Postre pijama rejuvenecido
Seguro que el pijama, ese m¨ªtico postre ochentero con de todo, os persigue en sue?os. La buena noticia es que se puede perpetrar en casa con muy buenos resultados y mil combinaciones posibles.
Hay personas que viven sin saber lo que es el pijama, ay. Ya porque son muy j¨®venes o porque de peque?os sus padres no les llevaban a chiringuitos playeros a dar la tabarra, la cosa es que deambulan por el mundo sin conocer semejante n¨¦ctar y ambros¨ªa. Despu¨¦s de recalcar que el pijama fue una obra maestra del aprovechamiento y de la cocina viejuna, la mejor manera de explicarlo a los ne¨®fitos es decir que lleva de todo. De todo lo rico que hubiera en el restaurante o chiringuito en cuesti¨®n: flan, nata montada, helado de distintos sabores, otro poco de nata, melocot¨®n y pi?a en alm¨ªbar, pl¨¢tano, guindas, barquillos y m¨¢s nata. Si ten¨ªas suerte, inclu¨ªa tambi¨¦n sombrillitas de c¨®ctel y una bengala para rematar.
M¨¢s o menos as¨ª era el pijama que levant¨® suspiros entre los ni?os espa?oles desde los a?os 60 hasta los 90:
Pod¨ªa estar sublime o vomitivo (aunque la bengala mejorara bastante la puntuaci¨®n), dependiendo de los productos utilizados por el hostelero. Desgraciadamente eran legi¨®n los pijamas compuestos de flan industrial, nata en spray y horrendo helado de corte, de ¨¦se en el que los tres colores sab¨ªan igual. Seguramente por esa falta de respeto y de amor por las cosas bien hechas el pijama cay¨® en desgracia y se pas¨® de moda.
¡°Vale, ?pero por qu¨¦ se llama pijama?¡±. El nombre tiene su intr¨ªngulis y para entenderlo hay que retrotraerse a la Barcelona de 1951. All¨ª desembarc¨® la Sexta Flota de la de los Estados Unidos, la unidad de la marina americana que opera en el Mediterr¨¢neo. Los marineros estadounidenses atracaban habitualmente en el puerto barcelon¨¦s y gastaban generosamente sus d¨®lares en las Ramblas, el Barrio Chino y los diversos bares y restaurantes de la zona.
Cerca de all¨ª estaba -y a¨²n sigue- el hist¨®rico restaurante Les 7 Portes, abierto en 1836 y decano de la gastronom¨ªa barcelonesa. Los oficiales americanos que entraban a comer ped¨ªan a veces de postre Peach Melba (¡°melocot¨®n Melba¡±), un plato creado por el chef franc¨¦s Auguste Escoffier en 1892 en honor a la cantante de ¨®pera Nellie Melba. A base de helado de vainilla, melocotones y salsa de frambuesa, el Peach o P¨ºche Melba pas¨® r¨¢pidamente al recetario internacional y era demandado en muchos pa¨ªses. Tal y como cuenta Francesc Sol¨¦ Parellada, actual director del 7 Portes, fue su abuelo Paco Parellada quien ¡°cre¨® el pijama en respuesta a la demanda extranjera como una versi¨®n local del Peach Melba¡±, porque no ten¨ªan aqu¨¦l en carta.
¡±Era un plato que culminaba las aspiraciones gastron¨®micas de aquella ¨¦poca, combinando los ingredientes a disposici¨®n, y al incluir nata, flan, frutas en alm¨ªbar y bolas de helado ten¨ªa -como la receta original- componentes fr¨ªos y del tiempo¡±. Al parecer Peach Melba pronunciado en ingl¨¦s guardaba cierta similitud fon¨¦tica con la palabra ¡°pijama¡±, y as¨ª se bautiz¨®. El pijama se extendi¨® a toda velocidad por restaurantes primero barceloneses, despu¨¦s de la costa catalana y luego por todo el litoral mediterr¨¢neo y el interior de Espa?a. Hab¨ªa nacido una estrella.
Sin embargo, aunque fue el precursor de los surtidos de postres y de esas creaciones reposteras modernas con mil texturas, el pijama tradicional y colorista vive horas bajas: la ¨²ltima vez que lo vi fue en un restaurante paellero de Benidorm, hace cuatro a?os. Sobrevive gracias a versiones menos recargadas y hechas con productos de calidad, como la que sigue sirviendo el 7 Portes, con flan casero, melocot¨®n, helado de fresa, vainilla, nata montada y ciruelas confitadas. O la m¨¢s sofisticada y deconstruida de Can Jubany, de 2015.
Como no era plan de arrejuntar cuatro cosas en el plato y que me dig¨¢is que eso no es receta ni es n¨¢, yo he optado por hacer un pijama rejuvenecido. Con su esp¨ªritu viejuno pero una presentaci¨®n m¨¢s sencilla y conjuntada. Tan s¨®lo un sabor de helado pero que sea bueno, nata montada en casa (aunque no quede en rosetones perfectos), flan de huevo casero y la fruta en alm¨ªbar un poco tostada (para que se caramelice y haga adem¨¢s contraste de temperaturas).
Homenajeando la idea original del melocot¨®n Melba, lleva coulis o salsa de frambuesas en vez de caramelo o sirope de bote. Tambi¨¦n pod¨¦is hacer r¨¢pidamente la salsa de chocolate que aconsej¨¢bamos para las tortitas y sobre todo, pasar de m¨ª y hacer el pijama con lo que m¨¢s os guste y como os d¨¦ la real gana. Pero hacedlo y disfrutadlo, que lo merece a sus 65 a?os de edad.
Dificultad: Apto incluso para nost¨¢lgicos de la EGB
Ingredientes
Para 4 personas
Flan
- 2 huevos
- 2 yemas de huevo
- 50 g de az¨²car
- 300 ml de leche
Caramelo
- 50 g de az¨²car
- 50 ml de agua (3 cucharadas)
Pijama
- Helado de vainilla o de otro sabor
- 200 ml de nata para montar (m¨ªnimo 32% de grasa)
- 15 g de az¨²car (1 cucharada)
- 4 mitades de melocot¨®n en alm¨ªbar (o rodajas de pi?a en ¨ªdem)
- Coulis de frambuesa, sirope de fresa o chocolate o caramelo l¨ªquido
Instrucciones
?Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Qu¨¦jate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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