?Es cruel con las vacas la producci¨®n de leche?
La leche de vaca est¨¢ cada vez m¨¢s cuestionada por el trato que reciben estos animales en su elaboraci¨®n. ?Contribuimos al maltrato con el caf¨¦ de la ma?ana? As¨ª est¨¢n las cosas en Espa?a, donde la ganader¨ªa intensiva domina el sector.
Los seres humanos somos los ¨²nicos mam¨ªferos que beben leche tras el periodo de lactancia. Este hecho no significa mucho en s¨ª mismo -tampoco hay otros mam¨ªferos que coman paella o jueguen en la Nintendo al Mario Kart-, pero nuestro empecinamiento l¨¢cteo nos obliga a extraerla, casi siempre, de las vacas. ?C¨®mo se trata a estos animales en el proceso? Muchas voces cr¨ªticas nos recuerdan la crueldad de separar a las vacas de sus cr¨ªas al poco tiempo de nacer, denuncian pr¨¢cticas dolorosas como la extracci¨®n de cuernos o subrayan el largo tiempo que pasan las bestias amontonadas dentro de los establos. Desde la industria defienden sus m¨¦todos de producci¨®n, y hay marcas que lucen sellos de ¡°bienestar animal¡±. ?Podemos tomarnos un caf¨¦ con leche de vaca con la conciencia tranquila? ?O somos c¨®mplices del maltrato animal?
El tama?o medio de las explotaciones espa?olas fue de 64 vacas de orde?o en 2020, un 24% m¨¢s que en 2016, cuando la media era de 51 ejemplares, seg¨²n un estudio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n. Este incremento progresivo del tama?o de las granjas se enmarca en un sistema productivo dominante en el que estos animales no est¨¢n libres en inmensos prados verdes como los de Heidi: ¡°Explotaciones extensivas de leche en Espa?a no hay. Ninguna. Lo que puede haber son explotaciones semiextensivas, en las que salen un rato a pastar pero no est¨¢n sueltas por el monte, entre otras cosas porque hay que orde?arlas dos veces al d¨ªa¡±, explica Pol Llonch, investigador en bienestar animal en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
Requisitos para que la vaca est¨¦ feliz
El proyecto Welfare Quality, con financiaci¨®n europea y que se desarroll¨® entre 2004 y 2009, reuni¨® a m¨¢s 40 instituciones de 17 pa¨ªses para investigar sobre el bienestar animal. Uno de los participantes fue Antonio Velarde, jefe del programa que estudia este tema en el Instituto de Investigaci¨®n y Tecnolog¨ªa Agroalimentarias (IRTA), que cuenta que la conclusi¨®n a la que se lleg¨® fue que ¨¦ste es un concepto multidimensional que re¨²ne cuatro principios b¨¢sicos que lo garantizan: una buena alimentaci¨®n, un buen alojamiento, una buena salud y un comportamiento apropiado.
¡°Buena alimentaci¨®n, es decir, que no pasen hambre, que tengan acceso a la comida y agua tanto en cantidad como calidad. Cuando hablamos del alojamiento, nos referimos al confort t¨¦rmico y de descanso o que se puedan mover adecuadamente. Sobre la salud, que no tengan enfermedades, cojeras o lesiones, y luego, que el comportamiento sea el concreto de cada especie¡±, comenta Velarde en l¨ªneas generales.
Si toda la ganader¨ªa lechera es intensiva, ?no hay bienestar animal?
En este tema l¨¢cteo, el que los animales tengan buenas condiciones de vida depende del punto de vista desde el que se mire. Jordi Gispert, responsable de comunicaci¨®n de la Asociaci¨®n para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), lo tiene claro: ¡°Hay que diferenciar muy bien entre la ganader¨ªa extensiva, que respeta los ritmos biol¨®gicos, y las explotaciones industriales, que son aberrantes para las vacas y el medio natural¡±.
En su opini¨®n, bienestar animal es un concepto que sirve ¡°de lavado verde¡± para muchas granjas: ¡°?C¨®mo se puede hablar de ello cuando una vaca est¨¢ encerrada en dos metros cuadrados siendo un mam¨ªfero tan grande, forzada a inseminaciones artificiales, a ser vista como un mero producto sin acceso siquiera en muchas ocasiones a pastos, alimentada con productos fabricados, sin movilidad y sin llevar su ritmo de vida natural?¡±, se pregunta Gispert, que dibuja un escenario muy similar al que aparece en el documental Vaca, de la cineasta Andrea Arnold.
