨C tenemos algo que decir cuando las patatas tienen sabor a consom¨¦ de pollo (ergo, sal). Si encima se les a?ade una pasta de anchoa y parmesano ¨Cm¨¢s sensaci¨®n salada¨C, m¨¢s all¨¢ de su espa?olidad o no (que no, evidentemente) el problema es que la cosa debe estar ya rozando lo incomestible.
Una vez destrozada la base, vamos con los a?adidos: cualquiera que se vaya a comer una tortilla espa?ola, francesa o de donde sea busca una cierta jugosidad en la boca. Y aqu¨ª el pimiento, el calabac¨ªn y la cebolla podr¨ªan ser nuestros aliados en una suerte de ¡®tortilla campesina¡¯, siempre que se dejen durante un buen rato pochando en aceite a fuego medio-bajo, hasta que hayan soltado parte de su agua y consigan una textura blandita y melosa.
Salte¨¢ndolos durante menos de un minuto en mantequilla ¨Csupongo que es una cuesti¨®n de no tener aceite de oliva a mano¨C conseguimos unos perdigones duros que, mientras se cocinan m¨ªnimamente con el resto de ingredientes ir¨¢n mojando la tortilla. Con lo que, despu¨¦s de 15 minutos a fuego medio (10 de un lado, 5 del otro), conseguiremos una tortilla con un juego de texturas: quemada por fuera, mazacote y con bolsas de l¨ªquido por dentro y con perdigones vegetales. ?Que eso no le pasa por la garganta a nadie? Ah¨ª un buen chorrazo de ketchup para ayudar a bajar.
Llegado este momento, no es de extra?ar que tambi¨¦n haya japoneses, australianos e ingleses igualmente ofendidos por la calidad chusca de una tortilla que tiene pinta ser bastante incomestible y adolece de todos los males que abundan en este tipo de recetas visuales: demasiada grasa, demasiada sal y demasiados ingredientes procesados. De hecho me di un garbeo por la misma web y encontr¨¦ alg¨²n ejemplo m¨¢s de tortilla no can¨®nica pero que me comer¨ªa sin problemas.
Una la propone la pizpireta Sophie, que la presenta ¨Cmi parte favorita del v¨ªdeo, de lejos¨C como ¡°un plato argentino tradicional llamado tortilla espa?ola¡±, sin ser apropiaci¨®n ni nada de eso. La patata est¨¢ cortada raruna, lleva chorizo y pimienta y est¨¢ un par de meses m¨¢s hecha de lo que me gusta, pero podr¨ªamos llamarla tortilla. La segunda propuesta tambi¨¦n lleva ajo y pimienta, el corte de las patatas es similar y, como antes, est¨¢ casi carbonizada para el gusto nacional. Pero, una vez m¨¢s ¨Cy a¨²n poni¨¦ndole perejil encima¨C, sigue siendo una tortilla. Luego hay otras con leche y hechas en el horno que ya no cuelan tanto, como la de aqu¨ª debajo.
Vuelvo a pedir una opini¨®n externa, esta vez la de nuestra compa?era Biscayenne, experta en rebuscar entre las p¨¢ginas de libros viejos y meterse en debates hist¨®ricos sobre si la paella puede o no llevar chorizo. ¡°Yo debo de tener muy alto el nivel de tolerancia culinaria porque no me parece para tanto. Me la comer¨ªa sin problema y hasta me ha llegado a parecer apetecible antes de que la denigraran con el churretazo de ketchup¡±, asegura (seguramente desconocedora del sabor a pollo de las patatas).
¡°?Es una tortilla tradicional? Por supuesto que no, pero tampoco lo es la de chips de Adri¨¤, oculto instigador de este #tortillagate. Y lo de a?adirle verduras le da un aire a lo tortilla paisana propio de la mejor tradici¨®n hispana del aprovechamiento de sobras. Si le han puesto apellido espa?ol a este totum revolutum es porque hemos sabido exportar la tortilla de patatas como icono de nuestra gastronom¨ªa y nuestra cultura¡±, se planta nuestra devota de la Marquesa de Parabere, que regala de paso un argumento a los haters antihistoricistas. ¡°Hasta finales del siglo XIX la ¡®tortilla espa?ola¡¯ era una tortilla hecha por los dos lados y sin doblar, independientemente de lo que llevara dentro. Luego se asoci¨® indefectiblemente a las patatas y despu¨¦s vino Ferr¨¤n con sus chips. A ver a qui¨¦n reclamamos."
En el Facebook de Tastemade aparece un tercer tipo de comentaristas espa?oles ¨Clos que menos, me temo¨C entonando que a ellos plin, que le llamen como quieran, que la tortilla no se prepara igual en dos casas diferentes y, resumiendo, que 'keep calm y cocina tortilla'. Biscayenne se muestra bastante de acuerdo con ellos. ¡°Igual que en el caso de la paella de Jamie, creo que cualquier receta espa?ola hecha con buena fe sirve de alg¨²n modo para dar a conocer nuestra cocina por el mundo¡±, apunta con sensatez. ¡°Ojal¨¢ vengan as¨ª muchos turistas a probar aqu¨ª la aut¨¦ntica tortilla de patatas. Pero eso s¨ª, que no prueben despu¨¦s nuestra versi¨®n de la carbonara con nata, los filetes rusos, la ensaladilla ¨ªdem, el croissant de margarina o el ceviche de aquella manera. Porque entonces, ay, ya no podr¨ªamos quejarnos de apropiaci¨®n indebida de gentilicios o platos t¨ªpicos¡±.
La pol¨¦mica, seas del Puerto de Santa Mar¨ªa, de las Quimbambas o de Se¨²l, est¨¢ servida. Pero, en lugar de preguntarme si se puede llamar tortilla espa?ola a algo rebosante de sal y alimentos procesados, adem¨¢s de mal cocinado, yo me har¨ªa otra pregunta no menos importante: ?se le puede llamar a eso comida?
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