Por contra, el investigador Pol Llonch afirma que es compatible el bienestar animal con la producci¨®n intensiva lechera: ¡°Es verdad que este sistema conlleva algunos retos como el manejo de procesos dolorosos o la limitaci¨®n de algunas conductas naturales como el pastar. Pero tambi¨¦n es cierto que hay otros aspectos que, por lo general, mejoran la calidad de vida si los comparamos con el ganado en extensivo¡±. Aunque a priori esto ¨²ltimo suene contradictorio , Pol pone como ejemplo el control de la salud de estas vacas, ¡°que es muy riguroso, constante y detallado, por lo que se conoce pronto si tienen alg¨²n problema y se puede actuar as¨ª a tiempo¡±. ¡°Tambi¨¦n se les proporciona el alimento adecuado seg¨²n sus necesidades, que en condiciones extensivas o medio salvajes no tienen¡±, a?ade este cient¨ªfico.
?El n¨²mero de vacas de una ganader¨ªa influye?
¡°No puede haber en unas naves 8.000 animales sin que esto sea perjudicial para ellos y para la salud p¨²blica. Absolutamente imposible. Pueden poner mil excusas, pero no es posible¡±, asevera Jordi Gispert desde ADDA. En Espa?a, en 2018 hab¨ªa 2.602 explotaciones con m¨¢s de 126 vacas, el 19% del total, de las que 115 ten¨ªan m¨¢s de 626 cabezas de ganado lechero, seg¨²n un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n.
¡°Para otros temas s¨ª puede tener que ver, pero las condiciones de bienestar es posible que se den tanto en una grande como en una peque?a¡±, dice Antonio Velarde, que a?ade: ¡°Puedes tener mejores condiciones en una explotaci¨®n nov¨ªsima, con personal formado, sistemas de aspersores y robots para que las vacas sean orde?adas cuando quieran, que en una menor y antigua, donde no se ha hecho la inversi¨®n necesaria y el ganadero no est¨¢ formado¡±.
¡°Aunque es verdad que hay otros retos, como el ambiental, con la concentraci¨®n de purines, que se deber¨ªan tener en cuenta¡±, afirma Pol Llonch. Esta es una de las cr¨ªticas m¨¢s habituales que se les hace a las macrogranjas: la contaminaci¨®n que conlleva su funcionamiento. La cooperativa Valle de Odieta tiene en El Caparroso (Navarra) una de las explotaciones lecheras m¨¢s grandes de Espa?a, con 4.700 vacas de orde?o, y un proyecto a¨²n en ciernes en Noviercas (Soria) que ser¨ªa la mayor de Europa, con 23.000 cabezas. Esto ha provocado que organizaciones ecologistas como Greenpeace se opongan a estas instalaciones por su impacto medioambiental, aunque desde la entidad navarra aseguran que cumplen con la normativa y que cuentan incluso con una planta de biog¨¢s para minimizar la emisi¨®n de gases.
Vacas sin cuernos, sin cr¨ªas y pre?adas
Volviendo al bienestar animal, en la producci¨®n de leche se dan tres pr¨¢cticas que generan mucha controversia: el descornado o desmochado, la separaci¨®n de la madre y su cr¨ªa y el n¨²mero de gestaciones. Cada una tiene sentido dentro del sistema de producci¨®n intensiva de leche, aunque ello no impide que haya organizaciones que se?alen que son prescindibles y perjudiciales para el ganado.
¡°Las tres son pr¨¢cticas b¨¢sicas del maltrato. No somos conscientes de lo que conlleva el corte de los cuernos y la de problemas f¨ªsicos y de conducta que provoca a lo largo de toda su vida¡±, opina Jordi Gispert. ¡°El descornado -o desmochado, si se extrae el bot¨®n germinal- puede ser doloroso para el animal en el momento, pero luego es beneficioso porque la vaca que tiene cuernos, si est¨¢ estabulada en un corral es mucho m¨¢s probable que sirvan para da?ar a otros animales¡±, apunta Pol Llonch.
Asimismo, en ADDA piensan que la separaci¨®n cr¨ªa-madre es antinatural: ¡°Se lo quitan al poco de parir cuando hay un periodo de lactancia en el caso de los terneros de muchos meses. Sufren un aislamiento total que les produce un estr¨¦s absoluto¡±, declara su responsable de comunicaci¨®n. El investigador Pol Llonch lo ve diferente: ¡°Aqu¨ª ocurren dos cosas: si se mantiene al ternero con la vaca, se queda con la leche que el ganadero vender¨ªa, por tanto la producci¨®n ser¨ªa menor; y por otro lado, no est¨¢ comprobado que una separaci¨®n tard¨ªa sea mejor para el bienestar¡±.
Y en cuanto a la ¨²ltima de las pr¨¢cticas mencionadas, el investigador de la UAB se?ala que, por lo general, hay una media de entre dos y medio y tres gestaciones por vaca; una cifra superior en la ganader¨ªa extensiva, ya que ¨¦sta se relaciona con la producci¨®n de carne, y ah¨ª los animales viven m¨¢s a?os.
?Los sellos y certificaciones son la soluci¨®n?
A partir de las conclusiones y protocolos surgidos del ya mencionado proyecto Welfare Quality y de otros posteriores como el Awin, el Instituto Vasco de Investigaci¨®n y Desarrollo Agrario (NEIKER) y el IRTA presentaron en 2019 el sello de bienestar animal Welfair, que hoy d¨ªa certifican empresas como AENOR. Antonio Velarde, del IRTA, explica que el sistema de evaluaci¨®n para la concesi¨®n del mismo establece unos criterios que miran al animal: ¡°Al final el bienestar no lo tiene la instalaci¨®n o el manejo, sino la vaca o el cerdo, y son ellos quienes te dicen si est¨¢n bien o no¡±. As¨ª, seg¨²n Velarde este certificado se basa en par¨¢metros como el tiempo que tarda un animal en tumbarse, ¡°que es importante porque te dice si en los cub¨ªculos donde descansa es c¨®modo o no¡±, si tiene sensaci¨®n de calor o de fr¨ªo o jadea, si presenta cojeras o lesiones o el grado de suciedad, por ejemplo.
Para que una granja est¨¦ certificada debe cumplir con la legislaci¨®n vigente y con los criterios fijados. Si quiere lucir el sello Welfair, adem¨¢s de eso la industria envasadora de leche debe demostrar el origen del producto. Una distinci¨®n con la que se muestran esc¨¦pticos organizaciones como la OCU, que critica que no se observen aspectos como ¡°las instalaciones, la densidad o la temperatura¡±, o el propio Jordi Gispert, que entiende ¡°que al final las certificadoras quieren hacer negocio, y por tanto con unos m¨ªnimos les dar¨¢n el sello para que las empresas les paguen¡±.
El investigador veterinario Pol Llonch opina que este sello y otros parecidos suponen un incremento en los requisitos de bienestar de las explotaciones, aunque ¡°hay cosas que se escapan de esta certificaci¨®n con aspectos que no se tienen en cuenta o por la propia naturaleza del mismo, ya que se hace una evaluaci¨®n al a?o¡±. Para la concesi¨®n del Welfair el auditor valora si se cumplen los criterios durante unas siete horas de media; en el caso de las granjas que ya lo tienen, se revisa de forma anual para la renovaci¨®n o revocaci¨®n del certificado.
¡°La asignatura pendiente es conseguir sistemas que permitan un control m¨¢s continuado y que no solo sean un d¨ªa nada m¨¢s. Al final, el sector l¨¢cteo es en el que m¨¢s impacto tiene el bienestar animal en la productividad¡±, concluye Pol Llonch. ¡°La idea es que sea un protocolo vivo, y cuando se identifiquen y desarrollen nuevas medidas se puedan implementar¡±, comenta Antonio Velarde, uno de los cient¨ªficos que participan en un proyecto en el que entidades p¨²blicas fijan los criterios que luego comprueban empresas privadas. Las vacas, mientras tanto, seguir¨¢n dando leche para que puedas ech¨¢rsela al caf¨¦ de la ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.